Tres personas, dos instructores y un alumno, perdieron la vida la noche del lunes al estrellarse la avioneta en la que viajaban contra el risco de Tamadaba, a la altura del barranco de El Palo, a unos 500 metros de altura, en el término municipal de Agaete.

Los tres fallecidos son: el instructor Adonay Orihuela, natural de Tenerife, cuyo padre fue piloto de la compañía Binter; Geraxane Urruticoechea, de 35 años, vasca, examinadora de vuelos; y el alumno Jerameel Mejías, de origen venezolano, que trabajaba en el Centro Comercial Las Terrazas, en Telde.

Después de las labores de búsqueda del aparato durante la noche del lunes para el martes, los complicados trabajos para la localización y el rescate por la orografía y las condiciones climatológicas durante el día de ayer, los tres cuerpos fueron recuperados finalmente por los servicios de emergencias y de seguridad durante la tarde de ayer, y trasladados en helicópteros a la helisuperficie de Gáldar, y de allí, al Instituto de Medicina Legal, en Las Palmas de Gran Canaria.

El Centro Coordinador de Salvamento de Canarias (RCC) recibió una llamada telefónica a las 22.05 horas del pasado lunes de la sala del Centro de Control Aéreo de Canarias, en la que informaba de que había perdido el contacto con una avioneta Piper PA 28, de la escuela de vuelo Canavia Líneas Aéreas, que había despegado en torno a las 19.30 horas del Aeropuerto de Gran Canaria, en un entrenamiento nocturno.

Según fuentes cercanas al caso, la tripulación siempre volaba con esta avioneta sobre el mar, nunca por tierra, y no se registraron anomalías en este vuelo. "Se baraja que no vieron la montaña. En el radar la avioneta marcaba una muy clara línea recta, ninguna desviación. Es inexplicable. Esta aeronave no registró averías reciente y el día anterior, el domingo, realizaron tres horas en otro vuelo nocturno sin anomalía alguna", indicaron las mismas fuentes.

Por ello, se activó al Servicio Aéreo de Canarias (SAR), exactamente un avión y un helicóptero, que despegaron a medianoche de la base en Gando, para iniciar la búsqueda en los municipios de Agaete y La Aldea de San Nicolás. Asimismo, por tierra, agentes de las Policías Locales de los municipios citados, entre otros, también comenzaron el rastreo de la aeronave y de los tres desaparecidos.

Localización

Durante la noche se detectó la baliza del avión en tierra, a unos cuatro kilómetros al sur de Agaete, a unos 500 metros de altura, en la zona de Tamadaba.

Hay que señalar que cuando el RCC recibió la llamada del Centro de Tráfico Aéreo, desde la base aérea de Gando partieron por tierra el teniente coronel jefe del 802 Escuadrón SAR con varios rescatadores que llegaron hasta un lugar cercano al impacto. Fue el avión CN-235 el que fotografió la zona y entre los pinos aparecía una silueta que podría ser el avión. El Super Puma intentó varias veces entrar en la garganta pero la neblina ponía en peligro a la tripulación por lo que se ordenó el regreso a Gando. Mientras, el avión del SAR estuvo sobrevolando la zona hasta las cuatro de la mañana para tratar de captar la posición de la radiobaliza que al ser un modelo antiguo no podía ser detectada por el satélite, por lo que con el goniómetro del CN-235 se intentó señalizar su posición.

Desde la sala del RCC los operadores que tenían los números de los móviles de los pilotos llamaban continuamente, pero estos daban la señal de apagados. La sala del 112 intentó triangular la zona donde podrían hallarse tras las últimas llamadas.

La última traza de vuelo en el radar de la sala de control situaba a la aeronave accidentada en un punto geográfico a 1.700 pies de altitud, una cota menor que la altura de vuelo, lo que determinó que esa era la zona de impacto.

Poco tiempo después, ya hallado el lugar exacto del barranco de El Palo, donde estaban los restos de la avioneta, se movilizaron y participaron en el rescate: patrullas de la Guardia Civil; de las Policías Locales y Protección Civil de varios municipios del norte de la Isla; Bomberos del Consorcio de Gran Canaria, del parque de La Aldea; miembros del Servicio de Urgencias Canario (SUC); y de Cruz Roja, logrando llegar cerca del lugar del impacto en torno a las 10.40 horas.