La Concejalía de Patrimonio Histórico y Archivo, que dirige Ana Hernández, ha acordado con la familia del pintor y escultor Manolo Hernández Caballero, cuya firma es Mherc, reunir una veintena de cuadros para rendirle un homenaje durante las fiestas de San Pedro y San Pablo. El Ayuntamiento ha ideado el proyecto Mherc: 20 años de legado para "la revalorización y perpetuación del legado patrimonial del artista más reconocido de la villa", indica el archivero y jefe de Patrimonio Histórico, Emilio Sánchez.
"Nos sentimos muy orgullosos del merecido homenaje que le van a hacer a nuestro hermano que tanto hizo por el municipio", así lo expresan Margarita y Antonio Hernández Caballero. Ellos y sus hermanos Carmen, José, María Jesús y Victorio van a ceder las obras que su hermano les dejó en testamento para que sus vecinos puedan contemplarla. "Para nosotros supone un recuerdo muy especial y estamos muy contentos de colaborar en que se conozca parte de la actividad artística que tuvo mi hermano", añade Antonio Hernández.
La muestra Mherc: 20 años de legado se podrá ver en la sala que lleva su mismo nombre del centro cultural "Federico García Lorca", en la que ya hay de forma permanente una de sus mejores pinturas El Gánigo de la paz, donada por el artista al Ayuntamiento junto con El Cristo del Mar, que también está expuesta en la entrada del salón de plenos de la Corporación de Ingenio. Ambos cuadros fueron realizados en 1986.
Una de las primeras pinturas es La rendición de Breda, hecha cuando hacía la mili y situada en la sede del Ejército de Tierra de Las Palmas de Gran Canaria. Entre su centenar de obras están El ingenio azucarero entre la calle Juliano Bonny Gómez y el inicio de la Avenida de América, Los cactus de la rotonda de Carrizal, el mural del Azucarero de la calle Nueva, el parque del Sequero, los dibujos de las cerámicas de la calle de Atrás, que está adoquinada. "Por eso ha sido muy importante el acuerdo para que su archivo personal y su obra pictórica heredada por sus hermanos y no conocida puedan ser expuesta y difundida en su pueblo natal", señala la concejala Ana Hernández.
"Una muestra patrimonial y un documental dedicado a su labor artística serán los medios por los que el Ayuntamiento de Ingenio homenajeará tanto a su persona como a su trabajo al cumplirse 20 años de su fallecimiento", agrega la edil. "Ha sido una suerte que los hermanos de Manolo Hernández estén dispuestos a juntar las obras del artista que tienen en sus casas para que todos los vecinos y visitantes puedan contemplarla", añade el archivero Emilio Sánchez.
Así, además de las esculturas y pinturas que se pueden contemplar en las vías y plazas de la villa, el Ayuntamiento ha encargado al jefe de Este Canal Francisco Cruz Manzano la elaboración de un documental de momentos inéditos de la vida del escultor y pintor, que falleció a los 48 años.
Manuel Hernández Caballero nació en 1947 y murió en 1996 en Ingenio. Licenciado en Bellas Artes, fue el primer profesor que dio esa asignatura en el Sureste, en el instituto de Vecindario. "Fue un gran defensor de la naturale-za", destaca su hermano Antonio. Su actividad artística la basó principalmente en la pintura, mostrando un gran interés por los paisajes rocosos y la arquitectura tradicional canaria.
La concejala de Patrimonio Histórico resalta que Manolo Mherc fue una "persona comprometida con la cultura y con sus conciu- dadanos. Tuvo una fructífera vi- da artística, siendo nombrado asesor honorario del Ayuntamiento en los temas referentes al embellecimiento y al acerco histórico- cultural de la villa".
A Manuel Hernández también se le conoce por El Granero, casa antigua canaria, restaurada y ubicada en el mismo casco histórico de Ingenio, siendo el lugar de trabajo. Tal inmueble fue su gran apuesta, convirtiéndose durante años en el epicentro artístico-cultural de referencia. Su decidida visión de convertirlo en sala de exposiciones y lugar de reunión de artistas invirtieron en la conservación y divulgación de la cultura artística de Ingenio.
En tal sentido, durante las fiestas principales de la villa El Granero se convirtió en una casa museo donde había parte de su obra, cerámicas, esculturas labradas en madera. "Él adquirió un solar para convertirlo en espacio de trabajo para jóvenes artistas", indica su hermana Margarita Hernández.
