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La movilización de los jubilados | Multitudinarias protestas en Canarias

La revolución de los abuelos

Más de 15.000 personas se concentran en las Islas en una inédita marcha para exigir al Gobierno de Mariano Rajoy unas prestaciones públicas dignas

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Las Palmas de Gran Canaria sale a la calle "por unas pensiones más dignas"

Luis Sánchez Suárez nació sietemesino en la playa de Salinetas por un susto que le provocó el parto a su madre la Brigada del Amanecer, que estaba buscando a su padre escondido por ser republicano. Fue el 8 de diciembre de 1940 . Como todos los de su "echadura" trabajó desde que empezó a andar dándole hierba a las cabras, en los tomateros y en "las cantinas" del barrio. Sexto de diez hermanos, tuvo "nómina" por primera vez en 1961, en el mundo de la hostelería. Hace once años que se jubiló con 56 años cotizados. Cobra una pensión de 938, algo más que la media en Canarias que es de 850 euros mensuales, pero le han bajado 300 euros y no lo entiende. Él puede sobrevivir con su pensión y sus tres hijos a los que dio estudios con su esfuerzo "afortunadamente" tienen trabajo. Ayer acudió, como 15.000 personas más en toda Canarias, según datos de la Delegación del Gobierno, a la manifestación celebrada en la capital grancanaria, para exigir unas pensiones dignas, su revalorización de acuerdo a la inflación, en defensa del sistema público y contra su privatización.¡

"Vengo aquí porque hay muchos niños que van a a los colegios sin desayunar y hay mucha gente que no le dura su pensión ni doce días", exponía indignado Luis Sánchez. Su exigencia a los políticos es que se bajen "al menos 1.000 euros al mes". "Tengo entendido que el director de una empresa de transportes cobra 8.000 euros mensuales y la que limpia los vehículos 638 euros y esa diferencia tan grande no se puede seguir tolerando", exponía en medio de la multitud en la plaza de la Feria. Tiene claro que "esto se puede arreglar administrando bien los recursos nacionales y repartiéndolos equitativamente sin tantas diferencias en los sueldos", apunta convencido.

Umbral de la pobreza

Las aproximadamente 10.000 personas que desfilaron por el centro de Santa Cruz de Tenerife más las 4.400 que lo hicieron en Las Palmas de Gran Canaria da idea de la magnitud del número de personas que acudieron a las manifestaciones. Una multitudinaria respuesta en consonancia con la particular situación de los pensionistas de Canarias. No en vano, el Archipiélago es la región de todo el país con la mayor tasa de beneficiarios de prestaciones públicas -tanto de prestaciones contributivas como de no contributivas- bajo el umbral de la pobreza, es decir, con ingresos anuales inferiores a 8.200 euros, que es la línea roja que marca, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el estar o no en situación de pobreza. De modo que con más de 152.000 perceptores en toda Canarias, en tan delicada situación, la de sobrevivir con menos de 22,5 euros al día para pagar la alimentación, la ropa, los suministros y demás, los principales blancos de las críticas no tardaron en mencionarse a voz en grito: "Mariano, Corleone, nos roba las pensiones".

En la concentración que partió del parque San Telmo y culminó en la plaza de la Feria, personas de todas las edades desfilaron con llamativas pancartas, muchas de ellas de las organizaciones sindicales de las islas, aunque otras más caseras donde el Gobierno del PP y su presidente, Mariano Rajoy, no quedaron bien parados. Así, bajo el lema "Que no te roben la pensión, ¡Lucha!", durante la manifestación se escucharon repetidas veces voces en contra del Ejecutivo central: "No somos terroristas, somos pensionistas. Menos ladrones y más pensiones".

El portavoz de la Plataforma por la Defensa de las Pensiones Públicas, Blas Padilla, expresó que reivindican unas pensiones de acuerdo a lo establecido en la Carta Social Europea, de manera que ningún salario sea inferior a 1.080 euros, y que se revaloricen anualmente de acuerdo al IPC. Los pensionistas no van a dejar de salir a la calle porque ya lo hicieron en los años 60 y en los años 70, expresó. "Tenemos una experiencia y le vamos a decir a las organizaciones sindicales y los partidos políticos que es en la calle donde se ganan los derechos", sentenció.

Los miembros de la plataforma recogían además firmas para presentarlas al Gobierno de Canarias a quien le piden mayor implicación. De hecho, proponen que utilice los recursos del Régimen Económico y Fiscal (REF) para financiar parte de las pensiones y que se garanticen unas pensiones "dignas públicas en las Islas". "El Gobierno de Canarias no puede seguir dependiendo en todo del Estado en materia de pensiones , ya que supondría perpetuar la situación de los de los pensionistas pobres de las Islas", indican en el escrito.

