Peces enterrados, ratas muertas, trozos de alquitrán y un montón de basura de la más variada condición. Fue el panorama que se encontraron las primeras personas que ayer por la mañana se acercaron a la playa de La Laja y los operarios del servicio de Limpieza de Playas, que luego tuvieron que recogerlo todo. Como es habitual, desde el Ayuntamiento se sospecha que la culpa la tiene un vertido ilegal desde un barco que pasó cerca de la costa, mientras desde el Puerto se apunta a aliviaderos desbordados por culpa de la lluvia.

A pesar de que el aspecto de La Laja no invitaba precisamente al baño ante la proliferación de residuos desperdigados por la arena, y de la tendencia del Ayuntamiento a restringir el baño a las primeras de cambio (lo ha hecho al menos media docena de veces en los últimos tres años), esta vez se decidió mantener abierta la playa. "No había mancha de alquitrán en el mar y se recogió toda la basura por la mañana. No hacía falta tomar ninguna otra medida", zanjó el concejal de Playas, Héctor Núñez, cuestionado por este periódico.

Lo que sí queda por determinar es la causa directa del vertido. Desde el Ayuntamiento se apunta a la basura procedente de algún barco que se acercó al litoral, mientras que la Autoridad Portuaria de Las Palmas niega la mayor. "En los barcos no hay ratas, en las alcantarillas, sí", apuntó un portavoz del Puerto.

Pero fuera cual fuera la causa, si el vertido procedía del mar no lo habría podido parar ninguna barrera de seguridad, porque la prevista por el Puerto en la bahía de San Cristóbal no tiene aún el permiso de Capitanía Marítima, confirmaron fuentes de la Autoridad Portuaria.