Ha sido nombrado nuevo director de Planificación e Inversiones del aeropuerto de Londres-Luton, gestionado por AENA, ¿qué supone este paso?
Es todo un desafío, un cambio muy importante. Además, el hecho de que el puesto tenga dimensión internacional va a ser un buen complemento desde un punto de vista profesional y personal. Toda mi carrera se ha desarrollado dentro de AENA, con puestos diversos que me han permitido tener una visión muy amplia de la operación aeroportuaria. AENA es el mayor gestor aeroportuario a nivel mundial.
AENA se ha hecho con el control mayoritario de las acciones de ese aeropuerto londinense.
AENA gestiona la práctica totalidad de los aeropuertos en España y tiene participación en aeropuertos internacionales, pero el caso de Londres-Luton es especial porque desde hace poco AENA ha adquirido el 51% de la concesión que ahora mismo opera el aeropuerto, con lo cual es el socio mayoritario y, por tanto, tiene el control.
¿Cuáles son los objetivos prioritarios en su cargo?
Tenemos varios retos a la vista, el fundamental es que ahora mismo el aeropuerto de Luton está atravesando un proceso de expansión muy ambicioso. Está en el entorno aeroportuario más competitivo del mundo, que es el de Londres, donde se concentran seis aeropuertos, algunos con mucho tráfico y, por tanto, el factor capacidad es clave. Ahora se está desarrollando un proceso de expansión de más de 150 millones de euros y hacerlo en un aeropuerto que está permanentemente con tráfico supone un reto. Tenemos la experiencia positiva vivida con las obras de ampliación en el aeropuerto de Gran Canaria y se trata de aprovechar esa experiencia en un entorno diferente. Además, el puesto conlleva la responsabilidad sobre toda la inversión de capital que se haga en el aeropuerto y todo lo que tenga que ver con la planificación futura.
¿El propósito es ganar puntos en ese entorno tan competitivo?
Sí, desde el año pasado hasta ahora este aeropuerto ha recibido en torno a 15 millones de pasajeros y, al contrario de la opinión general, no es de los más lejanos, sino que es el tercero más cercano al centro de Londres, tras Heathrow y London City. Es un reto hacer infraestructura para intentar disminuir los tiempos de conexión con el centro y que el concepto de cercanía se difunda bien. Unido a eso, el ayuntamiento allí planea invertir 200 millones para hacer un tren que conecte el aeropuerto con la estación de tren que llega a Londres.
En Luton tiene gran incidencia el modelo de bajo coste ¿eso ha venido a democratizar los viajes en avión?
Tiene un componente de low cost bastante importante, pero eso no significa que pueda operar también cualquier otro tipo de tráfico.
¿El low cost implica una mejora de la competencia?
La introducción del bajo coste siempre es positiva. Mi opinión personal es que siempre que haya competencia y una oferta cuanto más variada y a mejor precio será mejor para el pasajero. Si eso consigue fomentar la conectividad mucho mejor.
El aeropuerto de Luton mueve unos 15 millones de pasajeros, la cifra no le es ajena, ya que a Gran Canaria llegaron 12 millones el pasado año.
Sí, hay una similitud en cuento al tráfico. Las obras de ampliación en el aeropuerto de Gran Canaria finalizaron con éxito, se ejecutaron sin ninguna incidencia relevante, teniendo en cuenta que estábamos operativos las 24 horas y las obras se hacían en el aeropuerto.
¿Ése fue su mayor logro?
Me voy con la satisfacción de que eso se hizo bien. No es mérito mío sino del conjunto de trabajadores del aeropuerto, de la empresa que puso los medios y a mí me tocó la parte de dirigir todas esas actuaciones para coordinarlas y que llegaran a buen puerto, como así fue. La infraestructura nos ha dado capacidad, que, a su vez, nos ha dado conectividad y seguir creciendo en tráfico. Eso nos ha permitido tener récord histórico de tráfico en el aeropuerto y ha ayudado, junto con otra muchas actuaciones a mejorar la calidad.
¿El salto cualitativo es clave?
Sí. Para ese factor cualitativo ha contribuido en gran medida la nueva terminal y hay otros muchos factores que un pasajero valora. De hecho, durante las obras la calidad no se vio perjudicada. Nos esforzamos mucho para que no se notara que estábamos de obras. La calidad siempre ha estado presente en mis seis años de trabajo y he tratado de inculcarlo a todo el equipo porque es fundamental la opinión que tienen nuestros clientes, tanto pasajeros como compañías aéreas.
