Las obras de repavimentación y renovación de la red de saneamiento del entorno de la Catedral de Las Palmas han sacado a la luz el primer resto arqueológico. Se trata de una acequia de cantería ubicada en la calle Reloj que podría datar del siglo XVI. Este descubrimiento ha provocado la paralización de los trabajos en esta vía con vistas al comienzo de una excavación arqueológica.

El Ayuntamiento capitalino ha pedido al Gobierno de Canarias, cuyo departamento de Turismo financia las obras de Vegueta, que se haga cargo del coste de la excavación arqueológica que ascendería a 45.000 euros e incluiría además de la calle Reloj, otras vías como Herrería, Obispo Codina, San Marcial y la plaza de Los Álamos.

La Dirección General de Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias autorizó la semana pasada estos sondeos que tienen de plazo hasta finales de noviembre, aunque pueden ser prorrogables dependiendo de la entidad de los hallazgos. Estos estudios determinarán a qué época pertenecen y qué grado de representación tiene. Las obras continuarán una vez que el Cabildo de Gran Canaria valore y decida qué se debe hacer con dichos restos: pueden levantarse o quedar integrados de alguna manera en la propia construcción.

Según Cuenca, la acequia encontrada en la calle Reloj podría datar del siglo XVIII, fecha en la que se intentó canalizar el agua potable de esta zona de la ciudad a través de una serie de fuentes; o del siglo XVI cuando el gobernador Agustín de Zurbarán realizó un proyecto parecido.

Cuenca recuerda que con estas obras hay que tener "mucho cuidado", ya que bajo las calles afectadas pueden encontrarse los restos de la ciudad fundacional. Hasta el momento adelanta que no han aparecido restos en las calles Obispo Frías, Castillo, Espíritu Santo y la parte levantada de Obispo Codina, pese a que los trabajos en algunas zonas se introducen hasta en tres metros de profundidad.

El arqueólogo aclara que estos estudios "perjudicarán lo menos posible al desarrollo de las obras" que cuentan con una financiación del Gobierno de Canarias de 2,4 millones de euros y que comenzaron el pasado mes de abril con un plazo de ejecución de 18 meses.

Por su parte, la asociación en Defensa del Patrimonio de Canarias (Depaca) expresó la semana pasada su preocupación por que los restos arqueológicos tengan efectivamente la consideración que se "merecen" y que no se permita a los obreros "volver a enterrarlos". "Esto es nuestra historia. Tenemos que protegerla", afirmó Jesús Cantero, miembro de la asociación.