Todo es natural en la finca de Lomo Caballo-La Pasadilla, desde los abonos hasta la luz, pasando por los animales y los cultivos, que pueden hacer vivir a su familia sin necesidad de salir de sus 22.000 metros cuadrados de superficie, desde los que se pueden contemplar hasta la costa y el barranco de Guayadeque. Así lo percibe tanto su dueño José Guedes (1954) como los visitantes, entre los que se encuentran muchos escolares.
"Aquí convertimosel estiércol de las vacas, de los cochinos, las cabras y las gallinas en oro". Guedes, que desde que se jubiló está entregado a su finca, ha sido cocinero durante 40 años y es heredero de una agricultura orgánica y autosuficiente, que ha recibido de sus abuelos y padres. De suyo es un ejemplo que usa con mucha frecuencia el impulsor de la agricultura orgánica en varios países del mundo, el colombiano Jairo Restrepo, que ya ha participado en dos Seminarios Internacionales de Comarcas Sostenibles del Sureste.
Todo es importante para este agricultor desde el estiércol de las vacas, cabras y cochinos, en el que tiene un papel importante sus cien gallinas porque lo mueven y mantienen vivos los micro organismos, hasta la elaboración de abonos para los cultivos. Guedes apunta cómo se hace: "Coges un bidón de 200 litros, le echas 100 de agua, 40 de excrementos de vaca, 30 de orines o meados de animales, 10 de suero del queso ó tres litros de leche si no hay suero, cuatro kilos de ceniza de carbón de madera, tres litros de melaza y 150 gramos de levadura de pan, con un respiradero hacia una botella de agua para que no entren microbios. Todo mezclado y cerrado herméticamente de 21 días a un mes".
Asimismo, aprovecha el caldo para sufatar con un litro y medio para 20 litros de agua, más un litro de suero fermentado. "También se le puede añadir sulfato cálcico, que preparamos nosotros a base de agua, azufre y cal para proteger las plantas de insectos, fundamentalmente las papas y los cereales. Las plantas se nutren, se alimentan y hacen que crezcan sanas, partiendo de la base de que tenga un terreno bien preparado".
Guedes se dedica sobre todo al cultivo de cereales autóctonos, centenos, ocho clases de trigo, cuatro de arvejas, lentejas, tres clases de chícharos, tres variedades de avena, tres clases de cebada, chochos, habas, papas y producción de semillas para el banco del Cabildo. Él tiene 26 variedades de las 30 semillas que han existido en Gran Canaria. Todo lo que cultiva, con ayuda de sus tres hijos y familia para las tareas pesadas, lo destina al consumo de su casa de familia.
En cuanto animales tiene 100 gallinas, cinco cabras, cinco machorras, cuatro ovejas, un carnero, una vaca y un ternero, dos cochinos, perdices, pavos reales, gallinas guineanas, gansas, ocas, diez conejos, ocho perros, abejas para la polinización de las plantas, mejora los frutos y las semillas. También utiliza fertilizantes naturales.
Jairo Restrepo
"Lo de Jairo bienvenido sea, porque me ha enseñado a perfeccionar muchas cosas de las que yo tenía en práctica. Yo estoy usando la escuela de mis abuelos y mis padres, porque aquí antes no había dinero para comprar ni fertilizantes ni abonos. Cada uno tenía que autoabastecerse. Este hombre me ha ayudado hasta tal punto que la mierda la convierto en oro".
Además de agradecer los apoyos de los técnicos del Ayuntamiento de Ingenio, José Guedes se muestra orgulloso de "haber aprendido a curar el suelo y a enriquecerlo para que la planta llegue a un suelo digno con caldos y floriales". Además, de comer leche, carne, huevos, papas, quesos y frutas, tiene tres placas altovoltaicas que da luz a cuevas y frigoríficos.
