El arquitecto Fernando Morán propuso ayer una actuación turística en el Noroeste de Gran Canaria que incluiría un teleférico entre Agaete y el Pinar de Tamadaba, un puente colgante y un refugio-mirador en Risco Faneque, desde donde se contemplan "las mejores vistas del Teide". El proyecto "es viable a corto plazo si hay voluntad política" y supondría un nuevo aliciente turístico para la isla, aseguró durante una conferencia en el Club LA PROVINCIA para presentar el diseño de un edificio que albergaría la antorcha olímpica en los Juegos de Tokio 2020.

Fernando Morán Ortega (Valladolid, 1955) , doctor en Arquitectura por la Universidad de Navarra e investigador en geometría y estructuras móviles, explicó que ya ha presentado su propuesta a responsables turísticos del Gobierno de Canarias y tiene pendiente una entrevista con los representantes del Cabildo de Gran Canaria. A su juicio, su proyecto "es distinto" al del fracasado teleférico del Roque Nublo, aunque también necesitaría cambiar las leyes medioambientales porque se trata de un espacio natural protegido.

"Es lo más bello que se puede recordar de un viaje al Archipiélago; es una joya que existe aquí y no está aprovechada", consideró el arquitecto al exponer las características de sus tres actuaciones en la costa oeste de Gran Canaria. El teleférico desde el Agaete a Tamadaba haría un recorrido de cinco kilómetros, uno de los más largos del mundo, en un tiempo de alrededor de 25 minutos.

Las estaciones se ubicarían en la parte baja del roque de Las Nieves y en la Fuente del Reventón, "sin necesidad de cortar ni un solo pino y con el mismo impacto paisajístico que tienen los actuales cables de la electricidad", señaló Morán, quien se mostró partidario de la intervención humana en la naturaleza "si se hace con respeto y sensibilidad".

El Pinar de Tamadaba, según el arquitecto, es un lugar cuyas vistas se podrían comparar con el Cañón del Colorado o con cualquier otro fenómeno geológico del mundo, pero es un lugar desconocido incluso para los propios habitantes de Gran Canaria por su lejanía e incomunicación por carretera. A su juicio, la única forma de incluirlo en las rutas turísticas es con la construcción del teleférico desde Agaete, pues de ahí podrían partir tanto los visitantes que se hospedan en el sur de Gran Canaria como los turistas y tinerfeños procedentes de la isla vecina. "La vista del Teide, colgado entre el cielo y mar, y de los riscos de La Aldea es espectacular; quien pueda disfrutar de ese paisaje no lo va a olvidar el resto de su vida", comentó.

Miradores

La segunda actuación que propone es un puente colgante "del estilo Indiana Jones" para acceder a la altiplanicie de Risco Faneque, pues hay una distancia insalvable de unos cien metros. Por último, en ese punto se construiría un mirador colgado del precipicio y un pequeño albergue para aquellos excursionistas que quieran pasar la noche.

El arquitecto vallisoletano, con varias rehabilitaciones de espacios históricos a su espalda, conoció Tamadaba a través de amigos y desde entonces busca fórmulas para que se pueda conocer por el gran público, no solo por escaladores o excursionistas de nivel avanzado.

"Irse de Gran Canaria sin haber visitado la cornisa occidental es irse de la isla sin haber sabido disfrutar de todo su encanto. Por ello, el proyecto que presento, que consiste en lograr un acceso rápido cómodo y lúdico hasta Tamadaba desde Agaete posee en sí mismo un gran interés para la totalidad de la población", recalcó.

Respecto al coste económico de sus propuestas, Morán dijo que no está evaluado, pero precisó que dependerá del tipo de teleférico que se instale y de las características del mirador que se construya en Risco Faneque. "Es un error estructural que el Gobierno de la Comunidad Autónoma o el de la Isla no aproveche ese espacio natural, pues si uno tiene una joya como esa lo normal es que la enseñe; se habla del Roque Nublo o del Bentayga, pero la belleza está Tamadaba", concluyó.