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Entrevista

"Morales quería usar a los tránsfugas para destruir a Podemos desde dentro"

"Con Miguel Ángel Rodríguez no tuve tiempo de trabajar; es el tránsfuga más rápido de la historia", señala Miguel Montero Naranjo

Miguel Montero, portavoz de Podemos en el Cabildo. JOSÉ CARLOS GUERRA

Podemos logró cuatro con-sejeros en el Cabildo de Gran Canaria y, al entrar en el gobierno, se esperaba que dieran ustedes un aire nuevo a la institución. Dos años después, lo han tirado todo por la borda. ¿Qué ha ocurrido?

Gobernar es difícil, pero sobre todo si es con gente que antepone sus ambiciones personales por encima del proyecto político. Creo que el saldo de la acción del gobierno es positiva. Los otros dos socios, NC y PSOE, han estado diciendo durante 18 meses que la situación de Podemos no afectaba para nada a la gobernabilidad. Se contradicen en el último mes cuando achacan a Podemos no sé que dificultades, cuando en realidad esas dificultades las ha generado el propio presidente Antonio Morales con una estrategia diseñada y que ha ido escalonando en el tiempo.

¿Cuándo empezaron las discrepancias internas en Podemos y por qué motivos?

Yo no he tenido ninguna discrepancia personal y nadie me habrá oído una crítica personal a ningún consejero. Incluso sospechando que hubo un tongo en las primarias de Podemos que ganó Juan Manuel Brito, trabajé bien con él e incluso hicimos actos conjuntos , como el de educación ambiental en el Jardín Canario. Con María Nebot también he trabajado sin problemas. Con Mi-guel Ángel Rodríguez no tuve tiempo porque es el tránsfuga más rápido de la historia, en diez días se transfugó. Las discrepancias personales entre nosotros no es el motivo y el propio Morales han repetido durante este año y medio que los problemas internos de Podemos no afectaban al gobierno del Cabildo.

Pero, entonces, ¿por qué se rompió el grupo de Podemos?

El lunes 27 de febrero dimos una rueda de prensa en la sede de Podemos para comunicar nuestra posición tras la expulsión y cese de Brito. Miguel Ángel Rodríguez tenía que hablar y me sorprendió que no dijera nada. Yo expresé que estaba contento de que viniera al Cabildo porque me parecía que venía a aportar y él aceptaba gustosamente la Consejería de Emergencias. A posteriori hemos visto que él no habló para no comprometerse o para no verse descubierto en la estrategia de Morales. Como ha estado dos años diciendo que está o no está en Podemos dependiendo del día, no entendimos su silencio. Luego descubrimos que se había chivado de lo ocurrido en la reunión de Podemos, pues Morales me comunicó a los diez minutos que ya sabía todo lo tratado en esa reunión del partido. Desde que se destapó esa operación, esos dos consejeros no han vuelto a pisar el despacho del grupo en el Cabildo ni han ido a las reuniones de Podemos.

Pero las diferencias entre ustedes ya eran públicas.

Incluso en los peores momentos del enfrentamiento de Brito con la dirección de Podemos, los cuatro consejeros nos reuníamos todos los lunes y generamos un marco de trabajo. No hubo discrepancias personales, ni siquiera sobre la acción de gobierno, sino que todo ha sido un plan diseñado por Morales en el que dos personas se han dejado utilizar.

Culpa usted a Morales de la ruptura del pacto, y esa puede ser una opinión interpretable, pero lo cierto es que son los consejeros de Podemos los que se han dividido.

