El pueblo de Guatiza, de unos 900 habitantes, se encuentra entre volcanes, calderas, tuneras y una rica vega agrícola en legumbres hasta no hace muchos años. Se asienta en un llano salpicado de casitas blancas que forman un núcleo más denso en los alrededores de su iglesia.

El primer asentamiento de ese pago fue en la montaña de Guenia, en el siglo XVI, donde está el cementerio de la localidad y en su interior la ermita de Santa Margarita, recuerda Miguel Sosa, coordinador junto al párroco José Benito Gallego de los actos para conmemorar el centenario de la creación de la parroquia de Guatiza, que data del 10 de mayo de 1915.

Desde el antiguo poblamiento se apreciaba la llegada de los barcos de mercaderes por la costa de Guatiza. Sin embargo, esa privilegiada vista sobre el océano en el horizonte que tenían sus habitantes se convirtió en una desventaja porque desde el mar los moriscos se percataron pronto del caserío, que saquearon en varias ocasiones. El cronista del municipio de Teguise, Francisco Delgado, asegura en un artículo publicado en www.guatiza.com, que "la fertilidad de la vega de Guatiza hizo que las invasiones de Calafat en 1569, Dogali en 1571 y Amurat en 1586, llegaran hasta las casas de estos pobladores para robar su carne y cereales".

El valle de Guatiza, rodeado de los volcanes Guenia, Tinamala, La Caldera y Las Calderetas se convirtió en el nuevo refugio de los vecinos, su emplazamiento actual, donde empezaron a construir sus viviendas y también era un lugar seguro para protegerse de los vientos dominantes en la zona.

El origen de la devoción

El próximo miércoles, 10 de septiembre, comenzarán las celebraciones del primer siglo parroquial con el pregón del Hijo Predilecto de Lanzarote, artesano e investigador Juan Brito, que supondrá el arranque de las fiestas del Santo Cristo de las Aguas.

La historia de esa devoción está ligada a la aparición en el siglo XIX en La Caleta del Riadero, en Los Cocoteros, de una gran escultura de un Cristo crucificado que desde la orilla de la costa divisó un pescador de la zona.

Al sacar "aquel bulto que flotaba en el mar" se encontró con la sorpresa de la talla religiosa, afirmó Miguel. Se trata de "una imagen de la escuela sevillana, de la que se desconoce su autoría, y corresponde a las esculturas que se llevaban a América, por lo que lo más probable es que el barco se hundiera y apareciera la imagen aquí, en los años sesenta del siglo XIX". El vecino que recuperó el Cristo del mar lo guardó en un almacén del pueblo. A partir de ese momento, continuó Miguel, "en Guatiza, que llevaba siete años de sequía, empezó a llover y por eso, se llama Cristo de las Aguas, porque se encontró en el mar y porque trajo la lluvia".

La iglesia de Guatiza tiene el mismo diseño, aunque su tamaño es mayor, que la de la Veracruz de La Villa de Teguise, señaló Miguel. Su construcción se terminó en 1867 y en su edificación se emplearon cantería y cal.

La programación para festejar ese primer siglo finalizará en julio de 2015, con las fiestas de Santa Margarita, "cuyo cuadro fue realizado en el siglo XVI y es la única pintura flamenca historiada que hay en Canarias", comentó Miguel. La parroquia tuvo cura propio hasta 1994 y también se encargaba de Las Nieves, Mala y La Graciosa. Desde ese año la administración depende del cura de Teguise.

El obispo de la Diócesis de Canarias entre 1913 y 1922, Ángel Marquina y Corrales, uno de los principales impulsores de la declaración de la Virgen del Pino como patrona de dicha diócesis, que aprobó y ratificó en Roma el 16 de abril de 1914 el Papa San Pío X, fue el que determinó la creación de la parroquia de Guatiza en 1915.

Miguel, como Antonia Delgado, Macarena Alonso, Manola González, Dolores y María Betancort y Antonia Delgado, es un activo colaborador en la parroquia y las fiestas. Se mostraron "muy contentos" con la esperada celebración.

Echando la vista atrás y comentando una fotografía de los años cincuenta del profesor José Robayna Betancort con sus alumnos en el colegio Guenia, Antonia y María afirmaron el pasado sábado que "antes existía más devoción religiosa al haber más momentos para la oración comunitaria y rezos del rosario. Entonces los niños recitaban poemas y cantábamos en la calle por las fiestas".

Miguel subrayó el relevante papel de la parroquia en el día a día de Guatiza, hasta el punto de que "desde la iglesia se reivindicaban soluciones para las necesidades para el pueblo como el agua y la luz". Además, en el salón parroquial había una discoteca para la gente joven y hasta en uno de los edificios de la iglesia estuvo durante muchos años la oficina de la Caja de Ahorros Canarias, luego convertida en Bankia y ya sin servicio".

Dolores es una veterana catequista con una tarea de cuatro décadas en la fe cristiana. Lamentó que "ahora los niños vienen más por hacer la comunión y luego ni ellos ni sus padres pisan la iglesia".

Elegir un sacerdote de entre todos los que han pasado por Guatiza no es tarea fácil. Para muchos de ellos la localidad fue su primer destino tras terminar su formación. "Todos han dejado una huella buena", aseveró María.

Entre los párrocos de Guatiza están Santiago Godoy, Santiago Bravo de Laguna, Santiago Díaz Peñate, Pedro Vega Cruz, José María de León, Santiago Quintana, Juan Ormazábal, Clemente López, Benjamín Ramírez, Sixto Álvarez, Antonio Juan López, Alejandro Santana y el actual José Benito Gallego. También han sido parte de la parroquia la comunidad de la Congregación Romana de Santo Domingo, entre 1979 y 1987.