La Provincia - Diario de Las Palmas

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"La fe y la política son dos realidades que se relacionan y fecundan"

"Soy partidario de que la Iglesia católica dé el paso a ordenar a curas casados y de que sean sacerdotes las mujeres", señala el periodista Antonio Quintana

Antonio Quintana, el pasado jueves, en la Fuente Luminosa, en Las Palmas de Gran Canaria. SANTI BLANCO

¿Qué le ha llevado, realmente, a escribir El cielo en la tierra. Escritos sobre la identidad canaria , su primera publicación, que ya va por la segunda edición, más allá de hacerle un regalo a sus dos hijas?

Compartir con ellas, justo cuando acaban sus carreras de Periodismo y Derecho, pensamientos, actuaciones, vivencias y sentimientos que han marcado durante los últimos cincuenta años la vida del pueblo canario, de la Iglesia y del movimiento obrero. Y, animado por mi editor, Jorge Liria, compartirlo también con muchas personas que se han cruzado en mi vida. Es una especie de testamento de muchos colectivos.

El libro recoge más de un centenar de artículos escritos en treinta años. Refleja su sentimiento, pensamiento, su fe, su pasión por el nacionalismo o la identidad canaria. La fe y la política van de la mano en esta publicación.

Totalmente. El primer escrito aborda la participación de los cristianos en el nacionalismo canario desde 1971 a 1996, la apuesta de los creyentes por una Canarias como plataforma de paz y contra la OTAN. No creo en una fe que se desentienda de los problemas de las personas, sobre todo de los más pobres. Así se refleja en el movimiento del Achamán, las reflexiones teológicas sobre las elecciones locales y europeas y la aportación del movimiento obrero cristiano HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica). La fe y la política son dos realidades que se relacionan y se fecundan mutuamente.

¿No le da la sensación de que el sentimiento nacionalista se ha debilitado en Canarias en estas dos últimas décadas?

Pues sí. Las organizaciones nacionalistas se han dedicado mucho más a gobernar, a gestionar o a hacer oposición, pero no han propiciado todo lo que se debiera la formación de nuestro pueblo para que tome conciencia de su historia, su patrimonio y se sienta protagonista. Quizás nos hemos quedado más en el folclorismo que en promover la participación en la vida social, cultural, económica y política. Hay que reconocer que gracias también a los partidos nacionalistas los que no lo son han asumido en sus programas y sus actuaciones la canariedad.

El transfugismo es otro de los temas que aborda. Detalla que entre 1991 y 1995 en las instituciones dependientes de la provincia de Las Palmas hubo 106 tránsfugas. ¿No se debería endurecer la ley contra el transfugismo?

En el libro recojo los nombres de los tránsfugas que afectaron a todos los partidos y que en Lanzarote hizo que todos los grupos políticos se dividieran en dos. Pero, es un problema casi superado, porque ya están muy limitados los poderes de los tránsfugas. Apuesto por más formación, más control popular y listas abiertas dentro y fuera de los partidos.

Usted invita a los lectores a construir el cielo en la tierra. Sinceramente, ¿cree que hay esperanzas para conseguirlo con los índices de paro y pobreza que tiene el archipiélago canario?

Es difícil, pero para los creyentes y para todas las personas que creemos en la utopía, en la justicia, en la paz y en la hermandad no cabe otra alternativa que hacer todo lo posible por cambiar una situación injusta e inhumana, producida fundamentalmente por un sistema capitalista, que prima el beneficio sobre las personas. Ya San Juan Crisóstomo decía en el siglo IV que Dios nos invita a ser creadores y a hacer 'de la tierra un cielo'. No cabe la antigua y todavía actual resignación cristiana ni humana. Además, hay que valorar que son muchos las actuaciones de grupos y personas que están volcadas en hacer una tierra más habitable y un trabajo más digno.

El cielo en la tierra. Escritos sobre la identidad canaria se presentará el próximo 16 de junio en la Asociación de Vecinos de Altavista, barrio del que usted fue párroco durante cuatro años, labor que compartió en los años 80 con la parroquia de Valterra, ambas en Arrecife. ¿Cómo cree que acogerán el libro los que fueron sus feligreses?

Espero que tan bien como lo han hecho tantos amigos y amigas de Gran Canaria. Estoy convencido de que acudirán al acto no solo creyentes de Altavista, sino de otros barrios y pueblos, amigos, militantes de diferentes partidos y familiares. Además, fui capellán del Hospital Insular, y promotor de la revista eclesial Rubicón, en la que se reflejaba la vida de toda la Iglesia conejera.

