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Endesa alerta sobre enganches "ilegales y peligrosos" durante las ferias de pueblo

La compañía advierte de que hay ayuntamientos "en los que priman las prisas"

Contadores manipulados ilegalmente.

"Uno de nuestros técnicos vio un cable que colgaba de una iglesia con el que una churrería se había conectado a la red". Es solo uno de los casos descubiertos en los últimos meses que ilustran la preocupación que hay en Endesa por las irregularidades, en muchas ocasiones irregularidades que ponen en riesgo la seguridad de los ciudadanos, que se cometen no precisamente pocas veces durante las ferias que se montan en los pueblos de las Islas con ocasión de sus fiestas.

"Un colectivo que nos preocupa especialmente es el de los feriantes, porque donde más te asustas por lo que ves es en las ferias", explica el responsable del área de Recuperación de Energía de Endesa, Francisco Suárez Amador, que lamenta que haya instituciones en las que las "prisas" venzan al sentido común y la cautela. No en vano, desde la compañía aseguran que a pesar de los constantes ruegos para que las administraciones contacten con el tiempo suficiente para que la instalación eléctrica se coloque de forma correcta y segura -tienen que hacerlo 15 días antes como muy tarde-, hay casos en los que avisan apenas horas antes.

"Hay organismos públicos en los que priman las prisas y se exceden", expone el representante de Endesa, que recuerda cómo un ayuntamiento avisó recientemente a la compañía de la necesidad de una instalación un viernes a la una de la tarde, cuando el pregón de los festejos iba a tener lugar solo ocho horas después, a las nueve de la noche, un tiempo en el que resulta materialmente imposible que los técnicos de la compañía puedan llevar a cabo adecuadamente su trabajo. "Se les echa el tiempo encima a pesar de que las fiestas se sabe cuándo van a ser", ahonda Suárez Amador, que pone énfasis en que la seguridad de las instalaciones eléctricas, más si cabe en lugares de grandes concentraciones de personas como las ferias, "es el objetivo primordial".

Ocurre así que hay ocasiones en las que Endesa no puede dar el plácet a un determinado ayuntamiento por la inseguridad de la instalación y/o la falta de tiempo para adecuarla, y, paradójicamente, es la propia empresa la que acaba siendo señalada por el concejal o responsable público de turno como culpable de que no pueda montarse la feria, de que no haya alumbrado navideño o de la imposibilidad de celebrar cualquier otro acto o festejo. Y ello en el mejor de los casos, ya que en las peores situaciones la feria en cuestión sigue adelante aun cuando la churrería se conecte a la red por un cable que cuelga de la iglesia del pueblo, los chiringuitos se enganchen por las farolas públicas o haya cables que salgan de las alcantarillas.

Chapuzas

"Te encuentras luego con unas chapuzas...", remarca el responsable de Recuperación de Energía de la eléctrica, que insiste en que lo más preocupante es que se pone en riesgo la seguridad de los vecinos, de ahí que muestre su preocupación por que haya técnicos municipales que "malinterpretan la importancia" y el riesgo que implica manipular de forma inadecuada una instalación, un cableado o cualquier otro elemento de la red.

Al margen del ámbito institucional, Endesa ha detectado que alrededor de ocho de cada diez casos de fraude eléctrico en la Comunidad Autónoma se producen en las empresas. "El defraudador es el pequeño negocio: talleres, bares, restaurantes, discotecas...", detalla Suárez Amador, quien puntualiza, eso sí, que la situación se reproduce también en otras regiones, como, por ejemplo, Andalucía.

El representante de la compañía eléctrica revela que hay estafadores que se han profesionalizado en el manejo de las altas o los enganches ilegales a la red y que prestan sus servicios a las empresas, a las que les abaratan la factura trucando las instalaciones. Una suerte de "ahorradores energéticos" que en ocasiones engañan a los propietarios de las empresas. "El señor del negocio es a veces inocente; le hacen un puente y él ve menos consumo, cuando lo que ha hecho el supuesto asesor es trucar la instalación", narra Amador, que precisa así que la casuística es muy amplia: "Hay de todo, también quien no tiene conocimiento".

En cualquier caso, el jefe del departamento de Recuperación de Energía de la entidad pone énfasis en que al final se está produciendo un ahorro irregular de energía que hace que ese negocio compita con los de su sector "desde la ilegalidad".

La labor de su personal especializado y las nuevas tecnologías, como los equipos de telemedición, están permitiendo a Endesa descubrir cada vez más casos de picos o bajadas "espectaculares" del consumo, en definitiva obtener más información indicativa de un posible fraude. Una vez recabada la información sospechosa, los técnicos de la compañía se desplazan a la empresa para las comprobaciones, una tarea en la que se topan con prácticamente cualquier cosa.

En este sentido, Amador explica que se llevan a cabo incluso salidas nocturnas para verificar los fraudes que se cometen en locales de ocio como discotecas, por ejemplo. Al tratarse de horas intempestivas, los regentes del local nocturno no creen que pueda haber una inspección y los técnicos "se encuentran con enganches muy rudimentarios, como cuando se enganchan a las farolas o cogen el mobiliario urbano", se lamenta Suárez Amador, que insiste en dos cuestiones: por un lado, en que los fraudes -1.700 en los primeros ocho meses del año- redundan en perjuicio de todos, porque acaban suponiendo un incremento en la factura eléctrica; por otro, en que estas prácticas irregulares implican un riesgo cierto para las personas que manipulan las instalaciones, para los bienes públicos y para las personas que estén cerca de los montajes ilegales.

El representante de Endesa avanza que la compañía ha "endurecido" su forma de actuar al amparo de la legislación, lo que le ha permitido ir bajando las cifras de fraude. Amador recuerda que el robo de energía de más de 400 euros está tipificado como delito, de modo que, en tal caso, la empresa está optando por recurrir directamente a la vía penal, lo que ya ha dado lugar a investigaciones y detenciones.

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