Un mes después de que las seis trabajadoras del comité de empresa de las escuelas infantiles municipales se manifestaran ante las Casas Consistoriales de Santa Ana vestidas de negro y con garrafas de agua en la mano denunciando una supuesta precariedad de medios, Ralons las ha puesto en la calle al completo.

Ralons, concesionaria del servicio de guarderías municipales desde el pasado mes de septiembre, ha estimado que con esa acción el comité de empresa buscaba dañar su imagen ante su cliente, el Ayuntamiento, y ante la opinión pública en general y por eso ha optado por el despido.

Las sindicalistas fueron informadas a mediodía de ayer de su despido mediante una carta en la que se les explican las razones de la empresa para prescindir de ellas. Acto seguido, las seis trabajadoras interpusieron una denuncia conjunta ante el juzgado de guardia en la capital al considerar que Ralons ha incurrido en un delito de vulneración de los derechos de los trabajadores al deshacerse del comité de empresa casi al completo, órgano representativo de los empleados de la empresa.

"Nosotros lo único que hicimos fue denunciar ante el Ayuntamiento, que es quien paga, el mal funcionamiento del servicio y que se nos estaba perjudicando nuestro trabajo con persecución sindical y reducciones de salario", explicó la portavoz del comité despedido, Nieves Báez.

Por su parte, Ralons insiste en que el comité ha intentado desacreditarles acusándoles de delitos muy graves. "Por tanto, no sólo usted se dirige directamente al cliente de la empresa y a espaldas de la misma para intentar perjudicarla mercantilmente -y hace extensiva dicha traición a los medios de comunicación de forma torticera y maliciosa-, sino que además lo hace acusando a la empresa de forma falsa, de vulnerar los derechos fundamentales de los menores, sin especificar cuáles, y sin probar en modo alguno durante el expediente tal gravísima afirmación pública, antes al contrario, ha quedado probada su falsedad".