La Policía Local ha detenido a un hombre que acabó mal herido el pasado fin de semana tras intentar robar en la casa del alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Jerónimo Saavedra, junto a la plaza de Santo Domingo, en Vegueta.

No se alió con la suerte el caco, ahora hospitalizado, que tras acceder a la casa terrera a través de una azotea contigua no halló forma descender hasta la vivienda más que a través del tragaluz.

Para ello, al parecer el ladrón no encontró mejor solución que descolgarse por una de las cadenas de las que cuelgan los helechos gigantes que adornan el patio de la casa del regidor. Con tal mala suerte que resbaló y dio con sus huesos en el piso y con múltiples cortes por los cristales de la claraboya.

Malherido y sangrando optó por dejar el robo para mejor momento y salir hasta la calle a fin de que alguien le prestara ayuda. Algo harto difícil a las 2.30 de la madrugada -del sábado día 22- y en esta zona del casco antiguo. "A esa ahora allí no hay ni un alma", subrayaba ayer el regidor al relatar que el ladrón no tuvo más remedio que tocar en casa de un vecino que resultó ser funcionario municipal y que una vez que al día siguiente descubrieron el estropicio no tuvo más que atar cabos y llevar a los agentes hasta el centro sanitario en la que había dejado al infortunado. Allí estaba y los policías confirmaron las sospechas, dijo Saavedra, cotejando las huellas que había dejado en la sangre.

"No he echado nada en falta, porque tampoco creo que le diera tiempo. Creo que quedó bastante malherido, por lo que me han dicho", añade y aclara que en ese momento en la casa no había nadie ya que él estaba de vacaciones fuera de Gran Canaria.

El ladrón continúa hospitalizado en un centro de la capital en tanto se cura de las lesiones que le produjo la caída. Ha sido denunciado por la propia Policía por allanamiento de morada e intento de hurto. Se desconoce si el desventurado conocía quién es el dueño de la casa de la que salió tan malparado.