El Cabildo de Gran Canaria inició ayer una campaña para vender cinco millones de kilos de papas del país, el excedente que se acumula en los almacenes por la buena cosecha de este año. El vicepresidente y consejero de Agricultura, Fernando Bañolas, lanzó un llamamiento a los ciudadanos, empresarios y comercios para que apuesten por el consumo de las papas cultivadas en la Isla, de mejor calidad que las importadas del Reino Unido, Israel, Chipre o Marruecos.

La campaña publicitaria durará un mes y en ese tiempo se espera dar salida a la producción local, de forma que los agricultores puedan vender sus cosechas a un precio mínimo de 0,30 euros por kilo. Esto es posible, explicó Bañolas, por la colaboración de los importadores, los mercados municipales y las principales cadenas de distribución, que se comprometen a no vender papas de otros lugares. Respecto a las repercusiones en el consumidor, la previsión es que el precio en la tienda se estabilice por encima de los 0,45 euros por kilo.

El excedente se calcula en cinco millones de kilos, señaló Ricardo Domínguez, gerente de Copacan Canarias, quien apuntó que la producción pudo ser aún mayor si no se hubiesen perdido otros dos millones de kilos por las relentás del principio del verano. Domínguez precisó que este año se ha plantado prácticamente la misma cantidad, por lo que achacó la "excelente" cosecha a las lluvias, que en algunas zonas han duplicado la producción.

Las variedades de papas del país se recolectan entre los meses de abril y septiembre y suponen el 40 % del consumo anual en la Isla. El otro 60 % se tiene que traer de otros países, señaló Bañolas, quien adelantó que su departamento pretende "un acuerdo estable con los importadores" y que la campaña incluya a los demás productos de Gran Canaria, como el vino, los quesos, la miel, las frutas o las hortalizas.