La demanda de ayudas económicas en Fuerteventura ha aumentado en los últimos meses entre las familias, debido a la imposibilidad para muchos de pagar el alquiler, la hipoteca o incluso la comida del mes. Así lo han detectado en los Servicios Sociales de los ayuntamientos de la Isla, siendo más visible el incremento en municipios turísticos y en la capital.

El perfil de estos nuevos demandantes corresponde principalmente a inmigrantes extranjeros, varones de entre 30 y 40 años, que están en el paro o trabajan en la economía sumergida. Sus necesidades se centran principalmente en pagar el alquiler o adquirir vales de comida. Sin embargo, las ayudas son sólo puntuales y no se prolongan en el tiempo.

Junto a estas personas que recurren a los ayuntamientos para pedir apoyo, se ha visto incrementado también el número de familias que prefieren acudir a las parroquias para salvaguardar su anonimato. "Se trata de familias que, por cuestiones laborales, no tienen dinero ni para la comida y acuden a Cáritas para pedir ayuda sin que nadie conozca la situación por la que están pasando", afirmaba Domingo Cordero, responsable de Cáritas.

"Tenemos un convenio con el banco de alimentos y a través de él repartimos la comida entre las personas más necesitadas, que cada vez son más. Se trata de familias que siempre han vivido al filo, que poseen una baja cualificación y han trabajado principalmente en la construcción y en el sector servicios, en hostelería", declaraba Cordero.

ÁREAS TURÍSTICAS. Cáritas ha detectado un importante aumento de las familias normalizadas que por razones de pérdida del trabajo se han visto obligados a solicitar ayuda a las parroquias. Una situación que es más reseñable en los núcleos turísticos de Corralejo y Morro Jable. Así, en esta última localidad, si bien no se ha visto incrementado significativamente el número de personas que solicitan la ayuda municipal, Cáritas ha señalado que quienes acuden a ellos de manera anónima son ya 23 familias, la mayoría con niños pequeños y casi el 50% monoparental, "Se trata de familias que llevan una vida normal y que se han visto arrastrados a una situación de necesidad. Los demandantes están entre los 35 y los 50 años, muchas familias con niños pequeños que piden ayuda pero que quieren que sea respetada su intimidad", señaló Cordero, " pero también otros 17 y 12 mujeres a los que siempre se les ha prestado ayuda en la localidad sureña".

Cáritas hace referencia a la aparición de núcleos importantes de pobreza en zonas como Nuevo Horizonte, en Antigua. "Si bien hay casos puntuales en las zonas turísticas, en Nuevo Horizonte la situación es más grave y existe un núcleo importante de pobreza, además se da las circunstancia de que estas personas acuden a la parroquia de Puerto del Rosario, en lugar de Antigua, por la proximidad".