"En Canarias, las pensiones son inferiores a las del resto del Estado, con una media de 850 euros al mes, aunque hay otras muy por debajo, que rondan aproximadamente los 350 euros, y con esa cantidad en muchos casos debe vivir un matrimonio", criticó Padilla. Al finalizar el acto resonaron en la plaza de la Feria gritos a favor de la huelga general.

Josefa Santana, de 62 años, está desesperada. "Tengo cerradas todas las puertas. Voy al paro y me dicen que trabaje y le pido trabajo y no me lo dan; voy a la asistente y me dice que no tengo derecho a una pensión hasta que no tenga 65 años. No tengo ayudas y como del reparto de comida que me da la asistenta", se queja.

Trabajó de limpiadora desde que tenía ocho años, pero solo le salen "ocho años cotizados". "Me da que no me hicieron bien los contratos", lamenta. Vive en Jinámar sola, sus hijos no pueden ayudarla porque tampoco tienen recursos y teme que la desahucien o le corten la luz y el agua. Ayer se manifestó también en la capital grancanaria para exigir al Gobierno más recursos para las miles de personas que están pasando penurias como ella.

Lanzarote y Fuerteventura

"Nos pagan una porquería", señalaba el lanzaroteño Segundo González, a punto de cumplir los 70 años años. Con los 600 euros de pensión apenas puede permitirse algún gasto que no sean los imprescindible para vivir con su esposa. Segundo fue uno de los cerca 500 lanzaroteños que se concentraban frente a la Dirección Insular de la Administración del Estado en la avenida marítima de la capital conejera.

Conchi González, que tiene 69 años se mostraba también muy indignada. "Ganaba algo más de 1.000 euros en el hospital de Lanzarote y nada más jubilarme empecé a ganar 600. ¡Me quedé muerta!", aseguraba mientras coreaba algunos de los numerosos lemas contra el gobierno del PP. "Yo el futuro de la juventud no lo veo", afirmaba Carmen Vázquez mientras sostenía una pancarta que abogaba por unas pensiones más dignas.

Los jubilados de Fuerteventura se sumaron también a las protestas generalizadas en todo el país. Centenares de majoreros de todas las edades se concentraron en la calle peatonal Primero Mayo de Puerto del Rosario. Entre la masa triunfaron las banderas de Intersindical Canaria, y las pancartas de un grupo de jóvenes espontáneos con consignas: "Mariano deja de meter la mano, Viva la república y No más Precariedad" del colectivo Obra Social El Sombrero de Pueblo. La pediatra Hospital General, Carmen Romero, ya retirada, también participó para exigir "pensiones suficientes" para poder vivir dignamente la jubilación. "No permitiremos que nos quiten ni un céntimo de nuestras pagas a las personas que hemos cotizado 30 y 40 años, y lucharemos para que nos las suban", añadió la vecina María de los Ángeles Domínguez Alonso,jubilada en Hostelería.

Un acto al que acudió el presidente del Cabildo Insular, Marcial Morales, y los consejeros socialistas Juan Jiménez y Blas Acosta, entre otros representantes políticos. En Fuerteventura se solidarizaron con los mayores numeroso colectivos sociales, ecologistas, grupos de mujeres y gente del sector primario insular, ya que muchos mayores trabajaron en los tomateros y ganadería.

"¡Jubilado, si no luchas, nadie te escucha!". Así lo gritaban, megáfono en mano, a la cabeza de la multitudinaria manifestación en Santa Cruz de Tenerife. Y miles de jubilados, y también de trabajadores y de jóvenes estudiantes, se apuntaron sin dudarlo a la particular lucha convocada por la Plataforma por la Defensa de las Pensiones Públicas de Tenerife. Una lucha en forma de recorrido entre las plazas Weyler y del Príncipe que se barruntaba histórica desde media hora antes de que echara a andar en pleno corazón de Santa Cruz, cuando ya eran varios los miles de ciudadanos que dejaban claro que también querían formar parte de una singular revolución de los abuelos que tiene tanto de reivindicación presente, la de unas prestaciones públicas dignas, como futura, la de garantizar el sistema público para sus hijos y nietos.

Con todo, no fue Rajoy el rostro que más apareció en las pancartas de los manifestantes. Ahí le ganó la singular partida el ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, y también hubo leña para Ciudadanos.

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