"El turismo genera en Canarias un consumo anual de 42 hectómetros cúbicos", según explicó ayer el director de Contratación de Canaragua, José Quesada, durante el Foro LA PROVINCIA organizado con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente. Dicho volumen -42.000 millones de litros- supone un tercio de la demanda total del Archipiélago. El agua y la gestión de los residuos se revelan como los dos retos principales para garantizar la sostenibilidad de las Islas.

La propia Canaragua y Compañía Cervecera de Canarias (CCC) patrocinaron un debate que llega escasos días después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se desmarcara del Acuerdo del Clima de París firmado hace tan solo dos años. La conclusión del diálogo abierto ayer en el hotel Santa Catalina de Las Palmas de Gran Canaria arrojó la conclusión de que el camino más peligroso es el del triunfo del cortoplacismo en beneficio de los rendimientos económicos.

Calentamiento y desertización

La proyección de datos es alarmante si no se adoptan desde ya mismo las medidas pertinentes para evitar consecuencias devastadoras como la desertización y el calentamiento global. En el caso canario, estas se traducen en la escasez de agua y la imposibilidad de tener como uno de los principales activos el clima, entre otras.

La directora general de Protección de la Naturaleza del Gobierno de Canarias, Susa Armas, expuso durante su intervención en el Foro LA PROVINCIA la importancia de adquirir compromisos con entidades supranacionales de cara a cumplir objetivos en pos de la sostenibilidad. "Nos queda mucho camino por andar" asumió y reconoció que, aunque tanto "los ciudadanos como la administraciones se preocupan cada vez más por el medio ambiente", los "tirones de orejas" de la Unión Europea (UE) hacen que unos y otros "se pongan las pilas".

Un ejemplo claro lo constituyen los 16 vertederos ilegales que las Islas aún tienen por sellar y que Armas aseguró cumplirán con el mandato de Bruselas antes del final de 2018. "No podemos perder oportunidades en la gestión de los residuos", expuso la directora general. El incumplimiento podría acarrear sanciones como la detracción de fondos por parte de la UE.

El Archipiélago tiene en la gestión de los desechos uno de los principales retos a afrontar. Y a ello ayuda desterrar "mitos", expuso la ingeniera industrial de FCC en Canarias Laura Hernández, tales como el extendido de que todos los residuos que los ciudadanos separan y depositan en contenedores diferentes terminan mezclados. "Eso no ocurre", afirmó.

Ella misma incluso abogó por la implantación del "quinto contenedor", el destinado a los residuos única y exclusivamente orgánicos. De ese modo, se avanzará en el objetivo de reciclar la mitad de los residuos en 2020, que ese es el objetivo marcado por Bruselas. En cualquier caso, Susa Armas explicó que cualquier meta que se fije no será alcanzable sin la contribución del conjunto de la ciudadanía. De ahí que la concienciación se muestre como clave principal y por ello el Gobierno de Canarias incide de manera intensa en el aparato educativo como mejor fórmula para garantizarse éxitos futuros.

Poniendo esa arma colectiva en la dirección adecuada "los objetivos de la UE son difíciles, pero no imposibles. Estamos en la senda del progreso, haciendo las cosas bien", aseguró la directora general. En esa generalidad de actores que deben interpretar una misma obra sin titubeos, también las empresas desempeñan un rol protagonista. Como ejemplo claro, el responsable de Asuntos Corporativos de CCC, Luis Durango, explicó el esfuerzo diario que se realiza en la compañía por reducir los consumos al máximo.

Cada elemento surgido de un proceso de producción es en potencia un residuo, "es cuestión de tiempo", apuntó Laura Hernández. Todo aquello a lo que decidimos dejar de dar uso lo es. Por eso la importancia del mensaje aportado al debate por Durango: "Los tapones que hacemos ahora para nuestras botellas son más finos", expuso, lo que ha significado ahorrar "40 millones de toneladas de acero al año".

Más allá, cada lanzamiento de nuevos envases conlleva un estudio de altura y grosor para emplear la menor cantidad de vidrio posible, se homogeneizan las etiquetas, se eliminan las que tradicionalmente se colocaban en la parte de atrás de las botellas y hasta se economiza a la hora del uso de tintas para esos emblemas de las marcas. A pesar de todo ello, el directivo de CCC reconoció que "existen posibilidades de continuar mejorando". La tasa de reutilización de envases de la compañía alcanza el 98%.

También el consumo de agua es susceptible de aceptar recortes. "Necesitamos 3,98 litros para elaborar uno de cerveza", expuso Durango. De ahí que se hayan establecido procesos para reutilizar el agua e incluso aprovechar el vapor que se genera con el calor que también es necesario para la obtención del producto final.

La gestión del líquido elemento es uno de los principales retos a los que se enfrenta Canarias. Incluso España en su conjunto, a la vista de las cifras expuestas por José Quesada. La huella hídrica, el agua necesaria para satisfacer la demanda "se incrementa en función del desarrollo económico de las zonas". En todo el país se calcula que el consumo per cápita anual es de 2.461 metros cúbicos. Además, es un factor necesario para la obtención de la práctica totalidad de los productos. Baste saber que para cada huevo destinado al consumo "son necesarios 20 litros de agua".

El director de Contratación de Canaragua se sumó a la necesidad de la concienciación como uno de los objetivos que es necesario perseguir en todo momento. De esa manera, expuso que en Barcelona se ha logrado rebajar drásticamente el consumo en los hogares, "desde 150 litros a 90", alertando a la población de la necesidad de racionalizar el uso. También se consigue actuando sobre unas redes de saneamiento "cada vez más obsoletas" y en las que se producen pérdidas que incluso pueden llegar a actuar como agentes contaminantes. En tres años, Canaragua ha evitado la pérdida de más de dos millones de metros cúbicos.

La propia obtención del agua no es homogénea en todo el territorio canario. Mientras en la provincia de Las Palmas la desalación es la principal protagonista, en la de Santa Cruz de Tenerife tienen gran importancia las aguas subterráneas, si bien estas pierden calidad en los últimos tiempos -alta presencia de flúor y sustancias contaminantes procedentes de la agricultura-, por lo que también comienza a cobrar vigor el tratamiento del agua del mar como fuente de abastecimiento.

En comparación con la Península, la estructura de consumo presenta diferencias. "Mientras el 80% del agua" en la España continental "tiene por destino la agricultura", señaló Quesada, "en Canarias la suma de la demanda doméstica y la turística" se iguala con las necesidades hídricas del campo.

En la actualidad, el Gobierno canario trabaja en el plan de vertidos de las Islas. Según avanzó la directora general de Protección de la Naturaleza, "el primer borrador estará listo a finales de octubre o principios de noviembre", lo que derivará en que se pueda poner en marcha en marzo del año próximo. El documento, importante en sí, "va a marcar las directrices hacia la economía circular", afirmó Armas.

En cuanto a las sanciones que se ciernen sobre las Islas por los vertidos de aguas fecales, la integrante del Ejecutivo regional explicó que en la actualidad se está elaborando un "censo de vertidos", precisamente para evitar las medidas coercitivas. La Comisión Europea (CE) envió al final del pasado año un expediente al Tribunal de Justicia de la Unión Europea con la propuesta de multar a España por un deficiente tratamiento de aguas residuales en varios puntos del país. Entre ellos, dos de Tenerife sitos en el Noreste de la isla y en la comarca del Valle de Güímar.