Setenta ejemplares de presa canario mostraron ayer toda su belleza canina en el XIII Encuentro monográfico de Presa Canario, celebrado en la Granja Experimental del Cabildo de Gran Canaria. La exhibición, organizada por el Ayuntamiento de Santa María de Guía, fue puntuable para el Campeonato del Club español de Dogo Canario.

Eyco, Espartaco, Perla y Duquesa, hermanos de una camada de doce, son cuatro bellos perros de cinco meses aunque por su tamaño parece que son ya adultos. Se trata de ejemplares dogo canario y ayer deslumbraron con su estampa al público que se acercó al Mercado Agrícola que se celebraba en la Granja Experimental de Cardones. Todos participaban en el XIII Encuentro monográfico de Presa Canario, organizado por el Ayuntamiento de Guía en colaboración con la Asociación de Criadores de Presa Canario de Las Palmas.

Un total de setenta ejemplares desde cachorros hasta campeones en otras competiciones se dieron cita en esta exhibición, puntuable para el Campeonato del Club Español de Dogo Canario.

Jacinto Martín, presidente de la Asociación de Criadores de Presa Canario de Las Palmas señaló que los perros siempre despiertan "admiración" por su "porte y pelaje" en cualquier exhibición y que a pesar de sus facciones y aspecto son perros con un carácter muy noble como los canarios "hasta que nos buscan las cosquillas". Los perros, autóctonos de Canarias, están fuera de la lista de peligrosos.

Un ejemplar puede costar entre los "600 y 1.000 euros", dependiendo del prestigio de sus progenitores, y aunque de cachorros comen mucho, de adultos no pasan de los 60 euros de pienso y carne.

Martín afirmó que hay "una gran afición, teniendo en cuenta que de lo primero que se desprende la gente cuando hay crisis es de las mascotas". Y aconseja, tener información sobre sus peculiaridades y hábitos de vida antes de adquirir un ejemplar. "No son perros para vivir en pisos", dice.

Elena Guedes, con tan sólo doce años, es toda una experta en dogo canario aunque de mayor quiere ser "pediatra o psicóloga de personas o canina".

Su familia es criadora de perros y Eyco, Espartaco, Perla y Duquesa nacieron en su casa. No los tiene miedo aunque tiene en el muslo una costura de más de doscientos puntos provocada por un ejemplar que confundió la venda de su mano -en la que tenía un esguince- con una "manga" con la que se adiestra a los perros para servir de defensa.