En este caso sí es culpable porque es Morales quien nos cesa a Ylenia Pulido y a mí. Podemos no ha roto el pacto. Son esas dos personas las que se sientan con el presidente el lunes 6 de marzo y Nebot dice que ella solo se vincula orgánicamente a Sí Se Puede. Y Rodríguez dice que él es del 15-M y no de Podemos. Si de verdad fuera un conflicto entre nosotros, Morales tendría que haber dado a Nebot y a Rodríguez las áreas de Podemos que nos quitó a Ylenia Pulido y a mí, pero casualmente las repartió entre NC y PSOE. Lo que demuestra que había intención de retirar competencias a Podemos. Y encima, ese día 6 de marzo, se ocultó a los periodistas y a los ciudadanos que Rodríguez había sido nombrado consejero de Medio Ambiente tres días antes. En Podemos asistimos a todo esto con perplejidad. Y personalmente me he llevado una decepción. Pensaba que era yo solo, pero militantes de NC y del PSOE se han dirigido a mí en estos días para decirme que lo ocurrido en el Cabildo es un escándalo. En el PSOE no se entiende por qué Ángel Víctor Torres se entrega a esa estrategia de Morales, que incluso es discutida dentro de NC porque dificulta un entendimiento de futuro con Podemos para un gobierno progresista en Canarias.

¿Y cuál es, a su juicio, esa estrategia de Morales?

Destruir a Podemos desde dentro, con Sí Se Puede o con quien sea. Hay gente en el PSOE de Gran Canaria y en NC que considera que Podemos es un enemigo al que hay que eliminar. Para socavarlo desde dentro hay gente que se presta y gente que no. Morales y otros miembros del grupo de gobierno del Cabildo nos llamaron a los cuatro consejeros para ofrecernos que nos quedáramos. Unos se vendieron y otros no.

Morales ha declarado que mantiene las puertas abiertas a Podemos y que, con otra dirección, quizás se podría reintegrar en el gobierno del Cabildo.

Eso es una falta de respeto. Sería impensable que nosotros di-jéramos que cambiando a la cúpula de NC volveríamos al pacto. Es una falta de respeto no solo a la dirección de Podemos, sino a sus votantes, a las más de 52.000 personas en Gran Canaria que en mayo de 2015 entendieron que Podemos era su opción política. Si Antonio Morales quiere influir en Podemos, que se inscriba para votar en las primarias que elegirán a la nueva dirección dentro de dos meses.

NC y PSOE alegan que la dirección de Podemos y su se- cretaria general, Meri Pita, querían condicionar al gobierno. ¿Es esa una causa de la ruptura?

Falso. Lo que ha cambiado es que Morales no quería el pacto, sino romper Podemos porque es el principal partido que le puede frenar en su ambición personal de ser presidente con mayoría absoluta.

Usted también se ha enfrentado a Meri Pita e incluso pidió su dimisión. ¿Cómo son sus relaciones con ella?

No tengo ninguna relación con Meri Pita, pero respeto al partido. La dirección no es una persona sola. Puedo discrepar, pero no puedo aprovecharme del cargo. Aquí hay dos tránsfugas que encima tienen la desfachatez de hablar en nombre de los votantes. La misma legitimidad tengo yo, pero no soy tan ególatra como para arrogarme la representatividad de esos 52.000 votantes.

¿Recurrirá Podemos a los tribunales para evitar que esos dos consejeros sigan en el gobierno?

Lo desconozco. Esa vía es difícil porque Morales, al esconder los decretos desde el día 3 al 6 de marzo, lo hizo conscientemente, como un subterfugio, para garantizar que la toma de posesión de Rodríguez fuera legal. Hay claramente un fraude de ley, pero la vía judicial podría tardar dos años en resolverse. Además, este no es un debate jurídico, sino político. El transfuguismo en este mandato es peor que el de la etapa del PP, porque la situación política, y también la legal, han cambiado. Pueden hacerse todas las trampas al solitario que quieran, pero el Artículo 88.1 de la Ley de Cabildos es claro: ni siquiera hace falta que el partido te expulse para pasar a los No Adscritos, como es el caso. Nebot abandonó el grupo de Podemos y Rodríguez nunca llegó a integrarse. Existen otras vías jurídicas para responder a la situación que han creado estas dos personas y la dirección de Podemos las está explorando.

