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Agaete

El refugio del turismo sostenible a los pies del pinar de Tamadaba

Nicola Baccino es el gerente de una casa rural en El Hornillo, en los altos de Agaete, que apuesta por el senderismo y lo autóctono

En los altos agaetenses, a los pies de Tamadaba, Nicola Baccino se enamoró de la Isla. Fue en 2013, cuando vino a visitar a su hermana desde Italia, su país natal. "Llegué de casualidad y me gustó mucho", asegura. Baccino es un amante de la naturaleza, le gusta caminar senderos y descubrir rincones. Decidió instalarse aquí y dedicarse al turismo rural. "Pregunté e insistí varias veces al Ayuntamiento de Agaete que sacase a concurso la casa rural en El Hornillo", detalla.

En agosto de 2016 logró la concesión del establecimiento. "Fue complicado, después tuvimos un año movido para cumplir con las normativas", revela Baccino. Finalmente, en noviembre del pasado año abrió al público. "Principalmente alojamos a turistas que les gusta el senderismo y la naturaleza", afirma. Su local, el Refugio El Hornillo, ha alojado ya a unos 50 visitantes. "Estamos en un lugar privilegiado, en un pueblo donde ya casi no vive nadie ya que la mayoría de sus habitantes dejaron la agricultura y se mudaron más cerca del mar", comenta.

Según Baccino, que reside cerca de su local en una casa cueva, quedan seis habitantes en la localidad cumbrera. "Afortunadamente la tónica está cambiando, cada vez se ve más gente por aquí arriba y el turismo está redescubriendo la Isla", sostiene el italiano. El refugio tiene capacidad para ocho personas. "Tenemos tres habitaciones dobles y otra individual", describe. La idea de Baccino es potenciar el turismo sostenible.

Remarca que hasta el momento, todos su huéspedes han disfrutado de una experiencia diferente. "Prueban la gastronomía local, pueden conocer a su gente, sus costumbres y su cultura lejos del turismo de sol y playa", argumenta. Baccino asegura que uno de los mejores momento fue cuando sus visitantes su juntaron con los del pueblo en nochebuena. "Hicimos una cena en la plaza del pueblo, fue algo increíble, todos lo pasamos muy bien", desvela.

Baccino invita a todos los canarios a redescubrir la cumbre. También asegura que "en la ciudad le comenta a sus amigos o conocidos canarios dónde tengo el refugio se quedan sorprendidos, no saben dónde está". Según el italiano, el potencial es remarcable. "El senderismo y las actividades al aire libre están en auge", sostiene. Baccino cree que la diversificación es buena. "Cada vez vienen más jóvenes y de otras nacionalidades a la Isla y buscan otras experiencias fuera de los complejos turísticos, es el momento de volver a la montaña", augura. En la plataforma Airbnb, sus huéspedes alaban el entorno.

Orest, ucraniano, aseguró que fue una experiencia increíble. La alemana Frauke comentó que disfrutó hacer senderismo por Tamadaba. Karolien, de Bélgica, escribió en Airbnb que es un lugar idóneo para desconectar de la rutina. Sabine, de Alemania, también remarcó las cualidades culinarias del anfitrión que intenta que sus huéspedes prueben la comida canaria y todos sus productos. "Es la forma de conocer el lugar de una manera auténtica", defiende Baccino.

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