Las empresas dedicadas al transporte de viajeros en el municipio turístico de San Bartolomé de Tirajana aumentan de forma vertiginosa. A las 350 licencias de taxis que operan en la localidad hay que sumarle el alquiler de vehículos con conductor (VTC), los microbuses turísticos, las compañías de safari y el servicio regular de Global, entre otros servicios. Un amplio abanico de opciones para visitantes y vecinos, que al carecer de un "control" exhaustivo, está produciendo estragos entre los profesionales del sector. La Policía Local finaliza el año con un total de 200 denuncias de vehículos que desarrollan actividad en el municipio de manera irregular.
Una gran mayoría de los taxistas del Sur de la Isla hacen malabares para llegar a fin de mes. No por falta de clientes, pues los hoteles están repletos de visitantes, sino por la competitividad y en algunos casos, "desleal", que está experimentando el sector. A pesar de ser el Cabildo la institución que posee competencias de inspección y sanción en la materia, el ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana prepara la elaboración de un estudio de movilidad urbana que ayude a "identificar" y "controlar" el número de vehículos que ofrece servicio dentro del municipio. El concejal de Transportes, Pablo González, ha pedido a los hoteleros su colaboración en la lucha contra el intrusismo y ha conseguido que el gobierno insular envíe al Sur dos de los cuatro inspectores de los que dispone para supervisar la actividad en Gran Canaria.
"Hemos tenido dos reuniones con empresarios y representantes del sector en los últimos meses, en las que hemos solicitado al Cabildo ayuda para atajar este problema. Necesitamos hacer un diagnóstico de las necesidades de transporte del municipio para así ordenar los diferentes agentes que intervienen en el sector. A cada uno le corresponde un ámbito determinado", señaló el concejal en compañía de un técnico.
En una temporada turística con nuevo récord de visitantes, "hay trabajo para todos", continuó el edil, solo que algunos vehículos circulan sin autorización.
Las autoridades municipales han detectado que algunas unidades, que solo tienen licencia para "prestar el servicio con salida a destino desde un garaje", recogen pasajeros en la misma calle. Muchos de estos conductores, explicó González, en vez de esperar la llamada de un nuevo cliente desde sus oficinas, se detienen por el camino para aprovechar el viaje y subir a más clientes.
El intrusismo que está padeciendo el transporte público de viajeros ha mermado en los últimos años hasta en un 40% la actividad de los taxistas en San Bartolomé de Tirajana, según denunciaron en una reunión de hace algunas semanas los representantes de este sector al consejero de Transporte del Cabildo, Francisco Trujillo Marrero.
El consistorio considera "vital" instalar, como ya ocurre en el aeropuerto, un "sistema telemático" que controle el número de vehículos que operan en la zona sensible del municipio.