El libro contiene una carta dirigida al sacerdote Paco Martel, expárroco de Valterra, y otra al que fuera obispo Ramón Echarren, relacionadas con su decisión de dejar la vida eclesiástica, aunque su fe seguía apuntalada, porque se había enamorado de la que sigue siendo su mujer. Lamentaba que la Iglesia no permitiese "lo de los curas casados o celibato opcional". El Papa Francisco ha abierto la puerta a ordenar curas casados. ¿Volvería otra vez a ser cura?

Me lo pensaría. Estaría más disponible para ejercer como un cura de los movimientos de Acción Católica, en los que milito desde hace 32 años. De hecho, yo no he pedido la secularización. Pero soy más partidario de que la Iglesia católica, como hacen las iglesias hermanas ortodoxas y protestantes, además de la católica copta, dé el paso no solo a ordenar a curas casados, sino de que también sean sacerdotes las mujeres. Es tiempo de asumir que en la fe y en el ministerio todos y todas somos iguales. Es hora de creer y confiar en todas las personas para todos los servicios.

Hacia una Iglesia canaria comprometida es el título de la tercera parte del libro. ¿La sociedad canaria está más cerca o más lejos de la Iglesia? ¿Y al contrario?

Ese capítulo muestra cómo una parte importante parte de la Iglesia canaria ha estado al lado de los más pobres, comprometida con sus causas y su promoción como se reflejó en el Estudio Socio Pastoral, el Achamán, el IX Sínodo, en las comunidades cristianas de base, en los movimientos de acción católica, o en algunas cartas pastorales de los obispos. Quizá tenemos que recuperar esa memoria y ese compromiso. Hoy en día la entidad que más une a la sociedad y las instituciones y la Iglesia es Cáritas con su compromiso y su entrega a los más desfavorecidos.

En abril de 1987 usted afirmaba en una entrevista, recogida en su libro, que "habría que ilusionar a la gente un poco más por su Arrecife o por su barrio, promover todo aquello que haga que las personas sean más solidarias y creativas". Por otro lado, también señalaba que "Lanzarote se preocupa más por el turismo que por las necesidades infrahumanas de la Isla". ¿Sigue teniendo todavía ambas percepciones?

Han pasado treinta años y parece que todo sigue igual. A veces nos importa más el boom turístico, que cubrir las necesidades de todos y cuidar nuestra naturaleza. La mayoría espera que los otros, sean instituciones, entidades o personas, nos resuelvan los problemas, pero hasta que no nos impliquemos más todos y todas, hasta que no seamos más solidarios y creativos, y exijamos un reparto más justo de los bienes y un trabajo digno, no crecerán armónicamente nuestros barrios y nuestras islas.

El pasado año se prejubiló como trabajador de LA PROVINCIA / DLP, tras 25 años de profesión entre este periódico y DIARIO DE LAS PALMAS. ¿Qué noticia o noticias le hubiera gustado dar y no tuvo la oportunidad?

Que Canarias había dejado de ser la cabecera del desempleo y de los mayores niveles de pobreza de España y Europa; que los canarios y canarias tenían la mayoría un trabajo digno, porque los beneficios de las grandes empresas y el turismo se quedaban en nuestra tierra; y que los saharauis eran independientes porque habían recuperado su territorio ocupado. También que Cáritas y Cruz Roja eran pequeñas ONG con pocas atenciones, porque las instituciones públicas hacían su trabajo y todos éramos más solidarios; y que el voto de los canarios por fin valía igual.

Ahora, que tiene más tiempo libre, ¿tiene en mente un segundo libro?

En principio, no, aunque en la presentación del libro en el Club La Provincia, hace ya un mes, indiqué, tras comentar que se me había quedado fuera de la publicación un manuscrito hecho el uno de abril de 1985 en La Graciosa con el titulo 'Dios se nos acerca como el gracioso', que igual podía ser parte de otro posible libro que podría denominarse De la tierra al cielo. Bueno, es verdad que en la última semana me está rondando una publicación relacionada con la capital conejera. Por el momento, estoy centrado en lograr que el próximo viernes sea un reencuentro de mucha gente en la asociación de Altavista; y en hacer una comprometida tercera presentación en Vecindario.

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