Jéssica Fernández y Auxiliadora Badillo, las dos mujeres que estos días han sido evacuadas desde el Hospital Insular de la capital grancanaria a la Unidad de Quemados del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, se mantienen estables dentro de la gravedad en la Unidad de Medicina Intensiva del mencionado recinto hispalense, referente nacional para los afectados por quemaduras. Según los datos facilitados ayer a este medio por el complejo sanitario andaluz, Fernández y Badillo se encuentran "estables y precisan de ventilación mecánica".

En declaraciones efectuadas el jueves por el médico Jesús González a diversos medios nacionales, este apuntó que ambas heridas, de 28 y 42 años de edad respectivamente, "necesitarán de varias intervenciones y sesiones de rehabilitación" para recuperarse de los daños sufridos tras la explosión de gas propano registrada el miércoles junto al spa del hotel Cordial de la playa de Mogán.

Fernández trabajaba en el complejo como camarera de pisos, mientras que Badillo, que domina tres idiomas y procede del sur de España, ejercía como responsable del spa del complejo alojativo en el momento en el que se produjo la deflagración. Según refirió el Servicio de Urgencias Canario (112), la primera tiene el 42% de su superficie corporal afectada por las llamas, mientras que en el caso de la segunda, última en llegar a Sevilla en un avión medicalizado procedente de Gando, los daños afectan al 70% del cuerpo.

En principio, el Servicio de Urgencias Canario (SUC) no tiene previsto llevar a cabo nuevos traslados de pacientes que se viesen heridos en un accidente que, según el último saldo, ha dejado por ahora dos fallecidas y 21 heridos.