La experiencia de Lanzarote como reserva de la biosfera será clave para la declaración por parte de la Unesco de la nueva reserva de la biosfera del Valle Sagrado de los Incas en Perú, donde se encuentra el santuario andino del Machu Picchu, declarado como una de las siete maravillas del mundo moderno. Para ello el Cabildo de Lanzarote firmará dos convenios de colaboración uno con la municipalidad de Pisac, considerada como la puerta de entrada al rico patrimonio cultural de los incas, y otro con el Servicio de Áreas Protegidas del Perú.
A la consistitución ayer del nuevo consejo de la reserva de la biosfera de Lanzarote, para el mandato 2015-2019, asistió el cónsul de Perú en Canarias, René Ceballos, quien destacó la importancia que tendrá para su país poder contar con la experiencia de Lanzarote, isla que puso como modelo a seguir en cuanto a la combinación del desarrollo económico y la protección del medio ambiente.
Lanzarote fue pionera en la regulación urbanística y del territorio, con la aprobación en 1991 del primer Plan Insular de Ordenación del Territorio, y en octubre 1993 fue declarada por parte del programa El Hombre y la Biosfera de la Unesco como Reserva de la Biosfera. Junto a la isla de Menorca, la de Lanzarote, fue la primera Reserva de la Biosfera reconocida que incluía población y la actividades económicas que esta desarrolla, motivo por el que las autoridades de Pisac se han fijado en el modelo lanzaroteño, ya que Perú cuenta actualmente con otras cuatro reservas de la biosfera, "pero ahora se trata de crear una nueva, que contemple la existencia de una población humana y el desarrollo turístico de la zona en consonancia con el medio ambiente, explicó el cónsul René Ceballos. Asimismo, recordó que Perú atraviesa un periodo económico "espléndido" y por tanto dispone de los medios y la legislación adecuada para proteger espacios como Valle Sagrado, pero necesita conocer la experiencia de otros lugares en los que se han establecido planes de sostenibilidad, como en Lanzarote.
