María Eugenia Márquez Rodríguez nació en La Aldea de San Nicolás, pero ha residido las tres cuartas partes de su vida en la capital. En julio de 1999 se convirtió en la primera mujer que preside el Cabildo de Gran Canaria. Destacó como impulsora de la ULPGC. En la actualidad vive retirada de la actividad política y volcada en desarrollar su gran pasión artística dedicada a la pintura. Acaba de ser nombrada Hija Adoptiva 2010.

- Para mí ha sido una sorpresa muy agradable y un honor. Estoy muy agradecida a que se me haya nombrado Hija Adoptiva de la ciudad donde ha transcurrido más de la mitad de mi vida.

- ¿Dónde cree que hay que emplearse a fondo para renovar la imagen de la ciudad?

- La playa de Las Canteras es una auténtica joya y gozamos de un privilegio enorme al contar con este medio marino. Pero hay que actuar en dos líneas básicas: primero mejorando la limpieza en el espacio natural y, en segundo lugar, activando un plan para rehabilitar las fachadas y el mobiliario urbano de las calles aledañas.

- ¿Le hubiera gustado haber sido alcaldesa de la ciudad?

- En los años 80 fui durante 15 meses concejala de Cultura en el Ayuntamiento capitalino. No me hubiera gustado ser alcaldesa porque reconozco que hay que tener un talante especial y tranquilidad para atender tan directamente y a diario al ciudadano. A mí me gustaba más trabajar con cierta distancia.

- ¿Estamos preparados para ser capital cultural europea?

- Es una pregunta bastante comprometida. Pienso que de aquí a 2016 tenemos que ponernos las pilas muy en serio si queremos alcanzar esa meta. Además, tanto las instituciones como los ciudadanos deben implicarse más con este proyecto.

Para alcanzar la meta de capital cultural europea en 2016 hay que ponerse las pilas muy en serio y trabajar de lleno