¿Qué valoración hace la cadena Riu de los acuerdos del Consejo de Patrimonio Histórico de Canarias, que por una parte informa favorablemente el BIC que propone el Cabildo y por otra avala la alternativa del Gobierno de Canarias para evitar que se paralice la renovación del hotel Oasis Maspalomas?

La información que tenemos de lo sucedido es la que ha aparecido en los medios de comunicación y, desde el respeto a las decisiones de cualquier institución pública, hemos de expresar nuestra sorpresa y nuestra inquietud, sobre todo por el hecho de que el pleno del Consejo de Patrimonio, por primera vez en su historia, haya desoído y no ratificado el acta de la Ponencia Técnica aprobada hace una semana. Dicha ponencia mantiene que no existen fundamentos para declarar BIC de Sitio Histórico la zona del Oasis de Maspalomas. Dicho de otra manera, la mesa de expertos con titulación y cualificación específica en la materia, que llevaba estudiando el expediente incoado por el Cabildo desde hace más de un mes, emitió un informe contrario a la declaración de BIC por no encontrarle fundamentos para su soporte, pero el Pleno del Consejo, con una composición compleja, política y de algunos colectivos previamente posicionados, desatiende las indicaciones de sus propios técnicos, en una votación ajustadísima de ocho votos contra siete y dos abstenciones.

¿Insinúa que han podido haber presiones?

Habría que preguntarse si realmente los miembros del Consejo que votaron a favor del BIC estudiaron y accedieron al expediente de 6.000 folios incoado por el Cabildo para tener una idea al menos tan completa como la de sus técnicos. Sería lamentable que se tomen decisiones tan importantes para la economía de la Isla sin un estudio responsable y a fondo, y que quienes pueden tomar esos acuerdos se sometan o se dejen influenciar por las campañas difamatorias, interesadas y malintencionadas que venimos soportando, que únicamente pretenden crear confusión en la opinión pública. La votación y el resultado del pleno del Consejo, desde nuestro punto de vista, no tiene porqué ser concluyente. En el expediente existen informes contrarios a la posición que mantiene el Cabildo de una contundencia científica incontestable. Aunque el Cabildo no nos dio el trámite de audiencia que creíamos correspondiente, sí hemos intentado hasta el último momento informar a la Consejería de Cultura del Gobierno canario de todos los informes que existen para que formen parte del expediente. Por eso nos gustaría saber si esas personas accedieron a esos documentos o solo a la agitación mediática.

¿A qué informes se refiere?

En la fase previa de alegaciones presentamos un informe del catedrático de Historia d e la Universidad de Almería, José Luis López Castro, un experto en historia colombina, que es demoledor sobre el discutible paso de Colón por la zona del Oasis. Y si pasó, probablemente ni se bajó del barco, porque los almirantes no eran los que se encargaban de repostar. No se sabe qué importancia se quiere dar a ese hecho cuando hay otros sitios de Gran Canaria , como Gando o el puerto de la capital, donde sí es seguro que estuvo. El único sustento del expediente del BIC, y eso debe quedar muy claro a la opinión pública, es que como Sitio Histórico se rememora la recalada de Colón un día de 1502 en su cuarto viaje. También presentamos ante la Consejería de Cultura dos informes más, uno de Michel Jorge Millares, experto de turismo de esta Isla, y un contundente informe de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria , de la Facultad de Ciencias del Mar, firmado por varios profesores y encabezado por el científico Ignacio Alonso Bilbao, que de forma muy contrastada aclara que el litoral que en todo caso podía llamarse Maspalomas ocupaba una franja de más de treinta kilómetros. Utilizando mapas de la época, los fondeaderos nunca pudieron estar en esa zona del Oasis, porque es de Barlovento. Si no pueden fondear hoy por hoy los modernos yates, cómo lo iban a hacer en aquella las naos de madera. Existían otros puntos más atractivos para el repostaje de madera y agua dulce en esa costa , pero nunca en ese sitio concreto . Discutiendo si Colón estuvo o no, la reflexión que debe hacerse cada grancanario es si es tan importante la memoria del paso de Cristóbal Colon para que juguemos con el futuro de nuestra industria turística. Lo que debemos es hacer turismo y hacerlo bien, poner la alfombra roja a los inversores con el marco legal del que nos hemos dotado, con juego limpio, seguridad jurídica y respeto a las leyes.

La alternativa del Gobierno de Canarias propone conservar los valores histórico-artísticos del edificio del hotel Oasis, tal como solicitaron la empresa Lopesan y los arquitectos en el inicio de todo este proceso del BIC. ¿Lo acepta Riu?