Ha sido director de varios aeropuertos isleños justo en la era dorada en la llegada de turistas.
Sí, he tenido la oportunidad de dirigir otros aeropuertos canarios, como el de El Hierro y Fuerteventura. En Tenerife Sur y Lanzarote también ocupé cargos de responsabilidad. Todo el período ha sido positivo, siempre con el esfuerzo por mejorar la calidad.
Dada su experiencia, ¿Canarias ha llegado ya a su techo de cifra histórica de pasajeros?
Mi trabajo ha consistido en facilitar la infraestructura con la capacidad necesaria para no suponer nunca un freno a la llegada de turistas, pero ahí cuentan muchos factores. No sabría decir previsiones, pero sí puedo confirmar que el aeropuerto de Gran Canaria a día de hoy está preparado para absorber esa posible demanda futura que tengamos. Trabajamos para que el aeropuerto tenga la infraestructura adecuada y, sobre todo, con la calidad que merece. Participamos en un programa europeo de calidad, ASQ, reconocido a nivel mundial mediante el que se hacen encuestas a los pasajeros sobre su grado de satisfacción con los servicios que ofrecemos, desde confort hasta limpieza de aseos. Para nuestra satisfacción se ha pasado de una valoración de "bueno alto" a "muy bueno" en prácticamente todos los valores que se evalúan, bastante por encima de la media europea. Eso nos orgullece.
¿Ve posible que Canarias se convierta en un hub?
Para ello lo importante es que si se decide por parte de las compañías operar en una operación que podíamos llamar hub, el hecho de que se conecte a través de Canarias con otros destinos o se reparta el tráfico hacia otros aeropuertos, eso requiere tener una infraestructura adecuada. Tenemos en Gran Canaria una infraestructura preparada para el crecimiento futuro en la manera en que venga, venga como compañía que quiera hacer ese tipo de operaciones o continuando con la operativa mayoritaria que tenemos a día de hoy que es de punto a punto.
Llega a Londres en un momento convulso por el ataque terrorista, los aeropuertos son infraestructuras críticas ¿cómo afronta su tarea?
En efecto, son momentos complicados, pero son cuestiones donde AENA siempre está sujeta a lo que determinen las fuerzas y cuerpos de seguridad.
¿Ve necesario reforzar la seguridad en los aeropuertos canarios ante el boom turístico?
Los aeropuertos canarios son seguros, a partir de ahí el nivel de decisión sobre qué nivel de seguridad adicional se quisiera implantar corresponde a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Mi percepción y la opinión que trasladan los pasajeros es que son seguros. Trabajamos cada día para que así sea, en estrecha y fructífera colaboración con las fuerzas y cuerpos de seguridad.
¿Canarias debe potenciar más destinos?
Tan importante es fidelizar lo que tenemos como explorar las posibilidades realistas que haya de poder expandirse hacia otros mercados y así lo hacemos en AENA. No se debe descartar a priori ningún posible mercado. Nuestro granito de arena es intentar que cuando el pasajero atraviesa nuestras instalaciones se lleve un grato recuerdo y que su primera impresión al llegar sea la mejor posible. Trabajamos con el resto de administraciones para fomentar nuevas rutas que diversifiquen el tráfico.
¿En qué medida cree que el brexit va a afectar a la llegada de pasajeros?
Desconocemos por completo su impacto y posible evolución. No lo saben ni siquiera en Reino Unido. Habrá que ver cómo se implementa, a qué ritmo y con qué consecuencias. Habrá que seguir el tema de cerca porque tenemos una componente muy importante de nuestro tráfico en Gran Canaria y en las Islas en general.
En el aeropuerto de Gran Canaria trabajan unas 6.000 personas, prácticamente usted ha dirigido una ciudad estos años.
Sí, podríamos decirlo así porque al final una ciudad tiene habitantes, que equivaldrían en el aeropuerto a los trabajadores y pasajeros. Hay días que transitan más de 70.000 pasajeros, si a eso le añadimos los empleados y los acompañantes tenemos cada día una cantidad enorme de personas en nuestras instalaciones, con servicios que se podrían encontrar en cualquier ciudad.
