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San Bartolomé de Tirajana

Los turistas se quejan del ruido de las avionetas de los paracaidistas

Los vuelos sobre Playa del Inglés interrumpen el descanso de los visitantes

Los turistas se quejan del ruido de las avionetas de los paracaidistas

El ruido que emite el vuelo diario de avionetas con saltos en paracaídas sobre las Dunas de Maspalomas genera malestar entre bañistas y huéspedes de hoteles y apartamentos en Playa del Inglés. La Asociación de Empresarios de Alejamientos Turísticos de Las Palmas (AEAT) indica que se trata de una "queja crónica" y propone a las empresas de este sector "reconducir" su ruta para disminuir los niveles de contaminación acústica. La compañía que opera desde El Berriel asegura que respeta el límite de decibelios establecido por Ley.

Lo que para algunos visitantes se presenta como un atractivo más del destino turístico, para otros puede llegar a ser una auténtica "pesadilla".

El portal Tripadvisor , la biblia de los viajeros, acumula en sus foros múltiples quejas sobre la contaminación acústica que padece Maspalomas.

Además de los ruidos de los bares y discotecas del centro comercial Plaza, los visitantes y residentes extranjeros de Playa del Inglés critican el sonido "insoportable" que produce el tránsito continuo de avionetas sobre la reserva natural. El horario en el que operan las aeronaves coincide con el "descanso" vespertino de los turistas.

En época estival, el ruido que emite el tráfico aéreo en la zona turística se incrementa con la circulación de avionetas con publicidad de lugares de ocio del Sur. Una actividad que ha generado numerosas denuncias en el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana durante la última década.

"Conciliar el descanso y la práctica de deportes de riesgo" en un mismo espacio en ocasiones puede ser complicado, explica Tom Smulders, presidente de la AEAT, pero a la vez se trata "simplemente" de una cuestión de "sentido común" y de "voluntad" para alcanzar una buena convivencia.

Para reducir el impacto acústico de esta actividad, la AEAT sugiere a las empresas que ofrecen saltos en paracaídas desviar ligeramente su ruta "mar adentro", de manera que el ruido que produce la maniobra de descenso no alcance directamente a las zonas con gran afluencia de visitantes.

La empresa Skydivesurf Gran Canaria, que gestiona Francisco Romero, opera la mayoría de los vuelos con saltos en paracaídas en Maspalomas. Según la compañía, el Cessna 206 que sale de El Berriel, "toma altura en el mar a dos millas" (casi 4 kilómetros) de la costa y vuela a 3.500 metros de altitud sobre Playa del Inglés. "Durante todo el trayecto el avión respeta los límites de decibelios establecidos por Aviación Civil", destaca Romero, quien además recuerda que su aeronave "no es la única" que circula por la zona.

A pesar de que la principal fuente de ruido de la avioneta "son las hélices y no el motor", como precisa Romero, en algunos países de Europea es obligatorio el uso de silenciadores en los escapes de las aeronaves. "En España todavía no lo es, pero cuando sea así, seré el primero en aplicar la norma", adelanta el instructor. Esta medida supondrá un desembolso de 6.000 euros a las empresas del sector.

El órgano encargado de resolver las denuncias presentadas en el consistorio sureño por este asunto es la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, que depende del Ministerio de Fomento.

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