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"Hay que cuidar la presión de visitas en Risco Caído porque es un bien delicado"

"La utilización de las cuevas, los valores de la astronomía hacen de Risco Caído un paisaje muy vivo", afirma el catedrático de Urbanismo, Joaquín Sabaté

Joaquín Sabaté Bel, catedrático de Urbanismo. LA PROVINCIA/DLP

¿Qué supone que Risco Caído pueda ser declarado Patrimonio de la Humanidad?

El reconocimiento de unos valores muy singulares que puede redundar notables ventajas, pero también indudables peligros, como es el morir de éxito.

¿Qué quiere decir con lo de morir de éxito?

Lo que supone cualquier nominación como la de Risco Caído es que conlleve mayor afluencia de visitantes, y eso puede conllevar una presión excesiva sobre todo cuando se trata de bienes muy delicados como éste de Artenara.

¿Eso significa que hay que limitar las visitas para evitar su deterioro como ha sucedido con las Cueva s de Altamira?

No. En principio Risco Caído es un registro del hombre sobre el territorio, pero en este paisaje cultural se da la particularidad de que cuanto más rico es más frágil es porque los bienes que atesora están sometidos a una presión excesiva y esa es la principal precaución que hay tener en cuenta, aunque habrá otras. El documento que se ha elaborado es bastante atento sobre qué hacer en el supuesto que sea reconocido como Patrimonio de la Humanidad para que esto no suceda. La principal cautela es qué hacer el día después.

¿Qué es lo que más le llamado la atención de esta portentosa obra de Artenara?

Como tantas otras que son creaciones humanas, que datan de muchos siglos, y acumulan muchos registros, es realmente espectacular y además, tiene un carácter muy interesante y es que sigue estando vivo. Hay paisajes similares a los de Risco Caído, que tuvieron su momento, pero han quedado como fósiles. En cambio, en Risco Caído se dan muchas actividades que son la herencia de muchas otras que hubo anteriormente como la propia utilización de las cuevas, la atención a los valores de la astronomía, que lo hacen un paisaje cultural muy vivo.

¿Cree que vivimos de espaldas a lo que lo que nos ha dejado la historia?

Entiendo que no. Es cierto, que los valores naturales, en general, en todo el mundo, han sido ampliamente aceptados por la población y nadie discute del valor excepcional de un paraje natural. A nadie se le ocurre que un paraje natural puede ser transformado. El patrimonio cultural no ha alcanzado todavía el mismo reconocimiento, pero en los últimos años se está incrementado el aprecio popular. Siempre he defendido, en los últimos veinte años, que trabajo en el campo de los paisajes culturales que lo más importante en cualquier proceso es consolidar la autoestima de la población, porque los visitantes, los museos y los reconocimientos ya vendrán después. Sin una población que sienta el territorio y esos valores como suyos y los defienda ,y exija el máximo respeto, todo lo demás no tiene ningún interés.

¿A la hora de recuperar el patrimonio son más activos los movimientos sociales que los dirigentes políticos?

Muy buena pregunta. Para que se de una intervención adecuada en un territorio que tiene unos valores culturales se tienen que dar un triángulo virtuoso: en un lado están los profesionales, cada vez más conocedores de su ámbito; el segundo vértice es encontrar una administración suficientemente sensibilizada, como ha ocurrido con el Cabildo con Risco Caído; y el tercer ángulo , que es el más importante, es que hayan agentes locales que reclamen la puesta en valor de esos recursos.

En este momento que se cuestiona el modelo de desarrollo turístico como catedrático de Urbanismo ¿piensa que hay que reorientar la protección del territorio?

Bueno, a lo que me dedico es la enseñanza y al proyecto urbanístico, y lospaisajes culturales han sido un hobby que he practicado en los últimos viente años, y en mi día a día me ocupo no solo de hacer sino de debatir y de inculcar el oficio del urbanismo, y dicho eso, creo que la relación entre patrimonio cultural y urbanismo debe producirse estaría en que en cualquier tipo de intervención los recursos naturales y culturales deben ser factor fundamental, al igual que demandas de viviendas y necesidades de equipamiento. El respeto por el patrimonio debe convertirse en un eje guía de cualquier tipo de proyecto.

¿A parte de conservar esas obras culturales se puede generar un modelo económico sostenible?

Entiendo que si. Se ha hecho en muchos casos, y en algunos en los que hemos intervenido nuestra principal preocupación ha sido involucrar a la población para que el objetode la actuación no fuera preservar un ámbito de enorme valor, -para ello hay gente muy preparada, historiadores, arqueólogos, antropológos, gente que lo hace muy bien-, sino que nuestro compromiso como urbanistas es el bienestar de las personas y de los territorios donde moran esas personas, y por tanto lo que nos interesa es poner en valor esos recursos que atesoran los paisajes culturales al servicio de la mejora de la calidad de vida de sus habitantes.

¿Y no se ha preocupado demasiado el urbanismo de las ciudades y se ha olvidado del resto del paisaje?

Tiene razón en que tradicionalmente el urbanismo se ha centrado en la preocupación por la ciudad, por sus condiciones de vida y su crecimiento, y esto ha sido hasta hace treinta años. Los planes generales solo hablaban de los suelos urbanos y al abordar los rurales casi que los dejaban en blanco, Ya no es así y cada vez más hay planes cuidadosos con el trratamiento de ese suelo aunque queda mucho trecho por delante.

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