La portavoz de los padres y madres de alumnos de las escuelas infantiles de Las Palmas de Gran Canaria, Yoana García, ha demandado hoy al Ayuntamiento capitalino que "rescate" el servicio que gestionaba directamente hasta hace seis meses, debido al "serio empeoramiento" que han detectado desde que fue asumido por la empresa Ralons Servicios.

García, que se manifestó junto a medio centenar de padres en la capital grancanaria este jueves, explicó que esta decisión sería la más "oportuna", sin bien indicó como alternativa que se "haga seguimiento" a la empresa concesionaria con el objeto de "velar por la seguridad de nuestros hijos".

"Queremos tener servicios de calidad", enfatizó, lo que a su juicio no está ocurriendo en estos momentos. "Hay una clase con 16 bebés menores de un año que cuentan con una única educadora", se lamentó. Además aseguró que en las escuelas "se vive un ambiente de tensión" a raíz del despido de una parte del personal.

En este sentido, García criticó el despido del comité de empresa de las escuelas infantiles, gracias a los cuales "conocemos más a fondo la situación" que se vive en los 16 centros dependientes del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, dijo. Este despido se produjo tras presentar ante el registro municipal un informe donde detallaban distintas "carencias" , que Ralons Servicios negó.

"Parece que se han saldado los problemas", aseguró, "pero no queremos vuelvan a faltar [agua,fruta o yogures, según la denuncia realizada por el comité hace algunas semanas]". Asimismo afirmó que los padres "están contentos con el servicio", pero no "con la empresa que los gestiona".

Por este motivo han solicitado una reunión con el Ayuntamiento, que está pendiente de confirmarles el día en el que les recibirá, después de haberle hecho llegar un escrito en el que relacionaban los problemas que detectan.

Entre ellos, según un comunicado hecho público, enumeran el número de educadoras por clase, la "presión" ejercida sobre éstas, la falta de garantías en su libertad de expresión, la presencia de cámaras de seguridad activas durante el horario lectivo o problemas con la alimentación, cuya calidad se ha visto "trastocada", afirman los padres.