Morales esgrime un informe jurídico del secretario del Cabildo que permite a esos consejeros seguir en el gobierno como No Adscritos.

Ese informe era una provocación a Podemos y a las demás fuerzas políticas del Cabildo y se realizó para la situación concreta de Brito tras ser expulsado del partido. Para argumentar que se podía quedar cobrando y con dedicación exclusiva, lo cual contradecía una situación dada solo una semana antes en el Cabildo de La Palma. Por tanto, Morales miente cuando dice que hay unanimidad entre los secretarios de Cabildos, aparte de que todos los informes jurídicos son opinables. Para empezar no existe en la Fecai una comisión de secretarios de cabildos y, por tanto, Morales nunca podrá entregar un documento de un órgano de la Fecai. Podemos no entró a opinar sobre ese informe porque creíamos que lo importante era el pacto. En todo caso, la situación de estos dos tránsfugas no tiene nada que ver con la de Brito. Morales sabe que obra mal y por eso ha tenido que encargar otro informe externo, que habré que ver cuánto dinero le ha costado al Cabildo, para que diga lo que él quiera sobre lo que él quiera, porque el grupo político de Podemos no habla de expulsiones, sino de quitarle las competencias a esos dos tránsfugas.

Este pasado viernes se ha aprobado por unanimidad en el Cabildo, al igual que en el anterior mandato del PP, una moción de repulsa del transfuguismo. Parece una tomadura de pelo a los ciudadanos.

Es una tomadura de pelo de NC, PSOE, PP y Unidos. Los que se arrogaban la autoridad moral en el anterior mandato para criticar a Bravo de Laguna y al PP, han perdido toda credibilidad. El trans- fuguismo es corrupción política y moral, porque es aprovecharse del cargo. Ya no solo por el sueldo, sino por desmontar lo que han votado los ciudadanos. Es graví- simo que, en un acto de cinismo político, que los que han prota- gonizado las escenas de transfuguismo en este mandato y en el anterior voten contra esas prác- ticas. Pero que quede claro que esa votación no valida lo que han hecho. Al contrario, pone a Morales en el espejo de este caso de transfuguismo, del que él no quiere hablar.

¿ Qué oposición pueden hacer ahora Ylenia Pulido y usted si han formado parte del gobierno y han firmado el pro- grama?

Vamos a ser la garantía para que se cumpla ese programa. Hay muchas cosas que no se han hecho públicas, debates intensos en los que Podemos ha parado desaguisados de NC y PSOE, como el intento de destruir la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria. Tanto el presidente como el consejero de Cultura tenían sobre la mesa un informe para cerrar la Orquesta. Esa batalla se dio. También querían poner en los reglamentos la posibilidad que los consejeros no fueran cargos electos, es decir, meter más enchufados por la puerta de atrás. El saldo de la acción del gobierno hasta ahora es positiva y la defiendo, pero sí debo desmentir una de las muchas mentiras de Morales y sus corifeos. Bajo ningún concepto Podemos va a presentar una censura. Pero no porque Morales sea estupendo, que ya ha demostrado que no lo es, sino porque siempre será mejor un gobierno progresista. Estar en la oposición nos permite ser vigilantes. No haremos una oposición destructiva porque no somos el PP. Y porque hay muchos ciudadanos que tienen la esperanza de que Morales reconsidere su actitud y destituya a los dos tránsfugas.

¿Y lo cree posible todavía?

Está en su mano cumplir el pacto. Morales también tenía la posibilidad de que Podemos, o al menos esos dos consejeros, garantizaran la estabilidad desde fuera del gobierno, pero optó por fomentar el transfuguismo, lo que es una cacicada que se critica también en NC y el PSOE.

Este espectáculo en el Cabildo, ¿pasará factura a Podemos en 2019?

Pasará factura a todos aquellos que estén involucrados con Antonio Morales.

¿Le preguntaba por las consecuencias en Podemos?

Pasará factura a quien pone el Cabildo al servicio de sus ambiciones personales.

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