En una de las parrandas marineras más conocidas de Lanzarote, la de Los Buches, conocen a la perfección qué es la vejiga natatoria de un pescado y qué tipo de usos se les puede dar a las mismas. De hecho, en esta formación musical, con claros tintes carnavaleros, llevan "toda la vida" desalando estas vísceras y reutilizándolas como un instrumento lúdico con el que complementar su puesta en escena.

"Ellos quitan estos restos, los limpian a conciencia, los inflan y los ponen a secar. Luego les dan una especie de sebo para que no se cuarteen y lo utilizan para golpear de broma a la gente durante sus actuaciones", explicaba ayer tarde Francisco Hernández, cronista oficial de la villa de Teguise y que ha realizado un trabajo monográfico sobre esta formación.

Hernández tiene entendido que el procedimiento no ha cambiado con el paso de los años y la llegada de nuevas prácticas. "Nada de cosas chinas o reproducciones de plástico. Que yo sepa", detallaba este jueves, "la parranda sigue preparando sus instrumentos de la misma forma artesanal".

El próximo 14 de noviembre tendrá lugar en Tenerife un encuentro con prácticas carnavaleras de las islas, y Los Buches será una de las agrupaciones que tomen parte en este evento.

El colectivo fue recuperado en 1963 y está conformado en la actualidad por un grupo de amigos que interpretan canciones marineras. El objeto llamativo de color oscuro que portan en las manos son esas vejigas, llamadas buches.