A La Mareta le siguen saliendo novios. La multinacional alemana Lidl, en plena fase de expansión en Canarias, ha sido una de las últimas compañías de renombre que ha patentizado su interés por alguna de las propiedades que el Ayuntamiento de Telde posee junto al centro comercial de Alcampo.

Según datos captados por este periódico en fuentes municipales, la firma teutona se encuentra estudiando la posibilidad de comprar la explanada de 6.200 metros cuadrados que la Concejalía de Patrimonio posee frente a la tienda de bricolaje Leroy Merlin y que de nuevo se usa como parquin.

Se da la circunstancia de que el consistorio ya ha intentado vender sin éxito estos terrenos en tres ocasiones anteriores. La primera de ellas fue en 2008 y la última, hace sólo dos meses con una subasta a la que no se presentó ni una sola oferta. El precio de salida de la puja fue de 10,08 millones de euros, y los propios técnicos municipales fueron entonces los primeros sorprendidos al ver cómo al concurso no había acudido ni un solo inversor a pesar de que algunas multinacionales habían manifestado extraoficialmente su propósito de hacerse con dicho solar.

En principio, Lidl estaría dispuesta a negociar una compra directa de la explanada y así lo habría hecho saber al grupo de gobierno en encuentros mantenidos esta semana. El consistorio podría ejecutar un proceso de venta directa a través de un procedimiento negociado sin publicidad. De ser así, todo parece indicar que la tasación inicial no podría sufrir cambios a la baja. Entre otras cosas, este terreno tiene el hándicap de que sobre él pesan varias cargas hipotecarias y sería imposible valorarlo por debajo de esos 10,08 millones.

Este periódico se puso en contacto con la citada compañía, desde donde, sin confirmar ni desmentir dicho interés, apuntaron que la empresa se hallaba "en fase de expansión en Canarias."

Con todo, esta no es la primera vez en la que Telde busca dinero con la venta de la citada parcela. El pacto de NC, PSOE y CCN lo intentó dos veces. A mitad de 2008 efectuó una convocatoria con un paquete de explanadas que no despertó interés en los empresarios. Y en noviembre de ese año, otro procedimiento negociado se saldó de igual forma. Junto a Lidl, una cadena de restaurantes japoneses y capital chino ha dejado entrever su deseo de abrir un nuevo negocio en una hipotética segunda planta que se alzaría sobre las actuales instalaciones de Punto Zero.