Paciente en el cálculo, Fernando Clavijo (San Cristóbal de La Laguna, 1971) sabe esperar su momento. Lo hizo durante las primarias de CC, enfrentado a Paulino Rivero -a un tiempo presidente de CC y del Gobierno regional- y después, cuando cayó sobre sí la duda de la prevaricación. Frío, calculador y con un enorme autocontrol, como buen karateka, su estrategia fue siempre la de adelantarse. En la lucha por la candidatura y en su imputación. Y le salió bien. El caso Corredor, en lo que él se refiere, se archivó apenas unos días antes de iniciarse la campaña electoral. A partir de ahí todo ha sido sumar y multiplicar. En apoyos internos y en conocimiento del electorado. En un año ha logrado salvar el escollo de que se vincule exclusivamente a Tenerife y, especialmente a La Laguna, ciudad de la que es alcalde. Ahora, echando cuentas, como buen licenciado en Económicas y Empresariales, espera el momento de alcanzar la Presidencia.
En directo
Última hora y reacciones al posible anuncio de dimisión del presidente Pedro Sánchez