Son una minoría entre los más de 800.000 canarios que presentaron en el último ejercicio fiscalizado la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), apenas un 0,01%, pero representan un volumen de ingresos considerable y de algún modo son un indicador de la evolución de la economía. El número de isleños que declara más de 601.000 euros en la renta ha crecido un 51% en tan solo dos años y supera así el centenar de personas por primera vez desde el ejercicio de 2009, cuando la crisis económica aún no había causado el destrozo en las cajas de las empresas y los bolsillos de los ciudadanos que causaría entre 2011 y 2014.
En 2015, el último ejercicio del que la Agencia Tributaria dispone de datos definitivos, datos que acaba de hacer públicos, la cantidad de contribuyentes en el tramo más alto de ingresos, el de más de 601.000 euros, llegó en el Archipiélago a 109, frente a los 94 del año anterior. Un incremento considerable que resulta incluso más evidente si se tiene en cuenta que en 2013, dos años atrás, los ciudadanos de las Islas que tenían la suerte de estar incluidos en este selecto grupo tan solo sumaban 72. De hecho, en la Comunidad Autónoma ya hay más grandes rentas que en ninguno de los cinco ejercicios inmediatamente anteriores. Así pues, hay que remontarse a 2009 para dar con el último año en que la cifra de ricos, ricos cuando menos a efectos del IRPF, era superior a la actual. Y entonces, cuando aún había quienes se atrevían a aventurar que la crisis no duraría mucho, eran 113, solo cuatro más.
Consecuencias
Las consecuencias de la crisis sí se muestran al comprobar que los canarios que declararon estas rentas muy altas en 2008, el año que marcó el antes y el después de la Gran Recesión y a partir del cual la estadística de la Agencia Tributaria comenzó a contabilizar este grupo, eran 161, aún 52 más que hoy en día. Esos 109 canarios que declaran ingresos anuales de más de 601.000 euros contribuyeron al sostenimiento de las arcas públicas con una media de 136.000 euros, de modo que, en conjunto, dejaron más de 14,8 millones al fisco.
Las estadísticas de la Agencia Tributaria, que depende del Ministerio de Hacienda y Función Pública, hacen posible comprobar que el problema para la economía de las Islas está en los tramos bajos de renta. No en vano, el número de canarios que declara menos de 12.000 euros al año sigue sin reducirse. En la declaración del IRPF de 2015, la que se presentó el año pasado, los isleños que declararon un máximo de 12.000 euros en ingresos fueron 347.316. Si bien es cierto que son 5.165 personas menos que en la declaración de 2014, es igualmente cierto que son 17.692 más que en 2009. Es más, las 329.624 rentas bajas contabilizadas ese año por el organismo dependiente del Ministerio que dirige Cristóbal Montoro representaban un 43,05% del total de declaraciones presentadas, 765.684, mientras que las 347.316 de 2015 son un 43,3%, unas tres décimas más. En otras palabras: el peso de las rentas bajas en el conjunto de la renta del Archipiélago ha crecido a lo largo de los últimos seis años.
Los exactamente 802.709 declarantes del IRPF en la Comunidad Autónoma en el último ejercicio fiscal cerrado se distribuyen así en un 43,28% de rentas bajas, esos 347.316 canarios que ingresan un máximo de hasta 12.000 euros anuales; un 16,52% que representan las rentas medias-altas, ese total de 132.626 contribuyentes isleños que declararon ingresos de más de 30.000 euros; y un 40,21% que son quienes se ubican de lleno en las llamadas rentas medias, los 322.767 canarios que declaran entre 12.001 y 30.000 euros anuales.
En definitiva, la mayor parte de esos casi 803.000 contribuyentes contabilizados por la Agencia Tributaria en la Comunidad Autónoma caen de lleno en los tramos de las rentas bajas. En términos relativos, eso sí, las rentas bajas suponen hoy un 2,36% menos que en 2014, cuando significaban un 45,64% del total, aunque siguen teniendo levemente más peso que en 2009, tal como se ha apuntado. Las rentas medias, por su parte, han crecido un 1,09% interanual tras los duros años de la crisis, en los que soportaron de lleno el peso de la recesión, y las medias-altas también han subido, en concreto un 1,29%.
La estadística de declarantes del IRPF permite también hacerse una idea del impacto de la entrada en vigor en 2015 del primer tramo o la primera parte de la reforma fiscal aprobada por el gabinete de Mariano Rajoy justo antes de las elecciones. Es precisamente esta rebaja fiscal la que explica el descenso de la factura media del IRPF en la Comunidad Autónoma.
En 2014, los contribuyentes del Archipiélago cargaron con una factura media a cuenta de la renta de 4.487 euros, una cuantía que se redujo algo más de cien euros, hasta 4.382 euros, en el último ejercicio. Hay que puntualizar, no obstante, que esta es la factura media, que incluye tanto a las rentas muy altas como a las muy bajas, y que el número total de declarantes aumentó en 30.536 personas en las Islas, prácticamente un 4%, según los datos de la Agencia Tributaria.
