El Cabildo de Gran Canaria apuesta por el tren del Sur dentro de su nuevo modelo de sostenibilidad energética y mejora del transporte público y, cuando se terminen este próximo verano los proyectos constructivos de las vías y las estaciones, pedirá al Ministerio de Fomento que incluya el dinero de las primeras expropiaciones de terrenos en los Presupuestos Generales del Estado para 2018.
El ferrocarril de Gran Canaria, en el que el Estado ya ha invertido unos 23 millones de euros, se concibe como la "oportunidad y única solución duradera a los problemas de movilidad en la Isla", adelantó Francisco Trujillo, consejero de Transportes del Cabildo, quien recordó que el corredor viario desde Las Palmas de Gran Canaria hasta Maspalomas soporta una de las densidades de población más altas de España, lo que se refleja en los continuos atascos de tráfico en la autovía GC-1.
Trujillo aseguró que el actual gobierno del Cabildo no ha dejado de trabajar en los 20 proyectos constructivos del ferrocarril y precisó que más de la mitad de ellos están terminados al cien por cien y los otros estarán acabados a finales de este verano, pues se han tenido que realizar ajustes del planeamiento en las zonas de San Telmo, el aeropuerto de Gando y El Veril.
El consejero aclaró que el Cabildo "no ha renunciado nunca, ni lo hará", al trazado original de 57,8 kilómetros desde el Parque de Santa Catalina hasta Meloneras, aunque esas dos estaciones serán las últimas en entrar en funcionamiento por razones operativas.
Movilidad
La construcción del tren, por tanto, se iniciará entre las paradas del Parque de San Telmo y de Playa del Inglés, donde habrá una doble vía ferroviaria, mientras que desde esas estaciones a San Catalina y Meloneras se utilizará una sola vía.
El Plan de Movilidad de Gran Canaria, que se presentará en breve, incorpora un informe de viabilidad, elaborado por la empresa pública estatal Ineco, en el que se resaltan las virtudes del tren sobre el resto de los medios de transporte. Entre otras ventajas se citan la capacidad, la menor ocupación de suelo, la sostenibilidad, la rapidez y regularidad, la seguridad, el confort, la mayor eficiencia energética y la menor emisión de dióxido de carbono (Co2) a la atmósfera.
"El proyecto del tren de Gran Canaria -asegura ese estudio de viabilidad- presenta todas las variables para ser un éxito: alta demanda, población muy concentrada, intercambiadores en los núcleos más poblados, la capital de la isla en el extremo norte, las ciudades turísticas en el extremo sur y el aeropuerto en el centro".
El informe de Ineco, con datos actualizados hasta 2015, sostiene que el proyecto "desarrolla un modelo de transporte eficiente, sostenible y de bajas emisiones, alineado con el objetivo y la iniciativa de la Estrategia Europa 2020 de la reducción en la emisión de gases de efecto invernadero, el fomento de las energías limpias y el aumento de la eficacia energética".
No obstante, añade el documento entregado al Cabildo, "no se puede concebir como un tren tradicional", sino que "es fundamental que tenga como valor añadido un buen servicio regular y conseguir una intermodalidad efectiva". Aparte del coste total de la obra y de los trenes, estimado en unos 1.650 millones de euros, una de las barreras que hay que vencer para la implantar el ferrocarril es "sensibilizar a la población de sus bondades respecto al vehículo privado, altamente insertado en la cultura isleña".
En el apartado de la capacidad de transporte, el informe señala que una línea ferroviaria de doble vía, como la prevista en Gran Canaria, equivale a una carretera de 3-4 carriles por sentido o a 2-3 líneas de guagua articulada. Y la autopista GC-1, de la capital al Sur, tiene una densidad de 150.000 vehículos al día, una de las más altas de toda España, superior incluso a la Nacional 6 de Madrid, que tiene 129.000 coches diarios.
Ante el previsible aumento de la población y del turismo, con el correspondiente incremento de la demanda, el tren ofrece una "gran flexibilidad", pues no solo satisface las necesidades de transporte público a medio y a largo plazo, sino que liberará de tráfico la autovía del Sur para facilitar la circulación.
Las cifras de ocupación de suelo también son favorables al tren. El ancho de una doble vía ferroviaria ocupa 12-14 metros, frente a los 30 metros de una autopista de tres carriles por sentido o los 20 metros de una plataforma para un autobús articulado. Frente a los detractores del proyecto del tren, que proponen ampliar la autovía o construir nuevos carriles para guaguas, Trujillo comentó que la carretera GC-1 ya no tiene posibilidad de ensarcharse en algunos tramos de los municipios de Las Palmas de Gran Canaria y Telde, lo que crearía cuellos de botella en lugares como el cruce de Melenara.
