"Estábamos muy cerca, en las habitaciones 7.000 y 5.002, primero notamos un fuerte olor a gas y unos minutos después se produjeron dos explosiones, vimos a nuestros compañeros y a la clienta, que ya venía con el pelo, la piel y la ropa totalmente quemados, estaba tan desesperada que se tiró a la piscina". Con el susto aún en el cuerpo, Nayra García y Zenaida Medina, limpiadoras del hotel Cordial Mogán, rememoraron así la dantesca escena que presenciaron ayer y recordaron que ellas estuvieron limpiando el spa y sus alrededores hasta cinco minutos antes de la deflagración.

"Todo fue muy rápido, estaba limpiando la habitación y de repente se movió todo, salí corriendo hacia la escalera y vi que todo el spa estaba destrozado y el techo se había caído", precisó Nayra García, natural y vecina de Telde, que trabaja desde hace varios meses en el establecimiento sureño. Como a todos los que se encontraban a cien metros a la redonda, la onda expansiva la dejó aturdida. "Recuerdo que quería correr hacia la escalera, pero no sabía ni dónde estaba".

Lágrimas

A su lado, Zenaida Medina, de Carrizal, aún con rastros de llanto en sus ojos, dijo que no olvidará en su vida la imagen de sus compañeros heridos. "Podía haber sido yo, porque estuve allí hasta unos minutos antes", relató la trabajadora a este periódico tras informar también de lo sucedido a uno de los agentes de la Guardia Civil que elaboraba el atestado.

Como Nayra y Zenaida, las limpiadoras y el resto de trabajadoras del turno de mañana se arremolinaron a la entrada del hotel para consolarse y darse ánimos. Unas masticaban su tragedia en silencio y otras no podían reprimir las lágrimas ante las noticias que iban llegando a cuentagotas desde los hospitales. Una de las más jóvenes, Jennifer, estaba en la misma planta de la explosión, pero lo suficientemente lejos para quedar en pie y "correr hacia la calle".

A las 13.00 horas, tras la tensa espera, las limpiadoras fueron autorizadas a entrar al hotel y la mayoría volvió a sus labores para que los 800 turistas pudieran volver al hotel tras el almuerzo.

Tom Smulders, presidente de Comisión de Seguridad de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo, aseguró que el comportamiento de los trabajadores durante el siniestro "fue ejemplar" y precisó que su valentía "evitó males mayores". Smulders dijo que los turistas afectados están recibiendo un trato personalizado para que lo superen cuanto antes.