Las palmeras de la capital grancanaria no terminan de recuperarse. El ataque de al menos cinco plagas y hongos ha provocado la muerte de al menos 560 palmeras en los últimos cinco años, que en su gran mayoría han caído aniquiladas ante la agresión del hongo Thielaviopsis paradoxa, conocido como cabeza doblada. La práctica totalidad de las palmas capitalinas está afectada por la Diocalandra frumentii, un insecto llamado también picudo negro, y que está causando estragos en los palmerales de la Isla.

El cabeza doblada ha causado la tala de la mayoría de las 24 palmeras que han muerto este año, según señalan responsables de Parques y Jardines, que aseguran que los problemas que afectan a las palmas "han disminuido" en los últimos tres años debido a los "exhaustivos controles" y a la práctica de "dejar de podar las hojas verdes, ya que muchas plagas entraban por las heridas de poda". Sin embargo trabajadores de las zonas verdes advierten que las palmeras "no están recibiendo ni el tratamiento ni el control que necesitan" para acabar con los enemigos que las atacan y denuncian la escasez de "podadores y palmeros" y la falta de "personal especializado" al mando de los jardineros para dirigir las prácticas culturales y las inspecciones.

Así las cosas, el que parece haber remitido es el picudo rojo, un escarabajo que a pesar de haber causado gran alarma, no ha matado a muchas palmeras en la capital. Algo más de medio centenar han sido aniquiladas por el escarabajo Rhynchophorus ferrugineus. El último informe del Gobierno canario del pasado mes dice que a lo largo de este año no se ha eliminado ni visto ninguna palma sospechosa. Las últimas afectadas por el picudo rojo estaban en Almatriche y el Campus de Tafira y se teme que puede haber entrado ya en los palmerales salvajes del Guiniguada.

Eduardo Fránquiz, miembro de la Asociación en defensa de la palmera canaria Tajalague, advierte que "la Diocalandra (el otro picudo) está haciendo un daño tremendo en toda la Isla porque no se ha hecho nada para controlarla, a diferencia del picudo rojo, y la plaga está entrando en los palmerales silvestre". Responsables de Parques y Jardines señalan que "lo más preocupante ahora es el hongo cabeza doblada, porque además de matar a la palmera, la hace caer. El problema es que no tiene sintomatología. La palmera se pudre por dentro y parte el cogollo".