No hemos tenido acceso a esas propuestas y no puedo valorarlas. Cualquier alternativa debería ser en todo caso compatible con los derechos consolidados en la zona, que lo que necesita urgentemente es inversión y modernización para poder ser competitiva. Estoy convencida de que ha existido un error de percepción generalizado sobre este asunto y provocado por su repercusión mediática. Se ha vendido a la opinión pública que la declaración de BIC persigue una protección ecológica o medioambiental que es crucial para salvar o proteger los espacios naturales en la zona del Oasis, pero dicho argumento es falaz, torticero e interesado, hay que desmentirlo de forma clara y contundente. Todo el espacio natural que existe en el entorno del Oasis, las dunas, la charca y el palmeral, están ya de hecho y por fortuna completamente protegidos y preservados por los instrumentos legales correspondientes. Ni están amenazados ni sometidos a ningún riesgo. El expediente incoado por el Cabildo no tiene una base ecológica o medioambiental, que no nos confundan, su base, su argumentación es únicamente de tinte histórico, por eso la categoría de protección pretendida es la de Sitio Histórico, sustentado en el paso de Colón en 1502 por alguna zona de los más de treinta kilómetros de costa denominada Maspalomas. No se discute un proyecto, ni la protección de un edificio, idea que desechó la institución insular, sólo si el supuesto hecho histórico tiene entidad suficiente para paralizar el flujo económico de una zona industrial turística consolidada y comprometer su renovación para siempre, de por vida.

El Cabildo asegura que con el BIC se logra la protección y la rehabilitación de los hoteles, ¿por qué cree que se compromete la renovación?

El efecto es la parálisis completa del Oasis. No es cierto que se puedan reformar las propiedades. Hay que leerse con mucha atención el Anexo III de la resolución del Cabildo, en el que ya se adelanta que no habrá usos hoteleros, que todo tendrá que ser comercial, que habrá que sacar los hoteles de allí. Ojo con esto. Primero, porque es poco factible que los usos hoteleros puedan ser erradicados, pues tendrían unas cuantías de indemnizaciones o expropiaciones que la administración pública no podría asumir. El futuro, desgraciadamente, es que se perpetuará la obsolescencia e incluso la degradación paulatina de una de las zonas más bonitas del Sur. Y no solo del hotel Riu Oasis, sino del Palm Beach, del Residencia, de los complejos de apartamentos y de los centro comerciales.

¿Por qué?

Porque todo quedará paralizado, no habrá inversiones. Ningún propietario aceptará perder sus aprovechamientos, se quedará todo como está, obsoleto, viejo, feo y anacrónico. Esto no es un casco histórico como Vegueta, es una zona industrial turística de la que se derivan importantes repercusiones económicas para la Isla. Difícilmente la administración pública iniciará expedientes de expropiación de estas industrias, que son establecimientos con actividades económicas y muchos puestos de trabajo. Es una falacia que el Cabildo diga que no se paraliza nada y que se puede renovar. Si alguien quiere hacer una reforma dentro del Oasis, por mínima que sea, incluso pintar una fachada o impermeabilizar un techo, tiene que pedírselo al Cabildo e ir con un estudio de un historiador que diga de qué manera puede afectar al objeto histórico allí declarado. Esto realmente no hace más que aumentar el vía crucis del promotor y el inversor para darle herramientas de control urbanístico al Cabildo.

Su empresa ha comunicado que está dispuesta a cambiar el proyecto de su nuevo hotel ante el rechazo al denominado "mamotreto". ¿Qué características tendría el nuevo diseño? ¿Riu acepta bajar las alturas?

El proyecto que Riu presentó en el Cabildo y que obtuvo su autorización previa para la demolición del actual establecimiento y la reedificación, así como la posterior licencia de ejecución del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, se adapta completamente a las especificaciones urbanísticas de la ficha que le corresponde a la parcela. No tuvo ningún reparo en el Cabildo, con una autorización previa que firmó el presidente del Patronato de Turismo, que es también el presidente de la corporación, José Miguel Bravo de Laguna. Tampoco tuvo objeciones en el Ayuntamiento. Ello quiere decir que tiene derechos consolidados de edificación, que en esos momentos se encuentran suspendidos por el expediente del BIC. Pero también es cierto que desde el primer momento, desde el minuto cero de esta polémica, antes de la incoación del BIC, nosotros hemos manifestado que si el problema era el diseño del nuevo hotel, podíamos redefinirlo. Podíamos hacer un guiño al edificio original de los arquitectos Corrales, Molezún y De la Peña, o conservar el revestimiento de la piedra volcánica, o intentar jugar con las alturas.

El Gobierno de Canarias debe tomar una decisión sobre el BIC antes del 9 de agosto. ¿Mantendrá Riu su demanda en los tribunales si se aprueba la declaración de Sitio Histórico?

Actualmente lo que está en curso es un proceso contencioso-administrativo presentado por nosotros, y también por otras empresas, sobre la incoación de BIC por parte de la corporación insular. Si la pregunta es qué ocurriría si el Gobierno autónomo se declara favorable al BIC del Oasis, también sería un acto administrativo recurrible en la vía contencioso y nosotros nos veríamos obligados a hacerlo. No puede ser de otra manera.

¿Que consecuencias tendría para la cadena Riu que se declare el BIC?

