El documento que eleva las ayudas para el tomate de Canarias parte esta semana desde el Ministerio de Agricultura con destino a la Comisión Europea (CE). Los productores percibirán 15.000 euros por hectárea plantada en lugar de los 11.000 que recibían hasta el momento si Bruselas no pone objeciones. Es improbable que los rectores europeos rechacen esta subida, que estará en vigor hasta 2020, dado que será el Gobierno de España el que asuma el incremento del gasto a través de los Presupuestos Generales del Estado aprobados recientemente.
Las dificultades para hacer entender en Madrid la necesidad de una mayor aportación para la mejora de la producción tomatera isleña se disiparon durante la negociación de Nueva Canarias (NC) con el Gobierno central para que su único diputado, Pedro Quevedo, diera su voto favorable a la aprobación de las cuentas.
"En el marco excepcional del Programa Comunitario de Apoyo a las Producciones Agrarias de Canarias (Posei), nos comprometemos a apoyar la petición que contiene el nuevo Plan Estratégico del Tomate de Exportación de solicitar a la CE el incremento de la ayuda a la producción a 15.000 euros por hectárea cultivada", reza el documento rubricado por el presidente de NC, Román Rodríguez, y Rajoy.
La continua pérdida de superficie plantada -más del 80% en los últimos veinte años- muestra a las claras la dificultad que entraña alcanzar con el actual régimen de ayudas una rentabilidad que permita continuar con la actividad. Y eso que los productores lograron a partir de 2015 elevar los 7.700 euros por hectárea que contemplaba el último plan estratégico hasta los 11.000 que perciben hoy en día.
No obstante, sendos trabajos de la Universidad de La Laguna (ULL) dejaron claro que esta última suma resulta también insuficiente para la recogida de beneficios, permitiendo en el mejor de los casos a los productores cubrir los costes de explotación. La competencia de Marruecos, con continuas denuncias de superación de los contingentes autorizados por la Unión Europea (UE), y el incumplimiento del régimen de ayudas desde el estallido de la crisis son dos de los principales factores que han conducido al tomate canario a una fuerte y paulatina caída durante los últimos ejercicios.
Las buenas noticias no terminan en este aumento hasta los 15.000 euros de la ayuda identificada como 1.5. El mismo documento negociado por NC recoge la subvención del 100% de la mercancía hasta la Península para que compita en el mercado europeo en igualdad de condiciones con los cultivos de la Península.
Pero hay más. Serán las arcas estatales las que asuman el total de la aportación por este concepto, algo que resulta de suma importancia a tenor de lo ocurrido en los últimos años, cuando los gobiernos de España y Canarias compartían la aportación. Llegaron la crisis, y con ella la merma de ingresos en las arcas públicas y las imposiciones de Bruselas, para rebajar el déficit.
La disponibilidad presupuestaria se impuso sobre cualquier otra cuestión y las obligaciones de los ejecutivos para con el sector tomatero se fueron al limbo entre acusaciones cruzadas de incumplimientos, lo que condenó a la ruina a un buen número de productores que se endeudaron para modernizar sus cultivos y aumentar su competitividad sobre la promesa de unas ayudas que llegaron tarde, en el mejor de los casos, a sus bolsillos.
Para terminar de conformar un horizonte de certeza a quienes han logrado mantenerse en pie, las ayudas se incorporarán a la reforma de la parte económica del Régimen Económico y Fiscal (REF) de Canarias que debe aprobar el Congreso de los Diputados.
2,5 millones de euros
La subida de la ayuda a la hectárea supondrá un desembolso adicional para el Ejecutivo central de unos dos millones y medio de euros. La remisión del documento final a Bruselas tenía como fecha límite el último día de este mes. Es decir, se ha remitido con adelanto para evitar problemas de última hora que puedan truncar las expectativas de los agricultores isleños.
