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"La cara de la pobreza del Sur es la de extranjeros sin documentación"

"La cara invisible es la de una mujer, parada, de más de cuarenta años, con un mayor y dos niños a su cargo", afirma Gonzalo Marrero, director de Cáritas en Canarias

Gonzalo Marrero en el patio del centro de Cáritas en Escaleritas. JUAN CARLOS CASTRO

Antes de llegar a dirigir Cáritas usted fue voluntario ¿Cuál es la realidad que ha encontrado como director?

Cáritas tiene en Canarias 198 parroquias, por lo tanto, 198 grupos parroquiales, 1.300 voluntarios, 120 trabajadores, y atiende a una media de 14.000 personas al año. Es una situación compleja, y además, porque nos ocupamos de las personas con problemas en Lanzarote y Fuerteventura.

¿Se ha notado que la economía va mejor como dicen los expertos y los políticos?

Bueno, creo que el criterio de Cáritas no es el básico, porque hay informes de la OCDE, y del Banco Mundial que dicen que la economía en España ha mejorado, y eso no se puede discutir. Pero, el informe apunta que durante la crisis el país donde más ha crecido el número de ricos, y el nivel de riqueza de esas personas, es España, y al mismo tiempo, es el país de toda la UE donde más ha aumentado la desigualdad social. Por lo tanto, hay más riqueza, pero no se ha distribuido con criterios sociales sino que ha primado el capital.

¿Y en Canarias, hay también hay más pobres y los ricos han aumentado su fortuna?

Si, hay más ricos en Canarias, y los que ya lo eran y los nuevos tienen más dinero que lo que tenían antes de la crisis. Además, el Banco de España ha tasado los efectos de esa crisis con datos: el capital ha aumentado 3,5 puntos y las rentas del trabajo han bajado 2,4. Si alguien tiene alguna duda de a quienes ha favorecido los gobiernos de los últimos ocho años basta mirar ese informe, que lo deja claro.

De no ser por Cáritas muchas familias canarias no tendrían que comer ni tampoco donde dormir. ¿Hay más los pobres en la Isla de lo que creemos?

Sí, atendemos de forma directa a una población importante, unas 14.000 personas en la provincia de Las Palmas, pero de forma indirecta a unas 40.000 personas, y en todos los casos no tienen recursos. Además, ayudamos a un sector de población invisible, que son personas que la administración no pueden atender.

¿ Es decir, que no estamos viendo la verdadera cara a la realidad?

Cáritas hace una labor que baja el nivel de presión social.

¿Qué personas están detrás de esas caras invisibles de las que habla?

La cara invisible y más impactante es la de una mujer desempleada, mayor de cuarenta años, que está sola, o con una persona mayor a su cargo, y dos niños pequeños. También hay muchos casos de mujeres, que antes de la crisis tenían pareja , y al trabajar los dos, disponían de unos ingresos aceptables, y ahora se ven solas, y no cuentan con ayuda social ni de la familia. Es una situación muy dura. Afortunadamente en Canarias que es una sociedad maternal, las mujeres son proactivas, cuando tienen un problema vienen a Cáritas, al hombre le cuesta más venir.

¿Hay barrios donde la pobreza es más extrema?

Gran Canaria tiene núcleos de población muy definidos, como Tamaraceite, Jinámar, el sur de Gran Canaria, y Puerto del Rosario. Le doy un dato: en 2014 atendíamos en Puerto del Rosario a 27 personas sin hogar, y en 2015 hemos cubierto esa necesidad a 157 personas.

Identificamos el Sur con vacaciones y riqueza. ¿Hay muchas personas necesitadas en el Sur de la Isla?

En el Sur ayudamos a un sector importante de población. No están en primera línea de la playa, pero viven en condiciones marginales. Vemos siempre una imagen de la sociedad que nos circunda, pero no conocemos toda la realidad.

¿Pero son familias de aquí o son extranjeros que vinieron en busca de un futuro mejor, y no les ha ido bien?

Las caras de la pobreza del Sur son la de extranjeros, que no tienen ni documentos de identificación, en algunos casos centros de menores cuando han cumplido los dieciocho años es han dejado en la calle.

¿Son los canarios tanto a nivel particular o a nivel de empresas solidarios?

Si se miran los datos de la crisis, se ve como Canarias es la comunidad más solidaria tanto a nivel de particulares con donaciones como con las aportaciones de las iglesias. Además, hay que decir que los voluntarios de Cáritas no tienen que ser creyentes, pese a que se trata de una organización vinculada a la Iglesia católica.

¿Para ser voluntario sólo hace falta tener tiempo ?

Efectivamente.

¿Y cuántas horas dedica un voluntario?

Tenemos como voluntarios abogados en despachos que atienden un día a la semana, dos horas, a las personas que desde Cáritas les enviamos, hasta personas que prestan dos tardes, o una mañana y una tarde. En función de la disponibilidad de cada uno le ajustamos la tarea.

¿Cuándo llega alguien a Cáritas quién le recibe, y que es lo primero que se hace?

Tenemos atención todos los días, de lunes a viernes. Siempre hay una trabajadora social disponible. A Cáritas cada vez va más un sector de personas invisibles porque no pedimos ninguna documentación. Si que cuando se incorporan a un programa de ayudas, si que hacemos una ficha con los datos porque tenemos que justificarla.

¿Qué lección le ha dado conocer de cerca la pobreza?

Procedo de una familia trabajadora, pero en mi etapa académica, en la que he ocupado puestos de alta responsabilidad, he pisado la alfombra roja, por entendernos. Ahora estoy con personas que no tienen nada, y necesitan ayuda. Estoy muy a gusto con lo que hago ahora.

¿Pero ha aprendido algo de esas personas sin recursos?

Sí, quizás lo que me ha impactado es que se trata de personas normales, que se puede cruzar con ellas por la calle, y no nos transmiten que están en exclusión social. También he visto que muchas de esas personas antes de la crisis vivían de forma holgada, porque tenían trabajo, y al quedarse sin empleo se han visto obligados a venir a pedir ayuda, y han tenido que afrontar una situación muy dura, que nunca imaginaron.

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