Le voy a decir una cosa, en estas fechas ya estaríamos acometiendo la limpieza de las obras y en pocos meses inaugurando un lujoso y flamante establecimiento de cinco estrellas que la zona merece. Ahora estamos trabajando en un hotel en peores condiciones, que ya está obsoleto, como nos ha certificado la Consejería de Turismo del Gobierno autónomo. Hay una pérdida de calidad que también observan nuestros colaboradores y los turoperadores, lo que redunda y va redefiniendo el tipo de turismo y el precio, y por lo tanto, influye sobre el entorno y los negocios de la zona. No creo que eso sea bueno para nuestro turismo ni para la isla en general. No hay hotel que no necesite renovarse continuamente y una reforma caso integral cada diez años. Destinos emergentes y competidores como la costa de Marruecos, Cabo Verde o Turquía están muy a la cabeza en grandes resort y hoteles que nuestros clientes también visitan. Cuando vienen a Canarias exigen, al menos, lo mismo que ven fuera. Hay que salir, comparar, que además es la política que viene manteniendo el Gobierno canario desde hace años a través de toda la legislación que ha aprobando. Hay que tirar viejo y hacer nuevo, y no hay otra vía, no hay alternativas.

Otra crítica que se hace al llamado "mamotreto" es que está por debajo de la calidad de los alojamientos de esa zona y está destinado a un visitante de menos recursos.

Eso es absurdo. A ver quien se va a creer que queremos hacer un low cost de cinco estrellas. Salimos a explicar hace un año y medio cuál era nuestro proyecto y por qué habíamos elegido este estilo de edificio, y vuelvo a repetir que hemos sido flexible para buscar unos diseños alternativos. Cuando se nos acusa de querer construir un muro-pantalla, un mamotreto, la primera reflexión es la siguiente. ¿Solo nosotros? Porque resulta que nuestro proyecto con licencia no tiene más altura y longitud que los hoteles colindantes. Al revés, tiene menos, ¡mucho menos!

¿Eso es cierto?

Pongo algunos ejemplos. Nuestro proyecto para el hotel Riu Oasis tiene un largo de 360 metros y una altura máxima de 26 metros. El Costa Meloneras tiene 550 de largo y 30 de alto. El Baobab 560 de largo y 30 de alto. El Palm Beach 185 y 28. Por no hablar del Ifa Faro, que tiene mucha más altura y está entre el nuestro y la linea de costa. Entendemos todas la posturas porque cada cual tiene sus gustos, unos opinarán libremente y otros bajo guión, pero realmente creo que la seguridad jurídica para un inversor y un juego limpio a través de las administraciones públicas obliga a que la ley sea igual para todos, no para uno solo. Se ha hecho un uso y abuso malintencionado de nuestro proyecto. Los vídeos e infografías que tanto calan en la opinión pública están absolutamente manipulados. No son reales, todo lo que hay alrededor parece muy bajito y nuestro proyecto monstruoso, pero eso no es así. Creo que hay que darle un voto de confianza a una compañía como Riu, que lleva más de treinta años en Canarias, que nos consideramos una empresa de aquí porque los 6.000 trabajadores son de las Islas. Lo que queremos para esa parcela tan sensible es el mejor hotel que sea posible. ¿Cómo no vamos a querer tener un establecimiento de cinco estrellas y la máxima calidad para traer al mejor cliente, al que deja más dinero en el Sur. Este proyecto es nuestra gran ilusión y estoy convencida de que ya no queda un solo grancanario que no haya entendido de qué va este asunto del BIC. Esto no tiene nada que ver con Colón, ni con la historia, esto parece una actuación urbanística del Cabildo a través de una grave desviación de poder.

¿A qué se refiere?

La situación que vivimos con el BIC del Oasis se aleja mucho de ser una acción cierta y legítima, ni siquiera legal, de defensa del patrimonio cultural e histórico, ya que esconde una operación urbanística de cambios de usos y parámetros en la urbanización del Oasis. ¿En qué defiende la memoria de Colón que en adelante solo se puedan hacer centros comerciales? Esto no solo afecta a Riu. No se debate la aprobación de un proyecto de hotel, ni se debate la conservación de un edificio. Hay muchos expertos que tienen opiniones contrarias, pero en el supuesto de que Colón estuviese en el Oasis, ¿por qué importa justo ahora?, ¿por qué no importó cuando el Cabildo nos dio la autorización previa hace dos años ? ¿por qué no ha importado en los últimos años en que tanto planeamiento urbanístico se ha debatido en la zona y nadie ha levantado un dedo? ¿por qué interesa Colón justamente en el momento en que una empresa hotelera competidora y vecina lanza la primera piedra contra nuestro hotel? La conclusión es que toda esta historia de Colon es para desviar la atención, porque el objetivo que se persigue no es otro que actuar urbanísticamente sobre la zona, conseguir un instrumento de planeamiento para supuestamente favorecer a una determinada parte que tiene intereses allí. Y probablemente eso es lo que está investigando la Fiscalía.