¿Todo el mundo puede ser emprendedor?
Todo el mundo puede ser creativo e innovador y aportar valor para uno mismo y, eventualmente, para el proyecto en el que esté trabajando, pero emprendedor no lo puede ser todo el mundo. El problema es que si se hacen las políticas, instrumentos financieros, incentivos y lo que sea para que todo el mundo se crea que puede ser emprendedor se generará una frustración enorme entre mucha gente que o no tiene un proyecto sólido o no sabe implementar su idea.
¿Se está forzando la idea de que todas las personas deben emprender?
Sí. Imagínate que eso es exitoso y se consigue que todo el mundo emprenda, ¿dónde quedan los artistas que necesitamos para hacer evolucionar las artes? ¿Dónde quedarían los músicos, si todo el mundo tiene que ser emprendedor? Creo que esto sería hasta contraproducente para una sociedad.
¿Por qué no todo el mundo puede ser emprendedor?
Porque requiere primero una actitud, es una forma de ser. Tienes que tener una inquietud personal, hay gente con un espíritu más relajado, más de quedarse en una zona de confort. Para ser emprendedor tienes que tener inquietud, un proyecto y ver cómo implementarlo.
¿Qué se está haciendo en el área del Mediterráneo para fomentar la emprendeduría?
Las estadísticas muestran que, como los puestos de trabajo públicos están copadísimos y no puede ser el Estado el que genere trabajo, cada vez más los jóvenes se plantean inevitablemente crearse su empleo. De hecho, muchas veces el emprendimiento surge de la necesidad. Por tanto, la gente ve que o soy yo el que me busco mi puesto de trabajo o difícilmente el sector público o el sector privado me lo va a dar. Además, hay una sensibilidad por parte de autoridades, financiadores, universidades y centros de formación, que son mucho más prácticos y menos teóricos. En eso trabajamos desde el Instituto Europeo del Mediterráneo para potenciar el nuevo modelo de innovación, de creatividad, que puede derivar en personas que hagan emprendimiento.
¿Los jóvenes se ven abocados a emprender?
La voluntad entre los jóvenes para emprender es mucho mayor cuando hay un momento de crisis económica, porque ven que tienen que crear su propio empleo, ya que ni la administración pública ni las empresas les van a contratar o no lo harán en condiciones dignas.
¿Cómo valora el papel de la universidad?
En los países del Mediterráneo la universidad pública es excesivamente jerárquica e intervencionista desde un punto de vista político. En estos momentos en varios países del Mediterráneo los profesores que son un poco críticos o se salen de lo que se espera de ellos son directamente apartados o, en algunos casos más dramáticos, se les mete en la cárcel. Las universidades públicas están sobredimensionadas, tanto de trabajadores como de alumnos, y la calidad de la enseñanza, en general, no es buena. Luego están las universidades privadas, que sí tienen buena formación, pero se forma a los ya pudientes. Aquí lo que hace falta es empoderar a la gente, no empoderar a los ya empoderados. Se trata de que la universidad sea un ascensor social, no un reproductor de diferencias.
¿Y el sistema español?
Estamos en un nivel educativo público potente. La universidad en España actúa como una palanca de ascensor social, no es un reproductor de diferencias como en los países árabes.
¿La universidad debe especializarse más?
Aquí hay un problema y es que la oferta ya es tan enorme: de la pública, de la privada, de especialización en tantos temas, que creo que cada ciudad debería encontrar su nicho y eso no quiere decir que descarte las otras disciplinas. Por ejemplo, Canarias debe ser uno de los sitios de referencia en España y África Occidental para estudios en temas marinos, turísticos o en gestión logística y portuaria. El valor añadido de estar geográficamente en África, pero política e institucionalmente en Europa y en la Unión Europea es un factor único de Canarias, no sólo dentro de España sino que nadie más lo puede decir. No tiene sentido que Canarias teniendo ese valor añadido único no lo aproveche, lo maximice.
¿Cómo ve usted la situación en el Mediterráneo?
Más allá de los titulares de lo que está pasando en el Mediterráneo sobre las guerras, los refugiados y los flujos migratorios hay dos cosas: Una es que ningún país árabe volverá a ser como antes de 2011. Las nuevas tecnologías hacen que nada vuelva a ser igual. Y por otra parte, hay que dar un voto de confianza a la región porque rápidamente se pasa de la primavera árabe a hablar de invierno islamista y eso es injusto. Sólo llevan cinco años cambiando regímenes que llevan 50 años. Démosle el tiempo que estos cambios tan profundos requieren.
¿La inseguridad jurídica en el Norte de África frena el emprendimiento?
La inseguridad jurídica no es un concepto del Norte de África, sino de cualquier economía emergente. ¿Qué seguridad jurídica tiene Rusia, México o Venezuela? Se estigmatiza mucho al mundo árabe con inseguridad jurídica, pero vete ahora a Hungría, que está dentro de la UE. La inseguridad jurídica tiene más que ver con una economía en desarrollismo potente, que viene de unas lógicas legislativas arcaicas y la realidad va a una velocidad que la ley no puede adaptarse todavía, entonces sí hay inseguridad, pero no es un algo consustancial al hecho árabe ni musulmán.
¿Qué le parece el asociacionismo entre emprendedores?
Es una vía de supervivencia, de mejora y complementariedad. Existen redes euromediterráneas de economía social, sobre todo en Marruecos, Argelia y Túnez.
¿Y el e-Gobernment?
En este tema quien está más desarrollado en el mundo árabe son las economías del Golfo, muy especialmente Emiratos Árabes Unidos, Dubai y Qatar. Las poblaciones que más valoran a sus líderes son las que más desarrollo del e-Gobernment tienen. Egipto y Turquía están haciendo esfuerzos, al igual que Marruecos, porque uno de los problemas de estos países es la lacra de la corrupción. El e-Gobernment permite que para bien y para mal seas un número. Queda feo decirlo, pero en países donde la corrupción está muy extendida ser un número está muy bien porque no te diferencia. En España decir que eres un número es peyorativo, pero en los países donde la corrupción es extendida y manifiesta decir soy un número está hasta bien.
Eso exige transparencia.
Correcto. Cada nivel de la administración se responsabiliza y la trazabilidad de lo que se hace, la agilidad de lo que se logra y la transparencia facilitan el cambio de valores de ciertas sociedades árabes, sobre todo entre la juventud. Las nuevas tecnologías permiten una horizontalización y democratización de procesos administrativos.
¿Cuál es el mejor país del Mediterráneo para emprender ?
Para emprender es Marruecos y Líbano, para que los autóctonos de allí decidan montar proyectos. En Marruecos está cambiando la mentalidad y hay una nueva generación muy bien formada. En Líbano, como no existe el Estado, es básicamente el sector privado y son los más dinámicos. Libaneses e israelíes son los emprendedores más exitosos a nivel global.
¿Y para invertir?
Para invertir desde Europa el país idóneo es Turquía. A pesar de los pesares, es una gran economía, muy diversificada, muy potente y con un gran mercado, pues son 80 millones de personas y tú puedes invertir el 100% de tu inversión, no necesitas un socio local. Y también Marruecos. En el resto de países los entornos son más complicados. Turquía está pasando por un problema serio de erdoganismo, de deriva autoritaria, pero objetivamente la economía turca es una de las estrellas emergentes más importantes del mundo. Después de los países del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), Turquía está en todas las quinielas, independientemente de que entre o no en la Unión Europa.
