Un despliegue de lo más complicado. Unas 15 personas tuvieron que colaborar al pie de la ladera de Tamadaba para recuperar los cuerpos de los tres pilotos fallecidos en el accidente aéreo. Los equipos trabajaron durante unas siete horas y media desde que llegaron los primeros efectivos tras más de hora y media de caminata subiendo por el barranco de El Palo hasta llegar a las faldas del pinar donde cayó a avioneta , y su posterior izado en helicóptero para su traslado a Gáldar. La ubicación impidió su evacuación tradicional, y obligó a colaborar de forma coordinada a los helicópteros del Grupo de Emergencias y Salvamento (GES), Guardia Civil y el Servicio Aéreo de Rescate (SAR).

El operativo de traslado no concluyó hasta las seis de la tarde. Hasta ese momento, un extenso dispositivo al que se sumaron distintos cuerpos de emergencia tuvo que hacer frente a un complicado operativo para recuperar los tres cuerpos sin vida. En ese momento los tres pilotos habían sido ya trasladados hasta la helisuperficie de Gáldar, tras completar los sucesivos traslados desde Tamadaba.

La primera señal de alarma se había activado la noche del lunes. Pero no sería hasta la mañana de ayer cuando comenzó el despliegue. Y en ese momento surge la primera duda. ¿Qué es mejor, subir a pie o acceder desde el pinar? La ubicación del aparato, según la primera unidad aérea que sobrevoló la zona, impedía la segunda opción.

10.30 horas

La subida por el barranco de La Palma, por la carretera de Agaete a La Aldea, está impracticable. Y los miembros de la Guardia Civil y la Policía Local de Agaete optan por el barranco de El Palo. Levantan una cadena y suben con el coche apenas unos metros, porque enseguida la vía de tierra se acaba y se inicia la marcha. Y no precisamente por una vereda sencilla, aunque ya guiados por las trazas de las unidades aéreas que ya habían entrado en el lugar.

Durante casi hora y media las primeras unidades tuvieron que sortear a pie un camino solo habilitado para cabras, cazadores y algunos senderistas, entre rabogatos y escarpados riscos con una enorme pendiente. El camino era interminable, sin que la senda permitiera vislumbrar el punto de destino.

Hasta que a lo lejos, casi a los pies de Tamadaba, se aprecia un amasijo de hierros retorcidos. La cola de la avioneta parece que se resiste a desprenderse del resto, mientras permanece colgada por el risco. El estado del aparato muestra el fuerte impacto que debió sufrir antes de caer inerte unas horas antes.

A menos de un kilómetro se encuentran los pinos casi ocultos por la bruma que permaneció durante casi todo el día. Y, mirando hacia abajo, apenas se aprecia la costa de Agaete y Gáldar a varios kilómetros de distancia.

Al poco tiempo se unen cuatro integrantes del Grupo de Rescate Delta, de Agaete. Luego unidades de Bomberos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria, de la Guardia Civil, su Policía Judicial y de Montaña además de algún espontáneo, que súbitamente hizo su aparición. El lugareño despreciaba el frío que propiciaba el constante viento que llegaba hasta la enorme grieta que separaba los dos macizos en el que se alojaba la avioneta modelo Piper Pa-28 Turbo Arrow.

11.45 horas

El trasiego de helicóptero comienza de inmediato. Primero la Guardia Civil, luego el SAR y más tarde el GES, que se aproximan a la zona en reiteradas ocasiones. Los aparatos sirve para ir descolgando a los miembros de rescate, con sus pesados equipos de trabajo. Las maniobras se realizan a una gran lentitud, aunque solo el aparato del Gobierno de Canarias se coloca en vertical para dejar en el mismo lugar al personal. Y en la maniobra de aproximación se movió marcha atrás con gran peligrosidad entre rachas de viento y con el risco a pocos metros de distancia de la hélice. Para ello, el Consorcio de Emergencias de Gran Canaria empleó un sistema especial para el rescate.

Y seguían llegando efectivos para colaborar en las tareas, que debían recorrer también a pie parte del recorrido con mochilas, camillas y otros sistemas para extraer los cadáveres. Hasta 15 personas se mueven en la escarpada zona en esos momentos.

15.50 horas

Los cuerpos comienzan a posicionarse a unos 30 metros bajo la avioneta poco antes de las seis de la tarde para facilitar su elevación en helicóptero con mayor facilidad. Salvo el primero, que se movió en camilla por los riscos desde el lugar en el que fue encontraba, los demás tuvieron que ser bajados hasta el punto de encuentro por un sistema de poleas, para sortear la pendiente del lugar.

18 horas

Sobre las seis de la tarde se completó el traslado desde el aire de los tres fallecidos.