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Puerto del Rosario

Las lluvias dejan goteras en el recién rehabilitado barrio de las 90 Viviendas

Los trabajos, en los que se invirtió casi dos millones de euros, se terminaron en 2014 - Los vecinos acusan a la dirección de obra y al Consistorio de no mantener un seguimiento al desarrollo del proyecto

Los vecinos de la popular barriada de las 90 Viviendas han denunciado graves anomalías en la rehabilitación de sus casas. Acusan a la dirección de obras y al Ayuntamiento de Puerto del Rosario de no realizar un seguimiento al desarrollo del proyecto, así como a la empresa constructora por emplear materiales de dudosa calidad en los trabajos que concluyeron a mediados del pasado año.

Goteras en los pisos superiores por problemas con la impermeabilización de la azotea, mala canalización de los tubos de electricidad y comunicaciones, humedades en el interior de las viviendas y fachadas, levantamiento del pavimento, pintura en mal estado, balcones con poca seguridad y "una enorme decepción con la ilusión que habíamos puesto los vecinos tras dos años de obras", critica el presidente y tesorero de la Asociación de Vecinos Virgen de la Peña, Francis Ruiz y Gonzalo Martel, respectivamente.

La intervención para rehabilitar el barrio de Las 90 ha supuesto una inversión de 1.982.062 euros. El Ministerio de Fomento aportó 585.772 euros; el Gobierno de Canarias, 270.000 euros; mientras que el Cabildo de Fuerteventura y el Ayuntamiento de Puerto del Rosario, pusieron una asignación que asciende a 469.241 euros cada uno. Además, los vecinos deben de abonar en torno a los 2.000 euros en cinco años y en cómodos plazos, aunque muchos de ellos todavía no han afrontado el pago.

"Ha sido un desastre. Con las últimas lluvias saltaron las alarmas. El agua bajaba de la azotea por las canalizaciones de la luz, las humedades se han multiplicado y las placas solares, entre otros defectos, no funcionan, motivo por el que los vecinos han tenido que volver a emplear el termo", aseguró ayer Francis Ruiz.

El presidente del colectivo vecinal arremete contra la dirección facultativa de la obra y el Ayuntamiento. "Ni el arquitecto ni el aparejador realizaron las visitas reglamentarias para el control de la obra. El aparejador municipal, que se conoce popularmente como Paco Piche, hizo caso omiso a las quejas de los vecinos que desde el principio detectamos que las obras no estaban bien".

Ruiz y Martel también denuncian la desidia del Consistorio capitalino. "Tuvimos una reunión con los técnicos de la dirección de obras, con la empresa y el Ayuntamiento para analizar las anomalías detectadas. Presentamos el escrito en el Registro municipal hace dos años y no se han dignado a contestarnos". Además, añaden, que "hace tres meses le comentamos personalmente al alcalde Marcial Morales todos los desperfectos y tampoco ha hecho nada. Ha existido una desidia total".

Los vecinos aseguran que recurrirán a todas las instancias para defender sus derechos. "Estamos estudiando posibles acciones. Se ha invertido dinero público en el proyecto, tanto del Ministerio y del Gobierno canario como del Cabildo y del Ayuntamiento, y no ha existido un control para determinar si estaba siendo bien usado. Ahora, con tantos desperfectos, vemos que no es así. Alguien tendrá que responsabilizarse del daño que han hecho a los vecinos", argumentan.

Las goteras desde las azoteas en los pisos superiores han creado numerosas humedades. "En muchos de estas viviendas viven personas mayores, con problemas de salud. Ante esta situación los propios vecinos estamos pagando estos arreglos porque primero está la vida de estas personas", apunta, Francis Ruiz.

El enfado de la Asociación de Vecinos también alcanza a la empresa constructora Arcoín S.L. que, al margen de no realizar bien su trabajo, nos debe 900 euros a la Asociación en concepto de alquiler porque le dejamos un local social para que depositara el material y las herramientas". "Ahora no da señales de vida ni para arreglar los desperfectos ni para pagarnos", rematan.

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