"Aquí no se ha podido dormir en todo el fin de semana, sobre todo el sábado, con la escandalera de las murgas y la fiesta posterior", aseguran desde la comunidad de vecinos del edificio Simón Bolívar, ubicado junto al parque de Santa Catalina de Las Palmas de Gran Canaria, quienes habían amenazado al Ayuntamiento de la ciudad en el mes de diciembre con emprender acciones legales si no se tenía en cuenta sus reclamaciones y, sobre todo, la sentencia judicial que obligó a retirar en 2006 las terrazas de la alameda Juan Rodríguez Doreste por las molestias que originaban al vecindario el ruido y la suciedad.

"Agradecemos las vallas y al agente de seguridad que han puesto en los bajos del edificio" la Sociedad de Promoción de Las Palmas de Gran Canaria, "pero el tema de la música y los ruidos continúa siendo un problema muy molesto para el vecindario", aseguraban ayer los afectados, que cuando acaben los festejos prevén reunirse con el concejal de Carnaval, Cultura y Deportes capitalino.

"Roque Díaz nos dijo que después de los carnavales se reuniría con nosotros para hablar de la ubicación de la zona de ocio durante los festejos, porque para nosotros resulta injusto tener que soportar los escándalos y la suciedad que aguantamos durante estas cuatro semanas, además de las molestias del Womad, el rastro o las distintas ferias que se desarrollan en el Santa Catalina", añaden.

Presos en casa

Añaden los afectados que "cuando ha habido noches de mogollón no podemos sacar ni los coches del garaje. Estamos presos en casa", se quejan, advirtiendo que si no varía la situación, tendrán que solicitar la ejecución de la sentencia de 2006, que dio la razón por los mismos motivos a otra comunidad de vecinos del área del parque de Santa Catalina.

Por su parte, la murga ganadora del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria 2011, en representación de los grupos que participaron en la final del sábado, recuerda que "las fiestas son sólo 24 días al año" y dicen que "una mayoría es la que se beneficia de los carnavales". "Lo que les diríamos a los vecinos es que se pusieran su mejor disfraz y entren al Carnaval", concluyen.