Santiago Santana Cazorla, presidente de la empresa Hermanos Santana Cazorla S.L. , trabaja desde hace unos meses como consejero de un importante grupo marroquí que factura al año unos 2.000 millones de euros. La sociedad es socio de un banco de este país, cuenta con una constructora, que se dedica a la promoción de viviendas, y ademán tiene unos doce hoteles de cinco estrellas repartidos entre Marruecos, Tánger y Cabo Verde. El grupo marroquí acomete además, en este momento, varios proyectos de obra pública en el país vecino. "He recuperado la ilusión, me levanto con muchas ganas de trabajar porque veo que aquí las cosas salen adelante. Es como en Canarias hace cincuenta años, hay muchos proyectos y también mucha implicación por parte de los políticos para que salga todo adelante" confesó el empresario desde la sede del grupo familiar en Maspalomas .
Santana Cazorla señaló que ha dejado en manos de su hermano Manuel Santana Cazorla el negocio de la constructora, y el grupo de Anfi , mientras que sus hijos siguen colaborando en la división turística. "Aquí todo continuará como hasta ahora, y yo estaré yendo y viniendo de Marrakech, añadió el empresario, que puntualizó que aún tiene pendiente de desarrollar suelo en Tauro, en Taurito, y en otras zonas de la costa de Mogán, así como en San Bartolomé de Tirajana, en concreto en Meloneras, proyectos que, en muchos casos, se han bloqueado por el planeamiento municipal ,y "la maraña de normativas urbanísticas, que existen y que ni los funcionarios saben interpretar".
En cuanto a la posible venta de una parte de los complejos hoteleros que tiene en el Valle de Taurito, establecimientos por los que han mostrado interés varias cadenas, entre ellas el grupo Barceló, explicó que "cualquier empresa siempre está dispuesta a vender si llega alguien que le paga el precio que reclama". Aunque reconoció que ha recibido ofertas de varios grupos turísticos por algunos de esos hoteles, aclaró que nunca ha habido nada en firme. "En caso de que haya una empresa dispuesta a comprar esas camas sería cuestión de hablarlo con la familia", añadió.
Santana Cazorla contó que diez años después le sigue "pasando factura" el hecho de haber sido detenido por parte de la Policía en el Aeropuerto grancanario cuando se disponía a viajar a Tenerife para mantener una reunión con el entonces presidente del Gobierno canario, Adán Martín. Confesó que aún no sabe porqué le detuvieron, pero sí subrayó, que puede asegurar que, desde ese momento, comenzó a "aburrirse" de los problemas que tenía que afrontar para invertir en la Isla. Según dijo, pretendía solo hablar con Martín para que el Gobierno declarara de interés estratégico el proyecto de renovación de la playa de Tauro, y quizás la policía pensó que "llevaba dinero en la maleta, pero se encontraron que solo tenía los planos de todo la actuación en esa playa".
Explicó el empresario que los bancos le dejaron de renovar las pólizas de crédito desde que se produjeron estos hechos. "Después de esta depresión, los bancos me viraron la espalda, porque en España los imputados no se pueden sentar para negociar riesgos en la mesa de operaciones de una entidad financiera" confesó.
Santana Cazorla contó que le hecho de que le implicaran en la trama del caso 'Góndola' unido a que la burocracia administrativa ha ido "enredando" los trámites de los proyectos provocaron que ya no pudiera avanzar al ritmo al que estaba acostumbrado. "Aquí los inversores no saben a que atenerse, no hay más que planes insulares y leyes autonómicas y estatales, y cuando consigues adaptarlo todo tienes que enfrentarte a las denuncias porque encima hay mucha envidia entre los propios empresarios" declaró. En este sentido, añadió que en Marruecos es más sencillo poner en marcha cualquier inversión, pero aquí está todo "bichado" y, si surge un pleito se complica aún más porque el proceso judicial se puede alargar hasta catorce años.
Se refirió una vez más a todo el "calvario" que ha sufrido para sacar adelante la construcción de la playa artificial de Tauro, que fue precintada el pasado verano , al poco de concluir Anfi el relleno de todo el callao con arena del Sáhara, por la Demarcación de Costas tras cuestionar la Guardia Civil el permiso que le concedió el Ministerio de Medio Ambiente para transformar esta bahía. Destacó como después de invertir más de 160 millones de euros en la construcción de dos campos de golf, y hoteles en esta zona de Mogán era muy importante contar con una playa de arena para atender la demanda de los turistas, y por eso decidió solicitar a Costas permiso para mejorar y ampliar esta cala.
Mientras, espera a que finalmente usuarios y turistas puedan disfrutar de la playa de Tauro, Santiago Santana Cazorla contó que fue a raíz de los viajes que realizó a Marruecos para comprar la arena como entra en contacto con el grupo empresarial marroquí para el que trabaja. "Aquí me han acogido muy bien y han valorado mi experiencia como constructor y promotor turístico" reveló.
También comentó que lo único que "ha sabido hacer durante su vida es invertir y crear puestos de trabajo, y por eso cuando ha visto que no podía seguir haciendo lo mismo, se ha sentido ahogado". "En Canarias todos mandan y opinan de una inversión y al final, el empresario, que pone su dinero no puede ni hablar" remarcó. El empresario además hizo referencia a una frase que le repetía siempre su padre, que decía: "pueblo chico, infierno grande" .
