Anfi Tauro, empresa propiedad de la familia Lyng y el grupo Santana Cazorla que tiene la concesión para la regeneración de la playa de Tauro, comenzará hoy la colocación de la "solución técnica provisional" con la que se espera poder contener la fuerza de las mareas vivas y de este modo evitar que las viviendas que existen en la zona se puedan ver anegadas como consecuencia de las pleamares.
Esta es la decisión que tomaron las partes afectadas tras dos días de reuniones celebradas en la sede de la Demarcación de Costas de Las Palmas de Gran Canaria. En el encuentro de ayer martes participaron tanto los promotores de la obra de regeneración de la playa como representantes de la corporación local.
El nuevo muro será una escollera natural compuesta por piedras y tierra, tal y como avanzó la Demarcación de Costas tras la primera reunión del lunes con los responsables de Anfi Tauro. Tendrá una longitud lineal de 250 metros y será levantada hasta la cota de 4,5 metros sobre el nivel del mar, de modo que pueda servir como parapeto efectivo para las viviendas, ubicadas a una altura de tres metros. La parte trasera de la barrera estará conformada por callaos de dimensiones más pequeñas que las rocas que formarán parte de la primera línea de defensa contra las embestidas del mar. La primera barricada, construida con arena de la propia playa después de que una pleamar anegara varias casas en la desembocadura del barranco del Lechugal, medía dos metros de alto y cubría una distancia de 20 metros en el punto más sensible de Tauro.
La disponibilidad de los materiales necesarios para poder ejecutar la obra en el menor plazo de tiempo posible antes de la llegada de las mareas del Pino fue determinante a la hora de elegir el método de construcción. Así, aunque en un primer momento se barajó la posibilidad de que el muro estuviera compuesto por bloques de hormigón prefabricados, similares a los que separan los dos sentidos de la circulación en las medianas de las autovías, finalmente se optó por esta solución debido a las facilidades para conseguir con rapidez los elementos constructivos necesarios. Una vez iniciadas las obras, está previsto que la barrera pueda ser finalizada en un plazo aproximado de 10 días.
"Se ha llegado a un acuerdo para combinar lo que se podía hacer con mayor celeridad y a la vez garantizando siempre la protección y la seguridad de los vecinos", aseguró tras la reunión la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno. La primera edil insistió en el carácter provisional de esta escollera, aunque explicó que cabe la posibilidad de que se mantenga en el tiempo en caso de que las mareas vivas prolonguen su duración, o de cara a los temporales que puedan darse entrado el otoño o durante el invierno con olas del oeste o el suroeste, ya que estos son los que afectan de un modo más intenso a la playa de Tauro dada la orientación de su línea de costa.
