"De profesores fuimos mi compañero Antonio Puerta, que también es coordinador conmigo, y Patricia Reyes, que es la profesora de Educación Física. Estuvimos en Raguza, en la isla de Sicilia. El nombre del proyecto en español es Canciones de colores. Fue un intercambio financiado por la Unión Europea", señaló ayer la docente Cecilia Cantizano.
El grupo tuvo una calurosa bienvenida tanto por parte de las familias italianas, que acogieron al alumnado canario en sus hogares, como por el profesorado del Circolo Didattico Palazzello y las autoridades de Ragusa.
"El objetivo del proyecto es la creatividad para, a través de ella, mejorar todas las competencias básicas de los chiquillos y la inclusión, que participen todos. Aunque viajaron ocho, a lo largo del año hacemos actividades todos los meses en las que participa todo el colegio", añade.
Juntos participaron en diferentes actividades educativas dentro y fuera del centro, unas orientadas a la convivencia y el conocimiento de la ciudad y la cultura siciliana, y otras específicamente de colaboración, creación y exposición artística y literaria. "Se les animó además a mantener la colaboración a través de la plataforma eTwinning, donde se comparten todos los resultados de las actividades realizadas a lo largo del curso y no solo durante el intercambio". Participan cuatro centros procedentes de Italia, Lituania, Grecia y España. "Los griegos no llevan niños porque su colegio es de infantil, son muy chiquitos. Los alumnos del colegio satauteño Juan del Río Ayala son niños de quinto curso, con nueve o diez años".
Siguiendo un programa que dura dos años, el alumnado y profesorado de todos los centros participantes toman contacto con artistas de cada país asociado, recrea su obra usando diferentes técnicas, se inspiran para crear poemas y cantan canciones en las lenguas de los socios.
Por otro lado, se plantean algunas actividades inspiradas en la metodología Reggio Emilia orientadas específicamente hacia el desarrollo de la creatividad. El alumnado valora muy positivamente la experiencia vivida en Ragusa y en especial la acogida por parte de las familias italianas. El profesorado asegura que "la valiosa e imprescindible colaboración familiar y el contacto previo entre las familias italianas y canarias han sido las causas principales de este éxito".
Las familias han aprovechado la ocasión para hacer de la experiencia algo propio y la han vivido con gran intensidad y emoción, casi en directo, gracias al uso de Internet. "Se seleccionó a alumnos de quinto para que el año que viene, cuando vengan los alumnos italianos, todavía estén en el centro y puedan cerrar el intercambio. Los alumnos de sexto no estarán ya en el colegio el año próximo".
"Elegimos niños de quinto, valoramos las competencias lingüísticas en inglés, la autonomía personal, niños valientes? Es que se quedaban a dormir en casa de una familia extraña en un país con un idioma diferente. Tenían que ser niños muy abiertos, muy participativos y que estuvieran participando con interés en las actividades que se desarrollaban en el colegio", afirma Cecilia Cantizano.
"La experiencia ha sido muy positiva no solo para los alumnos y el profesorado, sino también para las familias. Gracias a las nuevas tecnologías las familias estuvieron en contacto desde un mes y pico antes del viaje. Ellos contactaron por Facebook, sky o guasap, cada uno como quiso. Han hecho amistas, algunos ya son amigos y planean visitarse en vacaciones. Ha sido una experiencia muy bonita para ellos".
En febrero del año próximo vienen los niños y profesores de Italia, Lituania y Grecia. Asimismo, ocho niños diferentes irán el año que viene de Santa Brígida a Lituania, de manera que habrá un intercambio con los dos países.
