Eran amigos del alma. Iban siempre juntos. Parece que el destino también decidió que juntos se fueran al cielo", comenta una compañera de Inés Placeres y de Vicente Robaina, que el 20 de agosto de 2008 regresaban a Gran Canaria de un viaje de vacaciones que hicieron por la Península.

Inés Placeres tenía 38 años y estaba licenciada en Filología Hispánica. Tenía tres hermanos: Teresa, José y Aníbal. Su familia tomó con mucho dolor y sorpresa su marcha tan repentina, como quedó patente en el tanatorio de Las Rubiesas, en Telde.

"Inés era muy vitalista, siempre luchando por todo. Era también muy dinámica, optimista y luchadora", comenta la profesora Carmen Delia Clemente, quien la conoció en el IES Vigán de Gran Tarajal, Fuerteventura. Las dos maestras estaban juntas en el comité de los Derechos Humanos del centro, iniciativa de la Consejería de Educación, así como en el grupo de mujeres Las hijas de Lili.

Vicente Robaina trabajaba en el IES Jandía. "Era sensible, creativo, amaba la literatura y tenía una voz suave y una sonrisa preciosa. Los dos eran luchadores, responsables con su trabajo y sus ideas. Eran amigos de sus amigos, siempre estaban ahí", explica otra profesora.

Numerosos compañeros de trabajo echan en falta las ausencias, un año después, de estos dos maestros y amigos.

Se trata de una larga lista de nombres, pero entre ellos están Ana Gloria Sánchez, del IES Puerto del Rosario; Yolanda Varela y Carmen Delia Clemente, del IES Vigán; Soledad Hernández, que trabaja en Gran Canaria, y Sonia Díaz, en Santa Cruz de Tenerife.