¿ Cómo surgió la idea de presentarse al torneo de debate dialéctico organizado por el Consejo Social de la ULPGC?
El año pasado vi la promoción de la Liga de Debate de la universidad y los premios que se daban y tenía algunos compañeros universitarios que habían participado en otras ocasiones. Veía este concurso como una especie de foco en el que poder desarrollar tus habilidades de oratoria, poder 'venderte' o ver hasta dónde eres capaz de llegar. El tema era controvertido, había que responder a la pregunta ¿Debe España mantener como forma de gobierno la monarquía parlamentaria?, pero bastante interesante y había un mes para prepararlo. Nuestro equipo, Ramírez&Asociados, que fue finalista, se formó una semana antes y hasta el último día estuvimos a punto de retirarnos.
La oratoria es un requisito esencial en un abogado.
En clase durante la carrera una profesora nos decía: 'Señores, hablen que a ustedes les van a pagar por hablar'. Desde primero de Derecho he sido delegado y representante de estudiantes en la universidad y nunca me había presentado a este concurso. Como este curso, con el máster, es mi último año en la universidad quería exprimir mi etapa universitaria y probar la experiencia de la Liga de Debate. Nunca acudí al aula de oratoria.
¿Y cómo prepararon las intervenciones?
Los cuatro miembros del equipo preparamos el tema desde distintas perspectivas. Yo era orador e investigador y capitaneaba mi equipo. Nos documentamos y buscamos consejos y opiniones de personas que dominaban el tema. Hablamos con republicanos, constitucionalistas y gente con experiencia también. Preparamos las argumentaciones a favor y en contra. Me encargué de hacer la acción crítica y la conclusión, cuatro minutos por cada intervención.
En su opinión, ¿cuáles son las cualidades de un buen orador?
Tienes que tener tablas en el escenario, saber transmitir, creer en lo que estás diciendo porque si no lo crees tú no lo va a creer nadie, saber comunicar y tener fluidez. Estudié una carrera en la que tienes que saber hablar y venderte continuamente porque el abogado es un autónomo más y cuando estás con tu cliente en un juicio te ven hablar y tienes que tener esa riqueza verbal para saber 'venderte'.
¿La monarquía parlamentaria es el mejor sistema de gobierno en España?
Personalmente, entiendo que no, pero tampoco estamos preparados para afrontar ni económica ni socialmente un cambio trascendental de modelo de régimen. Hay asuntos más importantes ahora mismo como pueden ser el sistema de pensiones, la mejora de la situación de nuestros autónomos o la denominada agenda canaria. Aunque estoy convencido de que el actual será nuestro último rey.
El uso de las redes sociales y el teléfono móvil merman la comunicación cara a cara.¿Los jóvenes de hoy en día deberían preocuparse por la oratoria?
Saber hablar y comunicarse es importante. Más que echarle la culpa a las redes sociales, creo que hace falta más diálogo en esta sociedad en la que ni los políticos saben ponerse de acuerdo. Hay un problema de comunicación en ese aspecto.
¿Tiene algún orador favorito?
Defiendo el estilo propio en un buen orador, es decir, cada uno tiene que sentirse cómodo y también tener creatividad e ideas. Aunque preparé mi discurso, ayudé a mis compañeros de grupo, otros dos estudiantes del Máster en Abogacía y un alumno del Grado en Derecho. Te recomiendan que mires muchas noticias, leas mucho, te infórmes de todo y generes tu propia opinión. El expresidente de Estados Unidos Barack Obama me parece un buen orador; el presidente francés, Emmanuel Macron, es buen dialogante; y el rey Hussein de Jordania me parecía un buen negociador y orador.
Usted pertenece a los Jóvenes Nacionalistas. ¿Le gustaría dedicarse a la política?
Me gusta la política y formo parte de los Jóvenes Nacionalistas. Si algún día quieren contar conmigo, encantado de participar en la política, pero no la busco como un medio de vida.
