El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, confesó ayer que ha vivido con "muchas ganas y con mucha ilusión" la festividad del día grande de la Virgen del Pino en Teror. Morales, que, según destacó a las puertas de la Basílica, ha estado los últimos 28 años participando en la ofrenda a la patrona como alcalde de Agüimes, explicó que era la primera vez que asistía a la misa y a la procesión en la Villa Mariana debido a que hasta ahora le coincidía esta conmemoración con los actos de esta misma celebración en el barrio de Arinaga.

"Me siento satisfecho de esta primera experiencia en la festividad del Pino en Teror sobre todo por la respuesta de la gente a las innovaciones, que se han incorporado en los diversos actos con el fin de potenciar esta celebración, que desde hace 50 años fue declarada Fiesta de Interés Turístico", añadió el presidente del Cabildo insular, que momentos antes había comentado que el pasado lunes, día de la romería, estuvo hasta la madrugada disfrutando del convite como un grancanario más.

Ayer, Morales ya no lucía el traje típico del pasado lunes, atuendo con el que intentó pasar desapercibido, algo que no siempre consiguió, por las calles del casco de este municipio. Para esta ocasión, al igual que la mayoría de alcaldes de la Isla, se enfundó en traje azul oscuro, tal como exige el protocolo. Tras la procesión fueron muchos los asistentes que se acercaron a saludarle y desearle suerte en este mandato al frente del Cabildo, en el que casi acaba de estrenarse. Respecto al hecho de que a la ofrenda a la Virgen no hubiera acudido el presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, el presidente del Cabildo aclaró que en ningún momento dijo que echara de menos al presidente autonómico, y puntualizó que sí que manifestó a preguntas de los periodistas que "institucionalmente tenía que estar presente algún representante del Gobierno de Canarias". En este sentido, comentó que en la noche del lunes, tras la ofrenda, se encontró con el consejero de Economía, Pedro Ortega, en la zona del Puente, y le dijo que él, que reside en Teror, sí había estado en la romería, si bien le aclaró que no se había sentado en las sillas reservadas para las autoridades para este acto.

Morales, que pudo aprovechar ayer que Fernando Clavijo asistió a la misa y a la procesión para trasladarle estas quejas, explicó que pensó que "no era el momento de reproches"; si bien se mostró confiado en que "esta experiencia les sirva a los representantes del Gobierno canario para aprender que no se puede dejar institucionalmente a Gran Canaria de lado en los actos en honor a su patrona, festividad muy sentida por los hombres y mujeres de la Isla".

De otro lado, y al margen del día del Pino, el presidente del Cabildo anunció que esta misma semana tiene previsto mantener una reunión con el alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, para abordar cómo se deberá modificar el Plan General de Ordenación y el Plan de Modernización de este municipio, que ha elaborado la empresa pública Gesplan, para que reconozca la residencialización de la zona turística y respete hechos consolidados como es el caso de varios complejos del Sur.

Con todo, Morales dejó claro que "la pelota está en el tejado del Gobierno de Canarias, que es el que ha diseñado el Plan General", aunque criticó que el Ejecutivo haya aprobado instrumentos para la ordenación del suelo que no contemplan del todo lo que establece el Cabildo a través del Plan Insular de Ordenación del Territorio. Ante esto, advirtió que la corporación insular se reservará el derecho a presentar informes vinculantes y negativos, si bien dijo que esperaba que en todo este proceso haya diálogo, consenso, se respeten los hechos consolidados y se busquen fórmulas que no generen perjuicios graves para muchos ciudadanos que viven en el Sur.