Al margen de colores políticos y riñas personales, los representantes de los 21 municipios de Gran Canaria, gobierno insular y regional coincidieron ayer durante la procesión en honor a la Virgen del Pino de Teror que lo primordial para el próximo año es lograr "formar un gobierno" en Madrid que garantice la "estabilidad política" en el país. "La creación de empleo" y las "mejoras sociales" solo se pueden "alcanzar" si se logra el "consenso", señalaron algunos de los asistentes tras lucir sus mejores galas en la villa mariana.
El día grande de las Fiestas del Pino supuso ayer no solo una oportunidad única en el año para contemplar a la patrona de la Isla a distancia corta, sino un encuentro institucional en el que cada representante rescata entre susurros o en voz alta aquella preocupación que le quita el sueño. Más allá de la crisis económica, que continúa siendo un fantasma difícil de superar, las autoridades centraron ayer su discurso en la necesidad que presenta España para formar gobierno. Es todo un "reto", confesó el presidente del gobierno autonómico, Fernando Clavijo (CC), pero debemos "tener sabiduría" para equivocarnos lo menos posible y fomentar el "diálogo y entendimiento" para poder en este momento que "nos ha tocado vivir" solucionar los problemas.
Desde el patio interior de la casa de los patronos de la Virgen, la familia Manrique de Lara, su homólogo en el gobierno insular, Antonio Morales (NC), hacía hincapié rodeado de compañeros de vocación de lo imperioso que resulta no solo "formar gobierno", sino conseguir que sea una coalición "progresista". "Necesitamos un gobierno que rompa con los recortes de ajuste y saque de la pobreza a los ciudadanos", aseguró Morales, con un sentido de la responsabilidad bastante enraizado en sus palabras. "Nos compete a nosotros solucionar lo que hasta ahora no hemos sido capaces de resolver. No miremos a otro lado ni esperemos a una intervención divina para que suceda. Hagámoslo nosotros mismos", recalcó el presidente minutos antes de comenzar la función religiosa y desvelar que la primera vez que fue al Pino caminando ya estudiaba en la Universidad de La Laguna (Tenerife) la carrera de Historia. Antes, de chiquillo y por ser de Agüimes, había disfrutado estas fechas no precisamente en las medianías de la Isla, sino en la costa, en Arinaga, donde también se celebran fiestas en honor a la Virgen del Pino.
La ausencia de un gobierno central frena en cierto modo "la creación de nuevos puestos de trabajo". El delegado del Gobierno en Canarias, Enrique Hernández Bento (PP), apuntó que "hay cosas que se pueden discutir. Pero otras, en las que hay datos objetivos, no dan pie a debate alguno". En los últimos años, la economía española "ha mejorado". "Se ha generado empleo y, por lo tanto, hay que luchar por seguir trabajando en esta línea. Ahora más que nunca", destacó el representante estatal junto a otros miembros del partido.
A pesar de pertenecer a formaciones antagónicas, el socialista y alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, defendió esta misma tesis de impulsar "propuestas que fomenten el empleo a nivel nacional" como una necesidad imperiosa. "La única manera que conozco para salir de la crisis es trabajar y trabajar. Y es así como tenemos que seguir en un futuro", recalcó vestido con un solemne traje y chaqueta, "propio de un protocolo" que en sus años de juventud nunca llegó a imaginar que debería utilizar por estas fechas. Y menos en Teror, donde él y sus amigos de la época "en vez de hacer la caminata, iban directamente a la verbena", según reveló el mismo Hidalgo.
La entrada a la basílica se convirtió para algunos alcaldes de la Isla en un momento de recapitulación del año. De aquellas cosas, que quizás con una "ayudita" de la Virgen podrían mejorarse en el próximo curso electoral.
La alcaldesa de la ciudad de los Faycanes, Carmen Hernández (NC), no tuvo dudas al respecto: "necesitamos mejorar los ingresos de la ciudad para luego dedicarlos a políticas sociales". Devota de la Virgen del Pino y también de Santa Rita, quienes les han concedido propósitos importantes en su vida, como aquel de hace 20 años cuando aprobó las oposiciones de Educación Secundaria; la mandataria teldense proyectó antes de acudir a la eucaristía su deseo de prosperidad económica para su pueblo.
No fue la única. A nivel insular el consejero de Obras Públicas del Cabildo, Ángel Víctor Torres (PSOE), tras recordar sus andaduras de chiquillo desde La Goleta de Arucas a Teror durante la víspera de la fiesta, admitió que le gustaría que la patrona le echara una mano para que en los fondos del IGTE le dejaran asignar "más obras para carreteras". Al margen de la IV fase de la circunvalación, cuyo sentido Las Palmas de Gran Canaria-Arucas se espera inaugurar en noviembre, y la carretera de La Aldea, que "marcará un antes y un después" a dicho municipio.
A nivel local, Tejeda auguró un futuro mejor para su preciado almendro en flor. El alcalde de uno de los "pueblos más bonitos de España", tal y como reza el galardón que recibió la localidad el año pasado, Francisco Perera (AET), confía que en la próxima temporada el pulgón negro, esa "plaga invasora que nadie ha invitado" a la cumbre, desaparezca y la almendra vuelva a nacer más sana que nunca.
Asimismo, el alcalde de Guía (JXG), Pedro Rodríguez, quien comparte con Teror la categoría de villa mariana, no escondió que resultaría un logro poder finalizar el mercado agrícola comarcal en 2017. "Un espacio vital para el desarrollo de la economía del municipio", agregó Rodríguez.
A su vera el anfitrión de la jornada, el alcalde terorense desde hace apenas dos meses, Gonzalo Rosario (PSOE), admitió que en estos momentos solo espera que la patrona le otorgue "sabiduría" para llevar el "timón" de la nave que es el Ayuntamiento de Teror. "Tenemos algunos proyectos pendientes de ejecutar, pero creo que no nos podemos quejar", resaltó el edil. Este hombre de Arbejales fue el encargado ayer de entregar el bastón de la ciudad al presidente de Canarias. Hace apenas unos años, "de chiquillo", recordó con nostalgia el regidor, vendía junto a la basílica durante las fiestas cestos que elaboraba de forma artesanal su familia. Al terminar paraban en el parque José Hernández a comerse un pan con plátano. "¡Cómo cambian los tiempos!"
