El Cabildo de Gran Canaria tumba 11 de las 13 alegaciones presentadas al anteproyecto e informe de impacto ambiental del tren que comunicará Las Palmas de Gran Canaria con el Sur. La resolución, que acaba de ser remitida al Gobierno de Canarias para su consulta, da vía libre a la supresión de dos molinos de viento por las dificultades de paso de una línea de alta tensión, que serán reubicados, pero elimina casi todas las propuestas de fondo. Mientras, la Consejería de Transportes busca los dos millones que faltan del Estado para materializar antes de final de 2013 todos los estudios técnicos preliminares para poder buscar los 1.565 millones que hacen falta para iniciar la obra.

El proyecto de la línea ferroviaria del Sur da un paso más. El Cabildo acaba de rechazar casi todas las alegaciones presentadas por empresas, particulares e instituciones sobre el impacto ambiental de la obra.

Entre las alegaciones técnicas aceptadas se incluye la propuesta de carácter técnico de Red Eléctrica, que planteaba la reducción de 13 a 11 molinos de viento, ante las dificultades en el paso de una línea de lata tensión que debe alimentar al ferrocarril en la zona de Piletas, Agüimes. Ambos aerogeneradores se reubicarán junto al taller y las cocheras.

El resto de alegaciones aparcadas tiene un carácter muy dispar. Uno de los operadores turístico proponía que la última estación del recorrido, en Meloneras, quedara integrada en el Faro de Maspalomas, dando así un nuevo uso a esa pieza arquitectónica. El sector hotelero planteaba el problema de los ruidos en las zonas turísticas y pedía la reducción del impacto acústico de los ferrocarriles. La tercera petición pedía que todo el trazado del tren a su paso por las zonas turísticas del Sur discurriera bajo tierra, una propuesta que se consideraba inviable desde un primero momento por su alto coste.

Además, el Ayuntamiento había solicitado la construcción de un falso túnel para liberar suelo en superficie en El Veril (GC-500) para poder liberar proyectos de mayor interés, reduciendo el coste de la obra.

El resto de las alegaciones proceden de particulares o entidades que planteaban pequeñas modificaciones en el recorrido y cambios de estación. Y la más extrema, los importadores de vehículos pedían al Cabildo que aparcara el proyecto del tren por considerarlo "un despilfarro". La Federación Regional Canaria de Empresarios Importadores y Concesionarios de Automóviles (Fredica) manifestaba que "con los tiempos que corren este planteamiento está totalmente fuera de lugar, constituyendo una vez más la muestra de que determinados políticos viven ausentes de la realidad".

El documento acaba de ser enviado al Gobierno de Canarias para su consulta, antes de su aprobación final.

Mientras, la consejera de Transportes del Cabildo de Gran Canaria, María del Carmen Rosario reconocía durante una reciente entrevista a este periódico que necesita dos millones de euros más para concluir estos proyectos, cuyo coste total asciende a 23 millones.

"Vamos a luchar por esos dos millones", reconoció, tras conocer que el Ministerio de Fomento le había asignado para el año próximo tres millones para seguir haciendo los estudios técnicos preliminares. Una cantidad similar a la destinada a Tenerife para este mismo fin.

En este sentido, aseguró que estaba haciendo las gestiones oportunas para completar esta cantidad, ya que, en caso contrario, haría falta un nuevo acuerdo de plazos entre administraciones, y que hasta ahora se cumplía con rigor. En caso contrario, podría retrasar todo el proceso de ejecución.