¿En qué línea ha trazado el pregón de La Rama de este año?
Intentaré ir sobre la línea que más conozco. Jugaré un poco con la literatura y con las anécdotas relacionadas con el pueblo. El pregón suele ser una mezcla entre cuestiones más técnicas y de información. El historiador se acercará desde la historia, el médico desde la medicina y el biólogo desde la botánica. Yo, como soy profesor de lengua y literatura, me acerco desde la literatura a Agaete. Todo esto sazonado con anécdotas de mi infancia y mi adolescencia, de cómo uno vivía las fiestas.
¿Tiene aun bien presentes los recuerdos de la la infancia en la villa?
Sí, aunque soy de los que emigraron en su momento a Las Palmas, como tantos otros, no solo de Agaete, sino de Moya, Artenara, Tejeda? Pero los fines de semana y los tres meses de las vacaciones de verano regresábamos a Agaete y nos marchábamos cuando empezaba el mes de octubre.
La fiesta de La Rama estaba en el centro de ese asueto.
Ese tiempo coincide con la época veraniega de la playa, de las fiestas del pueblo y del solaz.
¿Cómo recuerda las fiestas de la La Rama, han cambiado mucho en estas décadas?
Las fiestas han ido cambiando porque son fiestas permeables. Lo que uno va buscando, como ya comentó el anterior pregonero Valentín, es que las tradiciones más importantes no se pierdan, que la gente no coja la rama antes de tiempo. La Rama se coge arriba, en la parte alta del pueblo, donde siempre se ha cogido. Este tipo de cuestiones hay que seguir cuidándolas.
Como la música festiva, que es muy peculiar en La Rama.
Lo mismo ocurre con la música. La música ha sido permeable a lo largo del tiempo, se han ido incorporando otras a medida que han ido saliendo temas. Pero por lo general esos son los recuerdos que le van quedando a uno.
La Rama ha sido siempre una de las fiestas más potentes de la isla, junto a la del Pino en Teror y El Charco en La Aldea.
Sí, atraen mucha gente. Recuerdo la época en la que decían: viene la gente de Tenerife, viene la gente de La Laguna. Fue la época de eclosión universitaria y que el pueblo pasaba de 5.000 a 20.000 personas en cuestión de horas.
Se trata de una fiesta difícilmente catalogable.
La Rama es un sentimiento. Podemos hablar de los orígenes, aunque es un asunto que ha quedado ya cerrado. La Rama tiene su origen en las enrramadas, no en cuanto rito aborigen. Independientemente de este hecho. Fue la época de eclosión universitaria y que el pueblo pasaba rápidamente de 5.000 a 20.000 personas en cuestión de horas. Por eso ha ido a través de los años recogiendo música al son de lo que han ido tocando las diferentes bandas, fundamentalmente las de Agaete y Guayedra.
Bandas que se han hecho famosas y populares no solo en Agaete.3
Efectivamente. También fuera del pueblo y de la isla. Son bandas muy queridas y potentes.
La Rama es un sentimiento que se ha ido inoculando de generación en generación.
Sí, de padres a hijos. Hay gente que te baila por promesas, otra porque la bailan sus amigos, otra por motivos diversos. Por eso uno pide que se respeten las tradiciones dentro de una lógica.
No es una fiesta fundamentalmente religiosa, como ocurre en otros municipios.
La religión está asociada a la fiesta, pero es una fiesta más amplia. No es una fiesta religiosa pero tiene sus connotaciones, sus mezclas. Hay gente que baila La Rama y se la ofrece a la Virgen de las Nieves, otra se la ofrece a san Pedro por La Rama del Valle. Yo he visto a personas llevando al cementerio un trozo de La Rama que bailaron a su padre o a su madre porque su padre o su madre bailaron La Rama. Exponen la rama en el cementerio por fulanito o fulanita. La Rama trasciende porque eso no ocurriría en una fiesta más frívola. Tiene mucho de sentimiento.
Y ninguna familia de Agaete puede aislarse y estar ajena a la fiesta.
Hablamos de La Rama pero la fiesta es mucho más. La fiesta es la devoción a la virgen, la novena, otros actos, gente que no se ve en todo el año. Es el momento en el que las casas se albean, se limpia, se reparan para acoger al que viene de fuera. La gente aprovecha para que la casa luzca. Una casa donde vivían cuatro, en las fiestas hay catorce. El pueblo se multiplica.
¿Nota diferencias importantes con el paso del tiempo?
Yo sí recuerdo esa gran diferencia que había antes entre el día 4, que es el día de La Rama, y el día 5, que es cuando sube la virgen. Es tan distinto el tipo de personas que nos encontramos en uno y otro evento. Viene gente de los pagos de Gáldar, del Saucillo, de San José del Caidero o de Guía a subir con la procesión de la Virgen de las Nieves. El panorama cambia por completo.
¿Hay mucha devoción?
La traca del día 5 la gente la vive con mucha fuerza. Hay mucha devoción por la Virgen de las Nieves no solo de la gente de Agaete sino de la que viene de fuera.
Trasciende el culto mariano.
El culto mariano está muy extendido en las islas. Hablamos del culto mariano en Agaete con la Virgen de las Nieves, en Teror con la Virgen del Pino, en Guía, la Candelaria en Tenerife. El culto mariano está muy presente en las siete islas y en general en todo el mundo hispano y latino: Roma, sur de Francia, la Península o Sudamérica.
¿Hay literatura en torno a esta devoción?
Sobre todo poética, aunque obviamente también hay literatura en prosa, pero cuando estamos hablando de este tipo de sentimiento hablamos más de lírica que de prosa. Hay de las dos, pero la poesía cobra más valor porque es la expresión del sentimiento.
¿La Rama ha evolucionado o sigue un camino constante?
Yo creo que va por un camino constante. Lo que sí sería conveniente es luchar para que las tradiciones se mantengan. Eso no quiere decir que sea una fiesta hierática sino que se respete la tradición. Hay que cuidarla. No hay que anticipar la recogida de la rama a la música que la anuncia.
¿Hay transgresiones?
Hay confusiones, como en el tema del agua. Nunca vi de pequeño que la rama se llevase al agua. No vi asociar La Rama con la ofrenda para pedir agua en tiempo de sequía. ¿Cómo vamos a pedir agua en verano cuando en verano no llueve?.
