La empresa turística Anfi, que pertenece al grupo Santana Cazorla, ha iniciado las obras de regeneración de la playa de Tauro con una inversión de 2,5 millones de euros. La compañía, que prevé culminar los trabajos de ampliación de la cala artificial a finales de este año, cubrirá el enclave de callaos con 70.000 metros cúbicos de arena procedente del Sahara.
Tras 16 años de trámites burocráticos, el grupo que preside Santiago Santana Cazorla ha comenzado con los trabajos de mejora del litoral de Tauro. Bajo el beneplácito de la Dirección General de Costas del Ministerio de Medio Ambiente, el desarrollo económico de esta franja marítima del municipio de Mogán comenzará por fin a ver la luz a finales de este año, plazo en el que el grupo turístico prevé culminar su s trabajos de ampliación de la cala. La nueva playa duplicará sus dimensiones actuales al aumentar a 280 metros de longitud y 50 de ancho su superficie. El grupo, que ostenta la concesión administrativa de este dominio público durante un periodo de 50 años, planea retirar las piedras que se ubican delante de la desembocadura del Barranco del Lechugal hasta el antiguo almacén de pescado para ganar espacio hacia la zona noreste de la playa.
La principal actuación que contempla el proyecto consiste en sustituir las piedras de la cala por 70.000 metros cúbicos de arena dorada. Una iniciativa, que según fuentes cercanas a la compañía, pretende "respetar" al máximo el medio ambiente y "aprovechar" cerca de 15.000 metros cúbicos de sedimento de la propia playa.
El enclave se cubrirá en un plazo aproximado de dos meses por un manto de arena rubia, que el promotor ha tenido que importar desde el desierto africano. Aunque en un principio se contempló la extracción de árido en el bancal de Pasito Blanco, en San Bartolomé de Tirajana, o el traslado del excedente que presenta la playa capitalina de Las Canteras, lo cierto es que finalmente Anfi ha tenido que recurrir al continente vecino para cubrir la demanda de este recurso natural. Hace ya dos años el grupo solicitó a Costas el aprovechamiento del sobrante de la cala de Las Palmas de Gran Canaria para regenerar Tauro, sin embargo, la falta de respuesta ha desembocado en la compra de contenedores con sedimento a más de 900 kilómetros de distancia. Con esta iniciativa, la Isla cuenta además de Amadores con una segunda playa artificial de arena, ubicadas ambas en Mogán.
Durante estas dos semanas de obras la empresa ha vallado la zona por razones de seguridad y ha realizado labores de limpieza. Para esta primera fase de regeneración de la playa, la concesionaria ha destinado una inversión de 2,5 millones de euros. Sin embargo, el presupuesto se disparará a seis millones en los próximos meses ya que el proyecto incluye en una segunda etapa la construcción de un paseo marítimo que conecta la playa del Cura con la de Amadores además de una serie de instalaciones complementarias.
La nueva cala ofrecerá a sus usuarios una superficie de 11.000 metros cuadrados reservada para aparcamientos, un espacio comercial de otros 1.700 metros y dos kioscos en la arena de más de 50 metros cuadrados. Además de baños, zonas ajardinadas y el servicio de alquiler de medio millar de hamacas y sombrillas.
En una tercera fase, el proyecto continuará con el levantamiento de un muelle deportivo con capacidad para 322 atraques, de los que se reservan 89 para barcos con 10 metros de eslora. Tanto el puerto recreativo, como el paseo y la ampliación de la playa se realizarán al amparo del Plan Territorial Especial de Ordenación del Litoral de Tauro (PTE 29), aprobado por el Gobierno de Canarias en 2014. No obstante, la expansión de la oferta alojativa en el valle de Tauro tendrá que esperar a que el Ayuntamiento de Mogán culmine con la aprobación de su Plan General de Ordenación, que justo hace un año cerró su periodo de alegaciones con un total de 50 reclamaciones presentadas por particulares y administraciones.
El documento urbanístico dota a Tauro de suelo para construir 7.500 camas turísticas, de las cuales ya se han levantado 2.000 unidades en un hotel y las villas aledañas al campo de golf. El remanente alojativo deja vía libre para la edificación de al menos seis hoteles más con un capital estimado de 400 millones de euros. Sin embargo, para que este crecimiento turístico se convierta en una realidad en la cala moganera primero habrá que ofrecer en la zona infraestructuras de playa y de ocio que sirvan de acicate para atraer a nuevos socios del sector turístico.