Emisiones
En la emisión de Co2 y gases de efecto invernadero no hay comparación posible. Citando datos de la Unión Europea, los vehículos por carretera suponen más del 70% de las emisiones de dióxido de carbono en el sector del transporte, mientras que los ferrocarriles emiten el 1%.
El tren también gana en seguridad (tras el avión es el que registra menor siniestralidad), en confort, en rapidez y en regularidad, pues "aunque se trata de distancias cortas, al contar con una plataforma reservada y guiada hace que sea más competitivo que el resto de modos de transporte terrestre". En el caso de Gran Canaria, podrá alcanzar una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora, por lo que podrá hacer el trayecto exprés entre San Telmo y Playa del Inglés en 25 minutos.
En el análisis de la población de Gran Canaria se destaca que la densidad en el año 2015 era de 543 habitantes por kilómetro cuadrado, solo superada por Madrid (795) y Barcelona (703). El 80% de esa población, se concentra en el 40% de la superficie de la isla y, concretamente, en los núcleos urbanos que atraviesa el ferrocarril. Las densidad sería de 1.050 habitantes por kilómetro cuadrado en el corredor de Las Palmas de Gran Canaria, Telde, Vecindario, Playa del Inglés y Maspalomas.
Además de los casi 850.000 residentes de la isla, entre los potenciales usuarios del tren también estarían los más de tres millones de turistas anuales. Por el aeropuerto de Gando pasan casi 11 millones de viajeros al año y un porcentaje alto de los turistas europeos elegirá el ferrocarril para desplazarse a los hoteles del sur o a las atracciones de la capital, pues es el medio de transporte que usan habitualmente en sus países.
En el corredor del tren también se desarrolla el 85% de la actividad económica de la isla, (áreas administrativas, comercios, polígonos industriales, fincas agrícolas y complejos turísticos), y hasta ahora toda esa movilidad solo se canaliza a través de la autovía GC-1. Tras la isla de Mallorca, Gran Canaria tiene el mayor parque de vehículos por habitante de España. En el último recuento había 758.798 vehículos, de los cuales 510.628 eran turismos.
El proyecto del tren está orientado a favorecer la intermodalidad con los otros medios de transporte y, entre otras infraestructuras, prevé un intercambiador en el aeropuerto de Gando integrado en la terminal de pasajeros, un intercambiador en Santa Catalina para el muelle de cruceros, aparcamientos disuasorios en las estaciones, zonas de parada rápida para usuarios, paradas de guaguas y taxis en las estaciones, aparcamientos para bicicletas y accesos peatonales y para personas con discapacidad en todas las estaciones.
Frente a las críticas de algunos grupos ecologistas, el Cabildo esgrime el Informe Tren 2020, elaborado por Greenpeace y otras organizaciones dedicadas a la protección medioambiental , en el que se apuesta por este sistema de transporte por su mayor eficiencia energética y menor consumo.
Respecto a la situación de los proyectos constructivos, Trujillo explicó que ya están terminados al cien por cien los de las estaciones de Santa Catalina, Hospitales, Jinámar, Telde, Arinaga, Vecindario y Meloneras. El diseño de las otras estaciones se terminará durante este verano, pues se están realizando modificaciones sobre el proyecto inicial. Así, en la estación de San Telmo han surgido problemas en el soterramiento de la autovía, pues la nueva normativa sobre el ancho de los carriles obligaría a ganar más terreno al mar, lo que se quiere evitar a través de un acuerdo con el Gobierno de Canarias.
En el aeropuerto y en El Carrizal también se están realizando modificados por una ligera desviación del trazado a instancias de AENA, apuntó el consejero. Por último, el proyecto de la estación de Playa de Inglés está pendiente de la revisión del Plan Territorial para la construcción del parque acuático del grupo Kiessling en El Veril, que obliga a cambiar el trazado al paso por la Playa del Inglés.
La estación mantiene un diseño similar pero se traslada de sitio, ahora más cercana a la zona residencial de San Fernando y con un acceso casi directo al futuro Siam Park. En esa parada habrá un intercambiador de guaguas y un pequeño centro comercial. El modificado de El Veril es el único desembolso que hará el Cabildo, pues suya fue la decisión de variar el trazado fijado inicialmente por el Ministerio de Fomento.
El proyecto de las cocheras y talleres está acabado al cien por cien y el del parque eólico para los consumos asociados está solo pendiente de las negociaciones con la empresa Red Eléctrica para establecer las acometidas. Una vez acabados los proyectos se podrán determinar los terrenos a expropiar y el coste, una fase intermedia antes de buscar los fondos para la construcción del tren.
